Perú celebra al Papa León XIV con esperanza y fe firme

Los peruanos están de fiesta hoy, ya que el Papa León XIV, originario de Chiclayo, asume el más alto cargo de la Iglesia Católica. Ciudadano peruano desde hace años, combina perfectamente su herencia latinoamericana con el liderazgo global, generando conversaciones sobre fe, identidad y los desafíos contemporáneos que enfrenta la Iglesia.
Una identidad compartida que cruza continentes
A mitad de su discurso inaugural—pronunciado parcialmente en italiano—el Papa León XIV hizo una pausa para hablar en español, sonriendo cálidamente al saludar a “mi querida Diócesis de Chiclayo, en Perú”. Este momento resonó con fuerza en todo el país, donde las campanas repicaron al unísono al difundirse la noticia.
Durante décadas, dividió su vida entre Estados Unidos y Perú. Nacido como Robert Francis Prevost en Chicago en 1955, hijo de padres de ascendencia franco-italiana y española, inició un camino que lo llevó a servir a la Iglesia Católica en Perú. En 1985, tras estudiar teología en Chicago y derecho canónico en Roma, fue asignado a una misión agustiniana en Piura. Se trasladó a Trujillo un año después, forjando vínculos duraderos con el pueblo peruano.
En 2014, el Papa Francisco lo nombró obispo de Chiclayo, un cargo significativo en el norte peruano. Tras convertirse en ciudadano peruano, a menudo se refería al país como “mi segunda patria”. La presidenta Dina Boluarte declaró a BBC News: “El papa es peruano por elección y convicción”, reflejando el orgullo nacional. Afuera de la catedral de Lima, la profesora Isabel Panez expresó lo mismo: “Para nosotros los peruanos, es motivo de orgullo que este papa represente a nuestro país”.
Liderazgo de base en Chiclayo
Durante su tiempo como obispo, el ahora Papa León XIV se ganó fama por su ayuda directa. Su entrega se evidenció en las lluvias torrenciales de 2022, cuando caminó entre el barro para llevar alimentos y mantas a pueblos aislados. “No tiene problema en arreglar un camión descompuesto hasta que funcione”, recordó Janinna Sesa, voluntaria de Cáritas. A la AP le relató que dormía en un colchón delgado en el suelo, comía papas, queso y maíz dulce, y no rechazaba un asado con Coca-Cola cuando se presentaba.
Sesa también resaltó su compromiso con la salud: promovió la compra de dos plantas de oxígeno durante la crisis del COVID-19. Perú perdió a más de 217,000 personas, y la escasez de oxígeno fue crítica. “Trabajó tanto que logró no una, sino dos plantas de oxígeno”, dijo a la BBC.
Su estilo pastoral recuerda al del Papa Francisco, con quien tiene un vínculo cercano. Edinson Farfán, actual obispo de Chiclayo, dijo que León XIV absorbió profundamente la cultura local y promovió una “Iglesia de puertas abiertas”. Farfán agregó que su predecesor fue transformado por la calidez y fe del pueblo.
En sus primeros años, Prevost bromeaba diciendo que había pasado “de Chicago a Chiclayo—la única diferencia son unas pocas letras”, según la feligresa Diana Celis. Pero esas “pocas letras” simbolizaban una enorme transición cultural. José Luis Pérez Guadalupe, exministro que supervisó su nacionalización, lo describió como “un hombre muy atento y reflexivo, que escuchaba más de lo que hablaba”.
Controversias y desafíos por venir
Aunque el orgullo nacional es evidente, no todos los peruanos valoran su trayectoria sin reservas. En 2023, tres mujeres denunciaron públicamente que, como obispo, no investigó debidamente acusaciones de abuso sexual por parte de dos sacerdotes en 2007. Dijeron haber planteado el caso en 2022, sin obtener una indagación formal. La diócesis respondió que los sacerdotes fueron suspendidos preventivamente y que el caso fue remitido al Dicasterio para la Doctrina de la Fe. Roma decidió no continuar con el proceso canónico.
Estas dudas acompañan ahora al Papa León XIV en su liderazgo global. Observadores afirman que su disposición a enfrentar las denuncias con transparencia podría reforzar o debilitar su autoridad moral. Sus experiencias previas podrían ser clave para enfrentar los complejos retos de una Iglesia que clama por reforma.
No obstante, muchos peruanos conservan la esperanza. Cuando las protestas antigubernamentales de 2023 sacudieron el país y dejaron casi 50 muertos, él expresó su dolor, mostrando sensibilidad por los sufrimientos locales. Esa empatía también se reflejó en su despedida en 2023, cuando el Papa Francisco lo nombró prefecto del Dicasterio para los Obispos y presidente de la Comisión Pontificia para América Latina.
Ahora, como Papa León XIV, inicia una nueva era. Peruanos como Thomas Nicolini, estudiante chiclayano en Roma, esperan que su papado “reavive la fe que los jóvenes han perdido”. “Una zona hermosa, pero que necesita mucha esperanza”, comentó sobre Chiclayo.
En una Iglesia que busca unidad entre crisis, un papa con experiencia directa en una de las regiones más vibrantes y desafiantes de América Latina podría ofrecer una visión renovada. Desde abordar escándalos de abuso hasta promover la justicia social y el diálogo, el Papa León XIV encarna las esperanzas de millones que ven en él una expresión de la compasión y fortaleza del Perú. Su humildad característica y enfoque comunitario podrían redefinir la manera en que la Iglesia se conecta con los más marginados.
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En Chiclayo, las celebraciones continúan en la Catedral de Santa María. Muchos creen que sus vínculos con Perú enriquecerán la historia de la Iglesia a nivel mundial, impulsando una nueva etapa de servicio, responsabilidad y diálogo entre culturas.