Reportaje: ¿Olvidados? Este es el panorama de los museos en Bogotá

Lo que sucedió en el Museo Nacional de Brasil podría repetirse en Colombia si no protegemos e invertimos en nuestros museos

El 3 de septiembre, la noche de Río de Janeiro se iluminó con el incendio del Museo Nacional. Las llamaradas consumieron unos de los museos más importantes del mundo. En las primeras declaraciones para los medios brasileños, la subdirectora de la institución Cristina Serejo, afirmó “que las llamas habían consumido cerca del 90% de las piezas del lugar”. El 10% restante, en lo que se encontraba el meteorito de Bendegó, partes de la biblioteca y ciertas piezas de cerámica.

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A la mañana siguiente, se podía observar con claridad cómo las llamas arrasaron uno de los acervos más importantes del mundo. Sin lugar a dudas la noticia fue un claro llamado para saber los motivos de lo sucedido. Cuando Michel Temer subió al poder en 2016 hubo un importante recorte al presupuesto que se le daba al Museo.

Los empleados que trabajaban en el museo habían denunciado la falta de recursos para la conservación del museo y para la reparación de las instalaciones, las cuales presentaban varias fallas. No era un secreto, que la falta de atención a uno de los museos más importantes del mundo, recién en junio había cumplido 200 años, fue culpa de los recortes que había aprobado el gobierno brasileño.

Al respecto, LatinAmerican Post habló con Gustavo Ortiz, director del Museo de Arte Contemporáneo de Bogotá, quien afirmó que “la lección de Brasil es muy importante, porque alertó a los museos de todo el mundo para revisar sus políticas internas, su estrategia de salvamento. Nosotros aquí en el Museo de Arte Contemporáneo de Bogotá, desde hace cinco años iniciamos un proceso de acreditación internacional y tenemos una estrategia de salvamento de las obras, tenemos una política digamos de conservación de las obras, que normalmente pues no se construye de la noche a la mañana”.

Asimismo, la directora del MAMBO (Museo de Arte Moderno de Bogotá) Claudia Hakim, afirmó a este medio que “eso nos puede pasar a todos. Este museo perfectamente, como no está asegurado, no tenemos aspersores, tenemos extIGNORE INTOres. Estamos expuestos a eso. Sea un museo de madera, concreto, ladrillo (…)”.

Por otro lado, María Constanza Toquica, directora de los museos Santa Clara y Colonial de la ciudad de Bogotá y en entrevista con este medio, reveló que “lo que sucedió en Brasil, es el efecto causado por una desatención de la dirección del museo y del gobierno de no proteger el patrimonio. Es un ejemplo de crisis, de gobernabilidad, donde la historia, el patrimonio, no solo a nivel Nacional sino global, pues no le importa mucho a los gobiernos de turno”.

Con este panorama, entonces vale la pena preguntarse ¿Cómo está la situación de los Museos en Bogotá? LatinAmerican Post pudo contactar a tres directores de museos (2 privados y 1 público) para comprender que tanto presupuesto se les destina a estos y cómo es la situación en cada uno.

EL panorama de la inversión de los museos en Bogotá

Si se tiene en cuenta un informe del Ministerio de Hacienda sobre el presupuesto general de la nación para 2018, cultura ha sido uno de los sectores menos beneficiados en cuanto a inversión. De un presupuesto total de $235 billones de pesos colombianos, un poco más de $300 mil millones se destinaron a la cultura del país cafetero a inicios de este año, o al menos esa fue la inversión proyectada. El sector cultural solo está por encima de Información estadística, Ciencia y Tecnología, Deporte y Recreación, e Inteligencia.

