¿Son los electrodomésticos amigables con el planeta?
Algunos utensilios domésticos en nuestros hogares pueden producir efectos negativos en el medio ambiente. Acá le contamos de qué forma
Encender la televisión, secar la ropa en una secadora e incluso usar una cafetera, son actividades que se realizan sin tener en cuenta el gasto de energía que se emplea y sus repercusiones para el medio ambiente. Si bien el impacto ambiental no es el mismo en una plancha (que se usa una vez a la semana), con los electrodomésticos que permanecen encendidos todo el tiempo, la situación cambia.
Un aire acondicionado y una nevera, no solo requieren bastante energía para funcionar, sino que también pueden afectar la capa de ozono una vez son sometidos a un proceso de reciclaje inadecuado. De hecho, un estudio realizado por la Unidad de Planeación Minero Energética (UPME), reveló que una nevera con diez años de antigüedad, puede llegar a consumir hasta el 50% de la energía que se usa en un hogar, pues anteriormente los electrodomésticos no eran diseñados para ser eficientes y amigables con el medio ambiente.
En palabras de Florecia Leal, directora de la Cámara de Electrodomésticos de la ANDI, “el hecho de que se consuma energía no es dañino. Lo importante es que sea eficiente, que la trasforme en lo que se necesita. Por ejemplo, un bombillo que genera energía para producir luz es eficiente, pero cuando se tiene que calentar para hacer la luz, es ineficiente, porque se le va mucha energía”, explica.
Aunque el consumo debe ser tenido en cuenta la hora de sopesar la idea de remplazar un electrodoméstico, desechar estos aparatos también se puede convertir en un dolor de cabeza que puede afectar al medio ambiente. Por eso, según Luisa Fernanda López, consultora de la Unidad Técnica de Ozono, es importante entender que algunos electrodomésticos cuentan con una cantidad de gases en su interior que deben ser reciclados correctamente. “Los elementos no aprovechables, como algunos gases refrigerantes, espumas de poliuretano y aceites, se extraen de manera segura y se gestionan adecuadamente, evitando que generen impactos negativos para el planeta”, afirma.
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Entrégala y ahorra
Ante la problemática y con el ánimo de poder dar cumplimiento al Protocolo de Montreal frente a la reducción del 20% de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero para el año 2030, la ANDI ha dispuesto en Colombia el programa “Entrégala y ahorra”. La medida que solo aplica para remplazar neveras en los hogares de estratos 1,2 y 3, busca que la gente remplace su viejo electrodoméstico a cambio de un descuesto en el impuesto de su compra (IVA). Para ello los propietarios deben entregar la nevera vieja y remplazarla por una de un valor no superior a $1’183.669 pesos.
Aunque el ahorro no parezca significativo, lo cierto es que este se podrá ver reflejado en la cuenta de cobro del servicio de energía, el cual puede llegar a disminuir hasta en 125.000 pesos anuales.
Ahora, según Leal, no se trata de cambiar por cambiar, pues muchas veces el gasto de energía que se puede emplear en un proceso de reciclaje puede ser superior al gasto de energía que emplea un electrodoméstico en buen estado. Solo se trata de remplazar aquellas neveras viejas y que fallan. “Las neveras tienen un compresor que hace ruido. Cuando la nevera hace ruido todo el tiempo y es vieja, significa que no está funcionando bien”, cuenta Leal.
Así, identificando el estado del electrodoméstico, el ahorro no solo se verá reflejado la cuenta de energía sino también en la reducción de emisiones de gases, que pueden llegar a equivaler en un año, a las emisiones de un auto compacto en un viaje de ida y vuelta de Bogotá a Medellín.
Latin American Post | María Alejandra Gómez
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