La primera ciudad libre de Colombia en América obtiene la tan esperada autonomía
A medida que San Basilio de Palenque recupera su autonomía, los residentes del pueblo celebran su herencia africana y continúan luchando para preservar su cultura e idioma únicos.
Con vistas a la tranquila ciudad de San Basilio de Palenque en Colombia se encuentra una estatua de Benkos Bioho, un ex esclavo que se convirtió en un símbolo de resistencia y liberación. Bioho, originario de la actual Guinea Bissau, escapó de las brutales condiciones de esclavitud impuestas por los gobernantes coloniales españoles a principios del siglo XVII. Después de liberarse, dirigió a 30 compañeros esclavizados en un atrevido escape de Cartagena en 1619, fundando San Basilio de Palenque como refugio para quienes buscaban liberarse de la esclavitud.
La ciudad de San Basilio de Palenque, ubicada en las exuberantes colinas verdes de Colombia, se convirtió en el primer asentamiento libre para personas anteriormente esclavizadas en América. Bajo el liderazgo de Bioho, la ciudad resistió numerosos intentos de las fuerzas españolas de recuperar a sus residentes. A pesar de los esfuerzos de la Corona española por frenar el crecimiento de la ciudad, San Basilio prosperó como un enclave de libertad e independencia, e incluso consiguió el reconocimiento oficial de su autonomía en 1691.
El legado de Benkos Bioho está profundamente arraigado en la identidad de la ciudad, y su estatua sirve como recordatorio del duradero espíritu de resistencia de la comunidad. “África lo es todo para mí; lo es todo para nosotros, palenqueros”, dijo a Al Jazeera Nuno Bembele, asesor educativo del consejo comunitario de San Basilio de Palenque, haciéndose eco del orgullo que sienten muchos en la ciudad. Este orgullo por sus raíces africanas no es sólo histórico: es una parte viva y respirable de la vida diaria en San Basilio.
Una lucha por la autonomía y la preservación cultural
San Basilio de Palenque tiene una rica historia de resistencia, y este espíritu de desafío una vez más ha pasado a primer plano.El 21 de mayo, durante el día nacional afrocolombiano, el Senado colombiano aprobó una enmienda que otorga a San Basilio de Palenque el estatus de “municipio especial”, reconociendo oficialmente su autonomía del municipio de Mahates. Esta decisión, que la ciudad viene aplicando desde 2013, representa una victoria significativa para los residentes, que durante mucho tiempo se han sentido ignorados por el órgano administrativo en general.
A pesar de tener una población de sólo 4.200 habitantes, muy por debajo del umbral habitual de 25.000 habitantes requerido para tal estatus, la importancia cultural, histórica y étnica de San Basilio llevó al Senado a hacer una excepción. La ciudad ahora tiene derecho a elegir su propio alcalde y establecer un organismo administrativo independiente, lo que marca un nuevo capítulo en su historia.
Pedro Márquez, educador local y nativo de San Basilio, expresó su entusiasmo a Al Jazeera: “Lo que viene para Palenque es un sueño. El municipio simboliza la lucha de Benkos, nuestra independencia, nuestra autonomía. Los niños de Palenque ahora pueden tomar las riendas del destino de San Basilio.” Para Márquez y muchos otros, este nuevo estatus es más que un simple cambio político: es una oportunidad para proteger y promover el patrimonio cultural único de la ciudad.
El cambio en el estatus de San Basilio es también un reflejo del clima político actual de Colombia. Bajo el liderazgo del presidente de izquierda Gustavo Petro y la vicepresidenta Francia Márquez, la primera persona negra del país en ostentar este título, se ha renovado el enfoque en apoyar a las comunidades marginadas, incluida la población afrocolombiana. “Actualmente hay un contexto importante ya que hay un gobierno progresista que tiene una agenda clara en cuestiones raciales y territoriales”, dijo a Al Jazeera Orlando Deavila, profesor asistente del Instituto Internacional de Estudios del Caribe de la Universidad de Cartagena.