Si se compara ahora con el presupuesto destinado para 2017, el cual fue de $408 mil millones, el panorama no es muy alentador pues este se vio reducido. Entonces, ¿qué hay de los museos? ¿Cuál es el panorama de inversión que se destina a estos espacios de conocimiento y preservación de nuestro patrimonio material e inmaterial? Las cifras hablan por sí mismas. Según un reporte del Ministerio de Cultura, dentro de los renglones de la inversión del patrimonio de la nación, de la que los museos hacen parte, a estos todavía se les destina menos dinero anualmente.

Y sólo hablamos de los museos que hacen parte del mismo ministerio, como lo son el Museo de Santa Clara, el Museo Colonial y el Museo Nacional de Colombia, por nombrar algunos. La inversión en total es de $4.513 millones, menos de la mitad que el presupuesto otorgado sólo para la “restauración, ampliación física, mantenimiento y puesta en funcionamiento del Teatro Nacional de Cristóbal Colón”, el cual es de $15.909 millones.

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La directora del Museo de Santa Clara y el Museo Colonial explicaba que “desde el Ministerio de Cultura nos dan el presupuesto de funcionamiento, y de la parte administrativa el ministerio nos colabora con estos temas básicos de mantenimiento de sedes y de tener lo básico cubierto. Durante cuatro años se restauró y se renovó el Museo Colonial. Fue una inversión gruesa que hizo el gobierno de invertir cerca de $7.000 millones de pesos para arreglar el edificio”.

Esta es una cifra que ciertamente da cuenta de algo que va mucho más allá de cómo se reparte el presupuesto en estos museos que dependen del ministerio, pues este a su vez depende de la inversión del gobierno, incluso del presupuesto que el mismo Distrito destine anualmente al sector cultural para la protección de estos espacios.

La directora del MAMBO comentaba que “nosotros como museos privado tenemos los aportes del Distrito. Es algo mínimo, es un apoyo muy pequeño. También tenemos un apoyo del Ministerio que es 3 veces más de lo que nos da el Distrito y eso no los dan ellos para hacer proyectos muy puntuales”, más específicamente de educación y contenido.

No obstante, dentro de ese apoyo no entran los pagos administrativos que es donde el museo tiene problemas, algo que han tratado de solucionar cobrando una entrada de $10.000 pesos, $7.000 para los estudiantes; así como con algunos eventos que se llevan a cabo y mediante los productos que se pueden encontrar en la tienda. De hecho, recientemente en el MAMBO se realizó una gala en la que recaudaron fondos que les van a servir para mantenerse al menos unos seis meses. Este es un aporte con el que el museo podrá continuar funcionando, lo cual supone un respiro muy grande para ellos. “Mantener un museo es difícil”, comentaba.

En el caso del MAC, el museo pertenece a la Universidad Minuto de Dios. De manera que, y como detallaba el director del museo, “los salarios, la administración, el mantenimiento, el edificio y la operación del museo está fraccionada con todo el proceso netamente administrativo de la universidad. También tenemos algunos contratos, convenios y alianzas con algunas instituciones, tanto con IDARTES, con el Ministerio de Cultura”.

Sin embargo, para él son muy escasas e irregulares las políticas culturales del gobierno colombiano. Si bien sí existe una ley de cultura, no hay una de museos o al menos esta no ha sido creada, lo cual resulta ser desafortunado, comentaba.

Entonces, ¿cuál es la importancia de los museos y por qué se deberían invertir en ellos?

Lo anterior teniendo en cuenta que según la Encuesta de Consumo Cultural realizada por el DANE el 2016 (y la cual se realiza cada dos años), tan solo el 12.3% de los colombianos, encuestados dentro de cabeceras municipales de 29 departamentos del país, asistieron a museos.

Así, Hakim afirma frente a la parte cultural que “todavía nos falta entender la importancia de un museo. El museo es un sitio de experiencia, siempre ha sido un sitio de convocatoria, de diálogo. El arte tiene un poder de convencimiento, una manera creativa de hacer pensar diferente a la gente. El arte ya no se volvió de técnica, nosotros con el contenido educativo generamos muchas maneras de que las personas abarquen la obra o el contenido. El museo se vuelve un sitio de experiencias para tu vida diaria”.

