¿Qué le espera al sucesor de Boris Johnson en el Reino Unido?
El aún Primer Ministro presentó su dimisión el 7 de julio, con lo que dejará una agenda dura para su sucesor en el gobierno del Reino Unido
Foto: Gobierno del Reino Unido
LatinAmerican Post | Luis Angel Hernández Liborio
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El Reino Unido se encuentra en una encrucijada, parece que el tiempo ha regresado unos siete años atrás en los que el tema de Escocia y el Brexit acaparaban los reflectores. El responsable de ello ha sido quien prometió terminar con los problemas: Boris Johnson, quien ante los malos resultados y el escándalo ha presentado su dimisión como primer ministro. El reto ahora será para el nuevo inquilino del 10 de Downing Street que tomará el cargo el próximo 5 de septiembre. La cuenta regresiva ya ha comenzado.
La salida de Boris Johnson
Johnson llegó al gobierno en una atmósfera crítica. David Cameron logró frenar el tema de la independencia de Escocia pero, en un intento de popularidad y simpatía hacía los más conservadores del Reino Unido, prometió el referéndum para el Brexit. Pese a su campaña para permanecer en la Unión Europea, el Brexit ganó renunciando así Cameron a su cargo. Con ello llegó Theresa May, también conservadora, con el objetivo de lograr un Brexit ordenado y eficaz, pero no lo logró. Boris Johnson, conservador y miembro del gabinete de May, se hizo con el cargo con un apoyo histórico para su partido. Johnson lo tenía todo: el apoyo popular, el de su partido y su carisma. Coincidió en tiempo con Donald Trump, con quien era comparado frecuentemente. Todo iba viento en popa para el premier británico, logró formalizar el Brexit y luego todo se vino abajo. El partido conservador implosionó y todo se volvió un caos.
A ello se sumaron escándalos en el manejo de su gobierno en temas fiscales, renuncias de altos cargos de su gabinete, denuncias de acoso entre los funcionarios de su gobierno y acusaciones de "deshonestidad" desde sus compañeros de partido. Por si fuera poco las relaciones con la Unión Europea no son las mejores, el manejo de la pandemia y la crisis económica pone tensos a los británicos y, para rematar, está la guerra entre Rusia y Ucrania en la que el papel de las potencias europeas, incluídos los británicos, no ha podido dar una salida al problema que ha generado un efecto inflacionario. La crisis económica y energética se sienten ya en los bolsillos de los ciudadanos.
La línea de sucesión al "trono"
El Partido conservador tiene ante sí el reto de elegir a un nuevo líder, ciertamente desde David Cameron han tenido tres gobiernos consecutivos en su poder. No obstante, los tres han sido inestables y han terminado en crisis. Ello no ha sido suficiente para que el Partido Laborista retorne al poder, los conservadores tendrán el cuarto gobierno consecutivo pero con problemas cada vez mayores. Como es natural, los nombres que más "suenan" para suceder a Johnson se encuentran entre los ex miembros de su gobierno, al menos nueve aspirantes han manifestado su intención. Destacan tres figuras, el primero es el ex ministro de Finanzas, Rishi Sunak, quien fue uno de los que presentó su renuncia en días pasados por diferencias en la política fiscal, Sunak no promete reducir impuestos, pero sí un férreo control de la deuda en un momento inflacionario que preocupa al mundo.
El segundo es Sajid Javid ex ministro de Salud, quien renunció casi a la par que Sunak. Casi en línea con Johnson, Javid busca en los recortes de impuestos la solución a los problemas económicos del Reino Unido. Parece ser que el tema fiscal será determinante para elegir al sucesor de Johnson.
El tercero de los nombres fuertes es el de una mujer: Liz Truss, ministra de Relaciones Exteriores, quien también aboga por un recorte de impuestos. A estos nombres se han sumado los de Rehman Chishti, la fiscal Suella Braverman, Tom Tugendhat, presidente de la comisión de exteriores de la Cámara de los comunes, y la lista sigue creciendo, lo que se vislumbra como una intensa batalla por ocupar el cargo.
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Escocia y el Brexit, vigentes casi una década después
Entre todos los problemas que aquejaron al gobierno de Johnson se encuentra el de Escocia, cuyo independentismo ha generado tensiones en la última década. En el gobierno del ex primer ministro David Cameron se llevó a cabo un referéndum por la independencia de Escocia. Por un margen cerrado ganó la permanencia en el Reino Unido, sobre todo por la promesa de mantenerse dentro de la Unión Europea, algo que sería difícil de concretarse tras la independencia. Pero a los escoceses les duró poco la promesa, en 2016 se votó a favor del Brexit en el Reino Unido dejándolos también fuera de la Unión Europea, lo que los escoceses consideraron un engaño. Esto ha sido aprovechado por los partidos independentistas de Escocia que, a través de la primera ministra Nicola Sturgeon, está impulsando desde hace tiempo un nuevo referéndum por la independencia. El nuevo primer ministro deberá frenar las aspiraciones escocesas, ya sea mediante un bloqueo legal al referéndum o, si se concreta la votación, prometer y dar cabida a las demandas principales de Escocia. Así, la explosión que representó el Brexit aún no termina de asentar los escombros.