Huracán Beryl amenaza con severo impacto a Quintana Roo de México
A medida que el huracán Beryl, una tormenta de categoría 4, se acerca a la costa de Quintana Roo, los servicios de emergencia y la población en general permanecen en alerta máxima, implementando programas de prevención para mitigar el impacto de la tormenta que se espera para las últimas horas de la noche del jueves o las primeras horas de la mañana del viernes.
A medida que el huracán Beryl, tormenta de categoría 4, se acerca a la costa de Quintana Roo, los servicios de emergencia y la población en general permanecen en alerta máxima. Están implementando programas de prevención para mitigar el impacto esperado de la tormenta el jueves por la noche o el viernes temprano por la mañana.
Para atender la contingencia, se ha creado en Cancún el Consejo Estatal de Protección Civil (PC), un esfuerzo unificado liderado por la gobernadora María Lezama y la Coordinadora Nacional de Protección Civil, Laura Velázquez. Este consejo, que incluye a la Armada, el Ejército, la Guardia Nacional y dependencias federales como la Comisión Nacional del Agua (Conagua), la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT), es un testimonio a la determinación colectiva de proteger a Quintana Roo.
Preparativos en Quintana Roo
Según Bernardo Cueto, secretario de Turismo de Quintana Roo, actualmente hay 355 mil 786 turistas vacacionando en todo el estado, principalmente entre Cancún y la Riviera Maya, lo que representa una tasa de ocupación hotelera del 68.5%. “Estamos identificando el número de turistas y los albergues disponibles para ellos en varios destinos del estado, y estaremos listos para transportar a los turistas a albergues seguros si las autoridades de Protección Civil determinan que es necesaria la evacuación”, explicó Cueto.
Todo el estado de Quintana Roo se encuentra en alerta amarilla, mientras que los municipios de Tulum, Felipe Carrillo Puerto, Bacalar, Othon P. Banco y José María Morelos se encuentran en alerta naranja. El estado puede cambiar a medida que avance el huracán, habiendo pasado recientemente por Jamaica y continuando por el Caribe.
Las medidas de seguridad incluyen el cierre de puertos a embarcaciones pequeñas, la suspensión de actividades en parques turísticos, la suspensión de clases en todos los niveles educativos y la aplicación de una ley seca, que prohíbe la venta de alcohol durante emergencias para prevenir posibles desórdenes y garantizar la seguridad pública, a partir de la madrugada del jueves. Diego Castañón, presidente municipal de Tulum, que se espera reciba el impacto directo del huracán si se mantiene su trayectoria, anunció la instalación de 42 refugios contra ciclones para turistas y población en general. Estos refugios contarán con un médico y una enfermera y contarán con el apoyo de personal militar y de protección civil.
Esfuerzos de evacuación y respuesta comunitaria
La comunidad pesquera de Punta Allen, ubicada en la reserva de Sian Ka’an, es una de las primeras en ser evacuada, garantizando la seguridad de sus habitantes. Quienes no puedan trasladarse con familiares o a otras zonas del estado encontrarán refugio en un centro educativo. Castañón detalló que 22 albergues se encuentran en la zona maya y 20 más a lo largo de la costa. Estos refugios pueden albergar hasta 5.000 personas y están equipados con colchonetas, mantas, alimentos y personal médico para satisfacer las necesidades básicas, brindando una sensación de seguridad ante la tormenta inminente.
Aunque la isla Holbox no ha tenido una orden oficial de evacuación, el gobernador Lezama anunció temprano que estarían disponibles servicios de bote gratuitos para los residentes que deseen buscar refugio en tierra firme.
El doble impacto del huracán Berilo
Las autoridades predicen que a última hora de la noche del jueves o primeras horas del viernes, el centro del huracán Beryl, con vientos que alcanzarán los 220 kilómetros por hora y ráfagas de hasta 270 km/h, y se desplazará hacia el oeste-noroeste a 31 km/h, estará sobre la zona central. Región norte de Quintana Roo, en el municipio de Felipe Carrillo Puerto. Después de tocar tierra como huracán de categoría 2, se espera que Beryl se debilite hasta convertirse en tormenta tropical el viernes por la noche en el Golfo de México antes de recuperar fuerza como huracán de categoría 1 y azotar la costa de Tamaulipas el domingo por la noche o la madrugada del lunes.
Félix Tornéz Martínez, pescador y prestador de servicios turísticos en Puerto Morelos, ha tomado precauciones asegurando su embarcación en un campo de béisbol junto a sus compañeros pescadores. “Hay que traer más lanchas, se llenará el estadio de béisbol y se quedarán aquí unos 5 o 6 días, tal vez más, hasta que las autoridades declaren terminada la contingencia”, comentó. “La primera recomendación desde Capitanía y cursos es salvaguardar la vida y las embarcaciones. Las protegemos como nos protegemos a nosotros mismos”, explicó a Efe Tornéz.
Contexto histórico e impacto regional
El huracán Beryl, que ya se ha cobrado siete vidas en las islas del Caribe, es el primer huracán de la temporada y sienta un “precedente alarmante”, según la Organización Meteorológica Mundial (OMM). Nunca antes se había formado un ciclón tan intenso tan temprano en la temporada atlántica, advirtió el martes la OMM.
La aproximación del huracán Beryl pone de relieve la vulnerabilidad de las regiones del Caribe y Centroamérica a los desastres naturales exacerbados por el cambio climático. La frecuencia e intensidad de los huracanes han aumentado, lo que plantea riesgos importantes para las comunidades, la infraestructura y las economías. La respuesta en Quintana Roo demuestra la importancia de la preparación y los esfuerzos coordinados entre las agencias locales, estatales y federales para proteger vidas y minimizar los daños.
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A medida que el huracán Beryl se acerca a Quintana Roo, la región se prepara para su impacto con medidas integrales de emergencia. El enfoque proactivo del estado para proteger a sus residentes y turistas, incluida la instalación de refugios y planes de evacuación, refleja un fuerte compromiso con la gestión de desastres. La cooperación entre diversas organizaciones gubernamentales y no gubernamentales subraya la necesidad crítica de estar preparados ante fenómenos meteorológicos cada vez más graves. Esta temporada de huracanes sirve como recordatorio de los desafíos actuales que plantea el cambio climático y la necesidad de estrategias resilientes y adaptativas en regiones vulnerables como Quintana Roo.