Puerto Rico quiere levantarse
Tras el paso del huracán María por la isla, las consecuencias son incalculables y la desesperación empieza a tomar control de la situación
Read in English: Puerto Rico: the frenzy after the storm
Puerto Rico quedó devastado luego que el huracán María azotara la isla. Tras considerar la gravedad de las consecuencias, el islote tuvo que ser declarado en estado de emergencia. María se convirtió en la peor tormenta que ha atravesado al territorio no incorporado estadounidense en los últimos 80 años.
El saldo final fue de 16 personas muertas y daños materiales millonarios. La isla quedo sin energía eléctrica y países como Cuba ya han ofrecido ayuda para la reconstrucción. Además, la red de Internet estuvo damnificada por lo cual los boricuas tuvieron que esperar varios días para poder comunicarse con sus familiares fuera del islote.
Debido a la magnitud de la tragedia, Puerto Rico aún se encuentra bajo toque de queda, el cual inicia desde las seis de la tarde y está establecido por tiempo indefinido. Por su parte, se espera que el aeropuerto empiece a funcionar en los próximos días, ya que se estima que alrededor de mil turistas quieren salir de la isla y se encuentran atrapados.
San Juan, capital de Puerto Rico, esta devastada en cerca de un 60%; las zonas que no se encuentra tan afectadas por el huracán se encuentran inundadas por las lluvias que cesaron hasta el pasado domingo. Las vías serán la prioridad para empezar la reconstrucción de la isla pues de estas depende que la ayuda pueda ser movilizada hacia los lugares más remotos y apartados.
Aunque ya se completa casi una semana desde que María tocó tierra en Puerto Rico, las consecuencias más graves empiezan a surgir. Los hospitales están trabajando a toda su capacidad, pero se teme que las plantas eléctricas empiecen a fallar como consecuencia de la ausencia de combustible, así como de energía eléctrica. Debido a la crisis de la telefonía celular y el internet, los residentes de la isla tienen que desplazarse y hacer largas filas para acceder a los lugares donde hay señal y así comunicarse con sus seres queridos.
Las condiciones de vida empeoran con el paso de los días, pues conseguir los bienes necesarios se ha vuelto una ardua tarea; la gasolina también se ha convertido en un bien escaso que amenaza con desequilibrar más la situación. Para Puerto Rico, afectado por su enorme deuda y un sistema financiero básicamente en bancarrota, la reconstrucción aparece como un camino que será más largo de lo esperado pues los bancos tendrán que hacer cumplir sus las obligaciones hacia la gente, lo que supone una crisis aún más aguda.
Latin American Post | Carlos Eduardo Gómez Avella
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