El último glaciar de Venezuela redefinido como campo de hielo por los científicos
Venezuela está a punto de convertirse en la primera nación moderna en perder todos sus glaciares mientras los científicos del clima reclasifican su último glaciar en un campo de hielo, lo que indica un profundo cambio ambiental.
En un claro reflejo de los impactos acelerados del cambio climático global, Venezuela está a punto de convertirse en el primer país en la historia contemporánea en perder todos sus glaciares. La Iniciativa Internacional sobre el Clima Criosférico (ICCI), una influyente organización de defensa científica, anunció recientemente que el único glaciar que queda en Venezuela, el Glaciar Humboldt, ha disminuido hasta tal punto que ya no califica como glaciar y en su lugar está categorizado como un campo de hielo.
Disminución de los glaciares: una tendencia preocupante
El glaciar Humboldt, ubicado en los Andes venezolanos, fue una vez una robusta masa de hielo que cubría 450 hectáreas. Sin embargo, mediciones recientes indican una reducción dramática a apenas dos hectáreas, lo que pone de relieve una retirada rápida y alarmante. Esta reducción de tamaño lo sitúa muy por debajo del mínimo comúnmente aceptado de 10 hectáreas necesarias para que una masa de hielo sea clasificada como glaciar, según lo señalado por el Servicio Geológico de Estados Unidos.
La Dra. Caroline Clason, renombrada glacióloga de la Universidad de Durham, comentó sobre el declive del glaciar: “No ha habido mucha capa de hielo en el último glaciar venezolano desde la década de 2000. Ahora no se le está agregando más, por lo que se ha reclasificado como hielo campo.”
Esta reclasificación es más que un cambio semántico; Marca un hito ambiental significativo con profundas implicaciones para la biodiversidad, el suministro de agua y el equilibrio ecológico de la región. Venezuela, conocida por su rica biodiversidad y paisajes espectaculares, ha visto sus glaciares disminuir uno por uno durante el último siglo, y al menos otras seis masas de hielo importantes han desaparecido.
Las implicaciones más amplias de la pérdida de glaciares son graves, no sólo para Venezuela sino para todo el planeta. Los glaciares sirven como reservas vitales de agua dulce y reflejan la radiación solar, lo que ayuda a moderar las temperaturas globales. Su derretimiento contribuye al aumento del nivel del mar y a la pérdida de recursos de agua dulce, de los que dependen muchas comunidades para la agricultura y la vida diaria.
Situación calamitosa y soluciones controvertidas
Luis Daniel Llambi, ecologista de la Universidad de Los Andes en Colombia, comentó la situación y destacó que el campo de hielo restante es ahora incluso más pequeño de lo que sugieren las mediciones recientes. “Ahora se ha reducido a menos que eso”, afirmó, indicando una situación más grave de lo que muchos pensaban.
En diciembre, el gobierno venezolano dio un paso controvertido al anunciar un proyecto para cubrir el hielo restante con una manta térmica con la esperanza de detener o revertir el proceso de deshielo. Sin embargo, esta iniciativa fue recibida con escepticismo por parte de los científicos climáticos y ambientalistas locales, quienes expresaron su preocupación por la posible contaminación por partículas de plástico degradantes utilizadas en la manta térmica.
El profesor Mark Maslin, profesor de ciencias del sistema terrestre en el University College de Londres, enfatizó la naturaleza irreversible de la pérdida de glaciares. “La pérdida de los glaciares de montaña no es directamente reversible”, explicó. Los glaciares necesitan suficiente masa de hielo para reflejar la luz solar y mantener temperaturas del aire fresco a su alrededor para sobrevivir durante los meses de verano. “Una vez que un glaciar desaparece, la luz del sol calienta el suelo, haciéndolo mucho más cálido y mucho menos probable que se acumule hielo durante el verano”, añadió Maslin.
La desaparición de los glaciares de Venezuela no es un hecho aislado. Maximiliano Herrera, investigador de condiciones climáticas extremas, señaló que otros países cercanos al ecuador con montañas relativamente bajas, como Indonesia, México y Eslovenia, también están a punto de quedar libres de glaciares debido a vulnerabilidades climáticas similares.
Reyecciones y Acción Urgente
La pérdida de glaciares a nivel mundial plantea importantes amenazas a la seguridad hídrica, alimentaria y energética, afectando a millones de personas y diversos ecosistemas. El Dr. James Kirkham y la Dra. Miriam Jackson, ambos afiliados al ICCI, compartieron que las proyecciones indican una pérdida de entre el 20 y el 80% de los glaciares del mundo para 2100, dependiendo de la trayectoria de las emisiones globales.
“Esta parte de la pérdida ya está asegurada”, señalaron, “pero una rápida reducción de las emisiones de CO2 podría salvar otros depósitos glaciares, lo que tendrá enormes beneficios para los medios de vida y la seguridad energética, hídrica y alimentaria”.
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Mientras la comunidad internacional observa cómo Venezuela se acerca a este hito no deseado, la situación sirve como un recordatorio crítico de los impactos más amplios del cambio climático. Destaca la necesidad urgente de cooperación y acción global para mitigar estos efectos y proteger recursos naturales vitales para las generaciones futuras.