Un año después de llegar al poder, la popularidad del mandatario francés está en su nivel más bajo

2.000 policías, incluidos varios antidisturbios, vigilaban atentamente la plaza de la Ópera de París y las decenas de miles de manifestantes que protestaban contra las políticas impulsadas por el presidente Emmanuel Macron. En otras ciudades galas como Toulouse o Burdeos también se han registrado concentraciones, aunque de menor tamaño.

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La protesta en la capital, que tuvo lugar el sábado 5 de mayo, comenzó como un picnic gigante al que asistieron miles de familias. Los organizadores habían pedido a los participantes que mantuvieran una actitud “festiva” durante la convocatoria, cuyo colofón fue un concierto en la Plaza de la Bastilla, lugar que habitualmente acoge las manifestaciones de la izquierda.

En los días en los que se conmemora el 50 aniversario de las protestas de Mayo del 68, el líder y candidato de Francia Insumisa (LFI), Jean Luc Mélenchon ha criticado el afán privatizador de Macron y el deterioro de las condiciones de los trabajadores.

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Con los violentos disturbios de la manifestación del Día del Trabajo, todavía frescos y que dejaron numerosos destrozos en la capital perpetrados por los ‘black blocs’ (grupos violentos antisistema), el partido de extrema derecha Frente Nacional ya manifestó que los franceses no iban a tolerar que la autoridad del estado fuera burlada en esta nueva protesta de la izquierda

Algunos portavoces gubernamentales expresaron su preocupación por el aumento de la violencia en manifestaciones recientes. En cuanto a la protesta del sábado 5 de mayo, el lema era ‘Fete à Macron’, que según el contexto puede tener un doble significado en francés: hacerle una celebración a alguien o dañarlo.

En la marcha se exhibieron cuatro carrozas que representaban diversos personajes como Drácula, Júpiter o Napoleón, todos ataviados con una careta de Emmanuel Macron para burlarse del mandatario, al que acusan de ser el ‘Presidente de los Ricos’. Esta manifestación es la última de una primera serie de protestas contra Macron, cuyas reformas en varios sectores como la educación o los ferrocarriles han causado mucho malestar en cierta parte de la población. La próxima tanda de marchas iniciará el 26 de mayo.

Mientras tanto muchas facultades de diversas universidades siguen bloqueadas ante la intención del mandatario de hacer el acceso a la educación superior mucho más selectivo, lo que está afectando el normal desarrollo de los exámenes finales.

Emmanuel Macron llegó al Palacio del Eliseo hace un año y con 39 años se convirtió en el presidente más joven de Francia. Su llegada al poder fue vista con buenos ojos tanto en el país galo como en el resto de Europa, al ser alguien que podía introducir nuevas ideas en una nación muy crispada tras el criticado mandato de su predecesor, François Hollande. Sin embargo, parece que la euforia inicial se ha topado muy pronto con la realidad de un país siempre complicado en lo político. Todavía quedan cuatro años para que las próximas elecciones presidenciales tiempo suficiente para que el mandatario pueda recuperar la credibilidad o bien siga ganando opositores.

Latin American Post | José María González
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