La ola de frío en Estados Unidos llega hasta el Sahara
En la ciudad de Aïn Séfra, provincia de Naama en el norte de Argelia, se presentó una tormenta de nieve en las dunas doradas de la zona
El atípico fenómeno produjo una capa de cuarenta centímetros de grosor, siendo el tercer año consecutivo que el desierto del Sahara se tiñe de blanco, entre ellos diciembre de 2016, enero de 2017 y 2018. La primera vez que se presenció el hecho fue en 18 de enero de 1979.
Para el portavoz del servicio meteorológico del Reino Unido, la tormenta se originó por la ola de frío que ha azotado en los últimos días a Estados Unidos y a Europa. El experto de Met Office explica que “con las presiones altas el clima frío se extiende al sur más de lo normal”.
Aïn Séfra se ubica a unos 1.000 metros sobre el nivel del mar cerca a la cordillera de Atlas que separa las costas del mediterráneo, el océano atlántico y el desierto del Sahara.
La localidad es conocida como la “puerta del desierto” por su aproximación geográfica a uno de los desiertos más grandes del mundo, por lo que es inusual que este tipo de fenómenos ocurra, explica Severe Weather Europe, entidad que agrega que la nieve también era visible desde imágenes satelitales.
El Sahara es uno de los lugares más secos y más calientes del Planeta, teniendo temperaturas de más de 50 grados centígrados.
Las imágenes que circulan por las redes sociales le han dado la vuelta al mundo; las fotografías han sido captadas por el fotógrafo aficionado Karim Bouchetata, residente en la ciudad argelina.
De igual manera, según informa el diario Daily Mail, los fuertes vientos del año pasado causaron estragos en las carreteras, dejando a pasajeros en autobuses por consecuencia del hielo en las calzadas llegando a alcanzar hasta un metro de grosor.
Así mismo, los niños aprovecharon la ocasión para cambiar arena por nieve y así poder salir a las calles para jugar entre las dunas y la nevada, formando muñecos de nieve entre los montículos de arena que alcanza hasta unos 193 metros de altura además de diseñar carreteras para los trineos.
Mientras en el otro lado del mundo los norteamericanos enfrentan un duro invierno, en la bahía de Buzzards al sur de la península del condado Falmouth, Massachusetts, en Estados Unidos, causó el congelamiento del mar debido a las bajas temperaturas.
La temperatura en dicho lugar ha alcanzado los -20 °C; las personas del mismo puerto pudieron caminar sobre el mar causando el impacto de los residentes y de la comunidad internacional. Algunos residentes de mayor edad comentaron a los medios de comunicación que esta sería la tercera vez en unos 80 años en que la bahía se congela.
Respecto al cambio climático, los australianos enfrentan un duro verano registrando una temperatura de 47,3 grados centígrados, una cifra que no se registraba en el termómetro de la ciudad de Sídney desde 1939.
El gobierno ha organizado un plan de riesgo contra incendios prohibiendo a la población nacional las fogatas. De acuerdo con la Oficina Meteorológica de Australia, el verano no supera los 26 grados centígrados, efectos que provocan días de calor extremos en uno de los suburbios más grandes y poblados de esta parte del continente.
Latin American Post | Miguel Ángel
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