El museo es ese lugar de estudio y preservación tanto del patrimonio como de la memoria de la humanidad, en la medida en que nuestra historia está inscrita en cada una de las piezas que componen ese espacio. En ese sentido, el museo también es ese “legado que le estamos dejando a las siguientes generaciones de lo que sucedió en la historia de los procesos de cada nación y de nuestro planeta”. Así lo explica Ortiz, para quien es necesario comprender que un museo no puede ser concebido sólo como un gasto, sino como una inversión.

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Al ser un patrimonio no solo colombiano, sino del mundo, estos deben ser preservados. De hecho, hay artículos y decretos sobre el patrimonio que se encargan de velar por la protección de los bienes culturales de la nación. Pero ¿qué pasa cuando los museos que son protegidos son los públicos y no hay leyes que cobijen de tal manera a los museos privados, o si existen están muy desdibujadas?

Solo hay que ver la Ley de 1185 de 2008 y compararla con el decreto 763 de 2009. Mientras uno habla sobre apoyo de todos los museos existentes, el otro habla sobre protección sólo de los bienes públicos. Mucha razón tenía el director del MAC cuando comentaba que no hay una Ley de Museos y tampoco hay claridad sobre las políticas culturales del país.

Según él, “la ley general de cultura estableció una serie de parámetros, pero poco a poco se ha ido consiguiendo la Ley de Cine, la Ley de Teatro”. Sin embargo, todavía “falta por construir precisamente la Ley de Museos que permitiría tener a los museos una mayor relevancia a nivel presupuestal y también una injerencia en todo lo que son los bienes culturales del país”.

Por otro lado, se tiene que entender que los museos ya no pertenecen al ideal de la alta cultura, y que éstos sólo están destinados para aquellos que puedan acceder a los museos. Se tiene que cambiar esa percepción de que los museos pertenecen a solo unos cuantos pocos.

Hoy en día, existen desde tarifas especiales hasta promociones, como que el último domingo del mes el ingreso a los museos bogotanos sea gratis. Así mismo, las entradas a los museos no suelen representar un gran costo. Pues, para asistir al MAC se tiene que pagar $3.000 pesos (no alcance a ser USD $1); para el MAMBO se tiene que pagar $10.000 pesos (USD $3.14) y para el Museo de Santa Clara $3.500 pesos ( USD $1.10).

Respecto a lo anterior, Ortiz afirma que uno de los ideales que tiene el museo, bajo la obra del Minuto de Dios, es hacer que “la gente tuviera acceso a todos los bienes, incluido los culturales”. Así mismo, desde el MAMBO, existen varios programas en donde se trata de incluir el museo en las actividades de las personas. Una de estas se llama “Parchando en el MAMBO”, donde la institución da la posibilidad de que estudiantes, vayan al museo para realizar diferentes actividades con la exposición que esté en ese momento, siendo así un “taller experimental”.

Otra forma de acercar más a las personas a los museos, en este caso el MAMBO, es mediante el MAMBO viajero. Un contenedor que viaja a través de 10 localidades de Bogotá, y en donde “se hace un resumen muy completo de lo que es la exposición del momento. Se llevan talleres, cuadernos especiales con actividades, material audiovisual. Eso tiene unos guías y dura una semana en cada localidad”, cuenta Hakim.

Entonces, queda claro que la importancia de los museos va más allá de ser una institución rígida y lejana. Asociada a esta idea de que solo unos son aptos para visitarla. Dentro de ellos existen registros históricos, culturales y artísticos que retratan los que éramos y lo que somos. Para evitar una tragedia como lo sucedido en Brasil, es necesario invertir en ellos, destinar un poco más del presupuesto, visitarlos.

LatinAmerican Post | Laura Viviana Guevara Muñoz y Diana Laura Rojas Leal

Copy edited by Marcela Peñaloza

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