El triunfo de López Obrador no sólo es un hito en la historia de México, sino que representa un cambio en las relaciones de este país con el resto del continente

El 1 de diciembre de 2018, cuando el presidente electo de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), asuma su cargo, la historia del país azteca y la de Latinoamérica dejarán de ser como se conoce actualmente. La derrota del PRI, el PAN, y de toda la clase política tradicional mexicana, recoge una lucha histórica que trasciende las fronteras.

México, cuya economía es una de las mayores del continente, envía un mensaje muy importante a Latinoamérica y al mundo, pues el triunfo de AMLO representa mucho más que el anhelo de cambio de millones de mexicanos. Esto debido a que sus alcances superan las fronteras de este país e implican la reconfiguración de la geopolítica latinoamericana, cuyo reflejo se verá en las relaciones que de ahora en adelante tendrá México con los demás países de la región.

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Por la magnitud y el significado del triunfo de AMLO, se espera que sea México la nación que lidere desde ahora la famosa integración latinoamericana, para desligar a Latinoamérica de la influencia de Estados Unidos. Esto con el fin de construir una agenda propia orientada por políticas progresistas y en el marco de unas relaciones armoniosas, equitativas y respetuosas con el gobierno estadounidense.

México, en la lupa de Latinoamérica

Una de las primeras personas que reconoció el triunfo de AMLO y lo felicitó por la victoria, fue el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, algo que llamó bastante la atención, considerando las tensas relaciones entre este país y México, principalmente por el asunto migratorio que hoy por hoy es la principal causa de conflicto entre ambas naciones. 

Al respecto, el politólogo y escritor argentino, Atilio Borón, aseguró en el diario Página12 de Argentina que es una “imperdonable ingenuidad” pensar que el triunfo de López Obrador le es indiferente a Washington. Borón explicó que “por algo desde el momento en que comenzó a recorrer el país, mucho antes de que se proclamara su candidatura, recibió un torrente de ataques del gobierno estadounidense. El imperio no se equivoca al elegir a sus enemigos”.

Borón aseguró también que lo que está en juego es mucho, más allá que la propuesta de AMLO carezca de estridencias radicales. “La lucha contra el narcotráfico, la corrupción y las políticas neoliberales, y un México que vuelva a mirar al sur y tome cierta distancia de Estados Unidos, traería una brisa fresca y esperanzadora sobre nuestra América”, dijo.

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Junto a Evo Morales y Nicolás Maduro, otros líderes, jefes de Estado y de gobierno de Latinoamérica como Juan Manuel Santos, Martín Vizcarra, Lenín Moreno, Salvador Sánchez Cerén y Carlos Alvarado, entre otros, reconocieron igualmente el triunfo de AMLO, saludando su victoria y augurando éxitos para los retos que enfrentará durante su gobierno.

“A contrapelo de lo que dicen algunos sobre ese supuesto ‘fin del ciclo (progresista)’ y de aquellos que, con cierto derrotismo, sólo saben ver el alcance de la derecha, los pueblos demuestran que tienen su manera de contar la historia y de hacerla. Ese es el aspecto más sobresaliente de la experiencia electoral de México, experiencia que ha venido cocinándose largamente y no es objeto de ninguna improvisación. Para algunos este triunfo puede ser una sorpresa, pero los que vienen siguiendo lo que sucede en México saben que este triunfo es producto de un trabajo de décadas, de una coyuntura y de un programa. Todo ello pone en evidencia que no hay ningún ‘fin de ciclo’, esto que México vive hoy entusiasma a todos los pueblos de Latinoamérica”, destacó el filósofo mexicano, Fernando Buen Abad.

Igualmente, el ex presidente de Colombia y ex secretario general de Unasur, Ernesto Samper, manifestó que el triunfo de AMLO tiene una repercusión en América Latina, porque reactivará la agenda social regional. “El contundente respaldo de los votantes mexicanos a AMLO, expresa el anhelo de un cambio hacia las políticas que respondan a las necesidades de los ciudadanos, por encima de los intereses de las élites”, expresó Samper.

El triunfo y el futuro gobierno de AMLO en México marcan un hito que será determinante para Latinoamérica, no sólo porque la izquierda progresista será gobierno, sino porque lo que pase en México durante los próximos seis años incidirá indudablemente en lo que pueda pasar en otros países del continente que también intentan dar un giro en su historia.

Latin American Post | Samuel Augusto Gallego Suárez

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