Medio ambiente

Terremoto en Indonesia y otras catástrofes naturales que tienen a Asia en emergencia

Los numerosos desastres ambientales y meteorológicos que están ocurriendo en Asia no son hechos aislados, sino que obedecen, en el mayor de los casos, a un denominador común: el cambio climático que trae consigo inseguridad alimentaria y grandes estragos sociales y ambientales.

Terremoto

Foto: Pixabay-Imagen de Referencia

Julián Andrés Pastrana Cuéllar

Escucha este artículo

Read in english: Earthquake in Indonesia and Other Natural Disasters that Have Asia in Emergency

Un fuerte movimiento telúrico en la isla indonesia de Java deja, hasta el momento, un saldo de 268 muertos y más de mil heridos, según reporta el medio alemán DW.  El sismo tuvo una magnitud de 5,6 y tuvo su epicentro cerca de la localidad de Cianjur, ubicada a 75 kilómetros de Yakarta.

Con una profundidad de 10 kilómetros, el potente terremoto segó la vida de cientos de lugareños que murieron aplastados bajo los escombros de los edificios. Muchas de las víctimas fueron niños que en ese momento se encontraban en sus escuelas. Las autoridades del país asiático calculan que 22.000 viviendas sufrieron daños y más de 58.000 habitantes de la zona fueron desplazados. Además, la Agencia Nacional para la Gestión de Desastres (BNPB por sus siglas en indonesio) reporta que el acceso a algunas zonas aisladas, para adelantar las labores de rescate, se ha visto obstaculizado por daños que el sismo ocasionó en las carreteras de la región.

Esta catástrofe natural se suma a otras que han afectado a países de Asia en los últimos meses, como las inundaciones que sufrió Pakistán recientemente y las sequías extendidas en diversas zonas del continente en el verano anterior. Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), este fenómeno ha provocado la muerte de 1.500 personas, 552 de ellas niños. Sumado a esto, se estima que ocho millones de personas han tenido que desplazarse por este evento natural que también ha dejado puentes y carreteras totalmente destruidas. Otro efecto colateral de estas inundaciones ha sido la propagación de enfermedades como el paludismo cerebral, para cuyo padecimiento no hay medicamentos.

La situación se agrava por cuanto la ONU calcula que hay que esperar al menos seis meses para que el agua descienda de nivel. Uno de los grupos poblacionales más afectados por la catástrofe son los refugiados afganos, pues, se estima que alrededor de 800 mil de ellos residen en distritos azotados directamente por las anegaciones.

Te sugerimos leer: Balance de la COP27: avance en justicia climática, pero a pasos demasiado lentos

Fenómenos meteorológicos extremos en toda Asia causan estragos 

Indonesia y Pakistán no son los únicos países asolados por desastres naturales en Asia. De acuerdo a la Organización Meteorológica Mundial (OMM), todo este continente está sufriendo los rigores de eventos de este tipo desencadenados por el cambio climático. Por eso, no es extrañar que las islas asiáticas y del pacífico, y países como Pakistán, ejercieran una fuerte presión en la COP27 para conseguir justicia climática. Aunque, si bien cierto que la ocurrencia de un terremoto no se podría achacar al calentamiento global, este sí ha sido el detonante de otros fenómenos como las sequías, las crecidas de los ríos y los deslizamientos de tierra. 

Al menos, así lo evidencia el informe sobre el estado del clima en Asia en 2021 elaborado por la OMM, del cual se infiere que el cambio climático está afectando a las personas, la economía y el medioambiente, lo que a su vez está recrudeciendo la inseguridad alimentaria y frenando el desarrollo sostenible. Pese a que aún no hay informe del 2022, la tendencia se ha mantenido.

El verano pasado fue uno de los más fuertes en toda la historia del continente. China vio disminuido en dos terceras partes el caudal de su río más importante, el Poyang, y muchas hidroeléctricas vieron detenido o disminuido su funcionamiento. Asimismo, varias ciudades batieron récords en sus temperaturas récord, superando los 45 grados centígrados. 

Según este informe, cada vez son mayores las pérdidas económicas derivadas de estos desastres naturales. Por ejemplo, en las últimas dos décadas, “las pérdidas económicas, fruto de las sequías, han aumentado un 63 %, las causadas por las crecidas se han incrementado en un 23 % y las debidas a los deslizamientos de tierras han crecido un 147 %”. En este sentido, estas preocupaciones ambientales y humanitarias se extienden al terreno económico, Martin Raiser, vicepresidente del Banco Mundial para la región de Asia meridional, señaló en un comunicado de prensa de octubre que Asia meridional afronta una fuerte crisis. Una pandemia, cambios repentinos en la liquidez mundial y en los precios de los productos básicos, y desastres causados por fenómenos meteorológicos extremos se consideraban riesgos potencialmente devastadores, aunque con pocas probabilidades de materializarse. Sin embargo, las tres catástrofes se sucedieron rápidamente en los últimos dos años y están poniendo a prueba a las economías de Asia meridional”, señaló el experto.

Por si fuera poco, en lo corrido del 2021, se presentaron 100 casos de peligros naturales en Asia -en su mayoría crecidas y tormentas- que cobraron la vida de 4.000 personas, afectaron a 43,3 millones de individuos y supusieron pérdidas económicas por el orden de los 35.600 millones de dólares.

Fortalecimiento de las alertas tempranas

Con el fin de contrarrestar estas afectaciones, Petteri Taalas, Secretario General de la OMM, recomienda fortalecer los sistemas de alerta temprana. “La iniciativa de las Naciones Unidas denominada Alertas Tempranas para Todos ayudará a proteger a la población de los fenómenos meteorológicos extremos, cuya intensidad y frecuencia no dejan de aumentar. En este sentido, en Asia hay grandes deficiencias que deben solventarse”, puntualiza el directivo.

Por su parte, Armida Salsiah Alisjahbana, Secretaria General Adjunta de las Naciones Unidas y Secretaria Ejecutiva de la CESPAP, manifiesta que “dado que las crecidas y los ciclones tropicales son la causa de las mayores pérdidas económicas de la región, las inversiones en adaptación deben destinarse de forma prioritaria a medidas preventivas y de preparación”.

Related Articles

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

Botón volver arriba