Palenquero y la lucha por salvar una lengua
Mientras San Basilio de Palenque celebra su nueva autonomía, la ciudad también enfrenta desafíos continuos para preservar su patrimonio cultural y lingüístico. Un elemento central de la identidad del pueblo es el idioma palenquero, una lengua criolla que se desarrolló a mediados del siglo XVII. Con raíces en las lenguas bantúes africanas y el español, Palenquero es uno de los elementos más distintivos de la cultura del pueblo.
A pesar de su importancia, Palenquero corre el riesgo de desaparecer en la oscuridad. Datos gubernamentales de 2009 revelaron que sólo el 18 por ciento de la población palenquera habla con fluidez su lengua materna, y el 32 por ciento no la habla ni la entiende. La lengua está especialmente en peligro entre las generaciones más jóvenes: sólo el 21 por ciento de los hablantes tienen menos de 29 años.
En respuesta a esta amenaza, han surgido iniciativas como el colectivo de rap local Kombilesa Mi para revivir y promover a Palenquero. Formado en 2011 por Andris Padilla, nativo de San Basilio, conocido localmente como Afro Neto, el grupo ha utilizado la música como plataforma para fortalecer la identidad cultural del pueblo y defender la lengua palenquera. “Nuestra lucha es proteger el idioma para que los palenqueros puedan hablarlo, enseñarlo y garantizar que no se pierda”, dijo Padilla a Al Jazeera. “Si se pierde la lengua, perdemos todos. Un pueblo que pierde su lengua, pierde la mayor riqueza cultural que jamás haya tenido”.
El esfuerzo de Kombilesa Mi no ha pasado desapercibido. El grupo, que fusiona ritmos tradicionales con hip-hop moderno para crear un género que llaman rap folclórico palenquero, ha ganado reconocimiento tanto en Colombia como a nivel internacional. El éxito del colectivo es un motivo de orgullo para la comunidad y un testimonio del poder de la música para preservar el patrimonio cultural.
El futuro de San Basilio de Palenque
A medida que San Basilio de Palenque entra en una nueva era de autonomía, sus residentes tienen esperanzas sobre lo que depara el futuro. El nuevo estatus de la ciudad como municipio especial traerá financiación dedicada y un mayor control sobre la gobernanza local, lo que permitirá a la comunidad abordar cuestiones de larga data como la infraestructura y la gestión de residuos.
Para muchos en San Basilio, este momento representa el cumplimiento de un sueño: una oportunidad de construir un futuro que honre el pasado de la ciudad y al mismo tiempo abrace las posibilidades del presente. “Las administraciones municipales anteriores no habían entendido qué es Palenque, qué se siente ser palenquero”, dijo Bembele a Al Jazeera. “A través de este reconocimiento, nosotros mismos los palenqueros somos los que mandamos, conocemos nuestras necesidades y cómo gestionar los recursos que se nos presenten”.
Las raíces africanas de la ciudad son evidentes en cada rincón, desde los murales que decoran sus calles hasta las costumbres y sistemas de creencias tradicionales que continúan dando forma a la vida diaria. Los palenqueros creen que África es su lugar de descanso final, y el ritual funerario Lumbalu (una ceremonia que incluye cantos, música y bailes tradicionales) sigue siendo una parte vital del tejido cultural de la comunidad.
El reconocimiento de San Basilio de Palenque como municipio autónomo no es sólo una victoria política: es una reafirmación de la identidad del pueblo y un paso para garantizar que su cultura y patrimonio únicos se preserven para las generaciones futuras. A medida que la ciudad se embarca en este nuevo capítulo, el legado de Benkos Bioho y el espíritu de resistencia que él encarnó continúan inspirando a la comunidad.
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“Hoy, [Bioho] debería sentirse orgulloso porque todavía estamos trabajando y luchando por la reivindicación de los derechos de toda la comunidad afrocolombiana”, dijo Bembele a Al Jazeera, con un tatuaje de África exhibido con orgullo en su pantorrilla.
Frente a los desafíos modernos, San Basilio de Palenque se erige como un faro de resiliencia y orgullo cultural, un testimonio de la fuerza duradera de una comunidad que ha luchado por su libertad e identidad durante siglos.