Colombia: el Plan Nacional de Desarrollo y el medio ambiente
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La hoja de ruta que determinaría cómo se manejará Colombia por los próximos cuatro años ha generado polémica. ¿Cómo será el manejo del medio ambiente en el PND?
Colombia, el segundo país más biodiverso a nivel mundial, se encuentra en un álgido momento político que definirá la forma en que se administrarán los recursos del país y que establecerá los lineamientos estratégicos del presidente de la república para dirigir a la nación a través del Plan Nacional de Desarrollo.
Read in english: Colombia: the National Development Plan and the environment
El Departamento Nacional de Planeación define el PND como “el instrumento formal y legal por medio del cual se trazan los objetivos del Gobierno permitiendo la subsecuente evaluación de su gestión". Dada su importancia y duración, el PND es altamente analizado y discutido. Sin embargo, el plan presentado por Iván Duque, titulado ‘Pacto por Colombia, pacto por la equidad’, ha suscitado acalorados debates por diferentes razones.
Por ejemplo, Iván Duque propuso que el artículo 181 le entregara facultades extraordinarias para poder modificar el Estado durante un lapso de seis meses; en cuanto a la cotización de pensión de trabajadores independientes se proponía aumentar la base de 40% a 55%; la asignación de recursos para el posconflicto levantó ampolla en quienes apoyan el proceso de paz, pues no había ningún rubro asignado.
El PND tiene otras objeciones como el subsidio de energía al estrato 3, el impuesto a los licores, la unificación de presupuesto, entre otras. El plan se encuentra en debate y se espera que para el 6 de mayo cuente con la aprobación para poder ejecutarse. En este artículo, nos concentraremos en entender qué pasará con el medio ambiente en los próximos cuatro años. Las propuestas de Iván Duque se centran en cuatro grandes temas:
1. Cambio climático: el Pacto por la Sostenibilidad propone “avanzar hacia la transición de actividades productivas comprometidas con la sostenibilidad y la mitigación del cambio climático”. No obstante, según Isabel Cavelier en declaraciones recogidas por Semana Sostenible, las estrategias del PND no son precisas y carecen de ambición para cumplir los pactos aceptados por la nación. En el caso de la ganadería sostenible, el plan aumenta la tierra para realizar esta acción; de 72000 hectáreas se aumenta a 147000. Sin embargo, ya hay 14 millones de hectáreas dedicadas a la ganadería cuando solo hay 2.7 millones aptas para la actividad. Esto evidencia la falta de visión de desarrollo sostenible y conciencia ambiental.
Por otro lado, la preocupación más grande de los ambientalistas es la meta para frenar la deforestación. El PND no propone estrategias para mitigarla o frenarla, por el contrario, plantea la posibilidad de mantener la tasa de deforestación anual. La propuesta no solo va en contra vía de las medidas mundiales para contrarrestar este fenómeno, que contribuye altamente con el cambio climático, si no que pone en entre dicho la preocupación del actual gobierno por el medio ambiente y sus recursos.
2. Gestión del agua: la gestión de este importante recurso es fundamental para poder impulsar el desarrollo nacional. El PND pareciera consciente de este aspecto, pero obvia otros elementos fundamentales como la reducción del uso de este líquido en el sector agropecuario. No obstante, como afirma Juan Pablo Romero, especialista de Fondos de Agua en The Nature Conservancy, debemos celebrar que el plan incluya que el “MinAmbiente gestionará la implementación de plataformas colaborativas que permitan la articulación de las inversiones y acciones públicas y privadas alrededor de las cuencas, para la gestión integral del recurso hídrico”.
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3. Minería: ‘Pacto por los recursos minero-energéticos para el crecimiento sostenible y la expansión de oportunidades’, así se titula el apartado que describe el mapa para la gestión de recursos mineros. A pesar del uso de la palabra sostenible, la propuesta es aumentar la explotación de hidrocarburos. El PND tiene como metas aumentar la extracción de carbón, aumentar la reserva y producción de hidrocarburos, cuadruplicar el número de pozos exploratorios petroleros, entre otros. La transición y diversificación económica a energías sostenibles no es clara.
Por otra parte, se plantea la formalización de la minería artesanal y disminuir el 68% que esta representa en la minería ilegal. Una tarea titánica si se considera que ese no es el primer gobierno en poner sobre la mesa el tema. Adicionalmente, como resalta Mauricio Cabrera, coordinador del proyecto GEF en biodiversidad y minería, el PND parece quedarse corto en cuanto a las propuestas que hace. Para Cabrera, es necesario “establecer compromisos ambiciosos y gestionar su cumplimiento al interior del gobierno”.
4. Amazonía: el pulmón del mundo está en crisis debido a la deforestación a la que se encuentra sometida, no solo en Colombia sino en los demás países que la comparten. El desarrollo de la región debe ser sostenible y haciendo un balance entre la perspectiva económica y la ambiental. Por esta razón, resulta alarmante que el PND proponga estabilizar la cifra de deforestación en lugar de plantear estrategias para frenarla. Permitir la deforestación de medio millón de hectáreas en los próximos cuatro años abre la posibilidad para que se imponga modelos económicos agresivos sobre la región.
Wendy Arenas, directora de la Fundación Alisos, explica que “el gobierno deberá evitar a toda costa que, amparados en una interpretación literal de la tasa de deforestación, los depredadores del ambiente destruyan bosques hasta llegar a la suma inaceptable de 570.000 hectáreas en el próximo cuatrienio”.
LatinAmerican Post | Marcela Peñaloza
