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México: Los interrogantes que aún deja la masacre de Tlatelolco

Medio siglo después de la tragedia, muchas preguntas siguen sin respuesta

México: Los interrogantes que aún deja la masacre de Tlatelolco

El 2 de octubre, se cumplieron 50 años de uno de los momentos más oscuros de la historia de México. Aquel día de 1968, año que estuvo marcado por el Mayo Francés –en el que los estudiantes de izquierda y la clase trabajadora se rebelaron contra el Gobierno impulsando la mayor huelga general del país galo- miles de jóvenes mexicanos salieron a las calles del Distrito Federal para protestar contra el entonces presidente Gustavo Díaz Ordaz.

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Tan solo quedaban 10 días para la inauguración de los Juegos Olímpicos, que se celebraban por primera vez en Latinoamérica, y el mandatario no estaba dispuesto a que las cada vez más numerosas protestas, que se venían produciendo desde julio, empañasen el evento deportivo más importante del mundo.

Tal y como recuerda el diario El País de España, el germen de las protestas está en el Consejo Nacional de Huelga (CNH), una delegación de estudiantes provenientes de más de 70 universidades del país que empezaron a organizar, en los meses previos a la masacre, actos y manifestaciones en protesta por la violación de la autonomía universitaria por parte del Gobierno durante el verano de ese año, en las que la Policía usó la fuerza para reprimir concentraciones contrarias a la gestión de Díaz Ordaz.

 

 

El CNH comenzó a crecer hasta alcanzar los 240 delegados, y si bien el mundo miraba hacia México por la cita olímpica, los estudiantes quisieron hacer visible su indignación con lo que ellos consideraban una continua injerencia del Gobierno en sus derechos, y empezaron a exigir la disolución de los “Granaderos” (policía antidisturbios), así como la puesta en libertad de presos políticos y líderes estudiantiles arrestados durante las revueltas de julio y agosto.

Según indica BBC Mundo, el presidente mexicano estaba convencido de que aquellas revueltas estudiantiles -muchas de ellas riñas entre los propios jóvenes- tenían como intención dañar la imagen del país durante la cita olímpica.

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Así fue como Díaz Ordaz recurrió a la mano dura para demostrar que tenía todo bajo control y podía sofocar de forma efectiva cualquier situación de violencia. Después de 1968, el mandatario reconoció que “habían agotado todos los recursos políticos por lo que se tuvo que usar la fuerza”.

Actualmente, no hay claridad sobre quién provoco el inicio de la represión. El Gobierno siempre defendió que entre los estudiantes que había en la concentración se encontraban personas armadas que empezaron a disparar contra las fuerzas del orden. Por el contrario, testigos y supervivientes de la matanza siguen defendiendo que lo que se produjo fue una autentica caza a toda persona que no fuera policía o “Granadero”. Por eso entre las víctimas mortales -que según fuentes oficiales no llegaron a la treintena pero que pudieron ser entre 300 y 400 de acuerdo a relatos posteriores de testigos presenciales- había personas ajenas a los enfrentamientos como niños, ciudadanos de a pie o periodistas.

Medios como CNN indican que existe la posibilidad de que el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, podría reabrir la investigación de esta tragedia. Mientras toma una decisión, miles de personas recordaron este capítulo negro de la historia mexicana con una masiva manifestación por las calles de la capital.

 

LatinAmerican Post I José María González Alonso 

Copy edited by Laura Viviana Guevara Muñoz

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