México: el escandaloso silencio del caso Odebrecht
Casi toda América Latina se encuentra conmocionada por los escándalos de corrupción de la firma brasileña, excepto México
Fue en 2014 con el escándalo «Lava Jato» cuando se supo que la firma constructora brasileña Odebrecht inflaba costos en proyectos para Petrobras, que llevó al gobierno de Brasil a comenzar con una ola de investigaciones por las que Marcelo Odebrecht fue condenado a 19 años de prisión. La política brasileña se cimbró con acusaciones contra diversos funcionarios, entre ellos el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, quien aunque no está en prisión, recibió una condena de 9 años, la cual fue apelada.
El caso de Odebrecht encendió las alarmas en toda América Latina en diciembre de 2016, cuando el Departamento de Justicia estadounidense reveló documentos sobre sobornos por 788 millones de dólares, en diversos proyectos en 12 países de Latinoamérica y África, en un lapso de 15 años. Rápidamente salieron a la luz los pormenores y con la colaboración del empresario brasileño, se ha llevado a juicio y a prisión a funcionarios de diferentes países. El escándalo mediático se encendió como pólvora, lo que transformó el panorama político de cada país, pero con una notoria excepción: México.
¿Qué ha pasado con el caso Odebrecht en México?
Según información que el mismo Odebrecht proporcionó, la empresa obtuvo contratos de gran envergadura con sobornos a diferentes funcionarios de todos los niveles. Sin embargo, ni los medios locales hicieron gran eco de las acusaciones, ni el gobierno mexicano manifestó interés en desarrollar una investigación profunda. Particularmente se debe a que uno de los principales señalados en este caso fue Emilio Lozoya Austin, el Coordinador de Asuntos Internacionales de la campaña del actual presidente Enrique Peña Nieto, quien fue acusado de recibir 4 millones de dólares en 2012 (año en que fue elegido presidente Peña Nieto) y otros 6 millones cuando Lozoya era director de la paraestatal Petróleos Mexicanos; las acusaciones fueron negadas por el director de PEMEX, quien contrató un fuerte equipo legal para enfrentar los señalamientos, acudiendo ante la Procuraduría General de la República para comparecer sin mayor contratiempo.
Recientemente el grupo de investigación periodística QuIGNORE INTO Elemento Lab reveló videos en los cuales Luis Alberto de Meneses Weyll, exdirector de Odebrecht en México, testificó sobre el dinero entregado a Lozoya, que volvió a negar las acusaciones, provocando apenas un pequeño escándalo comparado con los sucedidos en toda Latinoamérica. Este ha sido el tenor de la impunidad en México durante el sexenio del presidente Peña Nieto, con tres casos emblemáticos:
- El caso del exgobernador de Veracruz, Javier Duarte, señalado por corrupción y cercano al círculo del presidente, caso del que nunca se tomaron cartas en el asunto, lo que le permitió huir, aunque fue detenido meses después y enfrenta proceso.
- «La Casa Blanca», una propiedad con valor de 7 millones de dólares, construida por Grupo Higa (ganador de la licitación del tren México-Toluca), empresa con la que el presidente ha tenido una larga relación desde su etapa como gobernador del Estado de México. La investigación, oficialista, no arrojó resultados, entonces la Primera Dama Angélica Rivera, informó públicamente que era propiedad suya, producto de su carrera artística en la empresa Televisa.
- La desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa en 2014, que tras una larga y poco transparente investigación, tampoco arrojó resultados y hundió aún más la popularidad del presidente.
Durante el sexenio actual, Odebrecht obtuvo, entre otras cosas, el contrato para un tramo de gasoducto, con un valor de 935 millones de dólares en 2014, por el cual pagaron 10 millones de dólares de sobornos. El silencio de los medios oficialistas mexicanos y del gobierno enmarcan la impunidad en la que se encuentra el país, el caso Odebrecht sigue haciendo escándalo, pero no en México.
Latin American Post | Luis Liborio
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