América Latina 2024: Reflexiones sobre Triunfos y Desafíos
En 2024, América Latina experimentó cambios significativos: nuevos acuerdos comerciales, importantes transformaciones políticas y sorpresas económicas. El acuerdo comercial entre la UE y Mercosur se destacó, mostrando una fortaleza económica inesperada en la región que enfrentó un año lleno de cambios trascendentales y desafíos duraderos.
Un Acuerdo Comercial que Tardó 25 Años en Concretarse
Uno de los momentos más definitorios de 2024 fue la histórica finalización del acuerdo comercial entre la UE y Mercosur, un tratado en gestación durante 25 años. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, lo describió durante su visita a Montevideo como un logro monumental. Este acuerdo promete establecer una de las mayores zonas de libre comercio del mundo.
El pacto conecta las economías de Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay con la Unión Europea, posiblemente reconfigurando las rutas comerciales globales. Después de años de discusiones estancadas, el acuerdo marca una nueva era de cooperación en América Latina. El presidente argentino Javier Milei, inicialmente escéptico respecto a Mercosur, abandonó sus planes de salida y respaldó el acuerdo, demostrando la capacidad de la región para superar desacuerdos políticos en favor de beneficios globales mayores.
A pesar de los problemas actuales ‒como la resistencia de Francia en el Consejo Europeo‒, el avance del acuerdo muestra una renovada determinación entre los países sudamericanos para posicionarse estratégicamente en un mundo marcado por tensiones geopolíticas. Algunos argumentan que los lazos más estrechos entre Europa y América Latina reforzarán valores comunes y la autonomía económica en un escenario político mundial dividido.
Un espíritu más amplio de colaboración también emergió cuando Brasil fue sede de la reunión de líderes del G-20. En sus ambiciosos planes, Brasil propuso impuestos a los ricos y una reforma de los grandes bancos globales. A pesar de las tensiones sobre Rusia en Ucrania, los líderes brasileños abordaron problemas urgentes del mundo, subrayando la creciente importancia de América Latina.
Transformaciones Políticas y Dinámicas de Poder
En 2024, la política en América Latina mostró tanto avances como retos. México celebró elecciones históricas: Claudia Sheinbaum se convirtió en la primera presidenta del país. Su contundente victoria ‒por 33 puntos‒ fortaleció al partido Morena y reflejó un apoyo continuo a las políticas de apoyo a los sectores más vulnerables, incluso ante el aumento de precios globales.
Como presidenta, Sheinbaum implementó leyes de igualdad de género, asegurando que mujeres ocupen cargos clave en los tribunales y el banco central de México. Sus propuestas audaces, como la reforma del sistema judicial, generaron debates internacionales pero fueron bien recibidas en casa. Sin embargo, su liderazgo enfrenta desafíos complejos, como tratar con el nuevo presidente de EE.UU., Donald Trump, quien ya ha hablado de imponer fuertes aranceles a los productos mexicanos.
En Venezuela, la oposición logró una unidad sin precedentes, debilitando el poder del presidente Nicolás Maduro en las elecciones de julio. El líder opositor Edmundo González ganó apoyo pese a irregularidades en la votación. Al compartir información detallada sobre los comicios, los líderes opositores demostraron que González probablemente ganó, cuestionando la legitimidad del mandato de Maduro. Aun así, el gobierno de Maduro continúa reprimiendo las protestas mediante arrestos y amenazas. El exilio de González a España evidencia los riesgos para los líderes opositores.
Estos acontecimientos reflejan una mezcla de avances y retrocesos en la democracia latinoamericana. Mientras que las elecciones en México representaron un gran paso adelante, los problemas en Venezuela mostraron la persistencia de regímenes autoritarios en algunas áreas.
Resiliencia Económica ante la Incertidumbre Global
Para una región históricamente plagada de dificultades económicas, 2024 trajo noticias alentadoras. La economía de Brasil crecerá más del 3 % este año, superando las expectativas. El presidente Luiz Inácio Lula da Silva invirtió miles de millones en proyectos de infraestructura y programas sociales, impulsando el crecimiento. Sin embargo, las preocupaciones sobre la creciente deuda y la debilidad del real brasileño generan dudas sobre la sostenibilidad de esta recuperación.
Por su parte, las audaces reformas económicas del presidente Javier Milei en Argentina están dando resultados: la inflación mensual ‒que rondaba el 25 % al inicio de su mandato‒ cayó al 2.4 %. Aunque las medidas estrictas aumentaron la pobreza, la popularidad de Milei se mantuvo, reflejando el descontento de la población con los líderes anteriores. La recuperación de Argentina de una recesión señala avances en evitar una crisis de deuda, un problema recurrente para la tercera economía más grande de América Latina.
La perspectiva regional sigue siendo mixta. La Comisión Económica para América Latina y el Caribe de la ONU calificó el período 2015-2024 como la “segunda década perdida,” destacando las continuas luchas con el lento crecimiento económico. Mientras los logros de Brasil y Argentina traen destellos de esperanza, muchos países aún enfrentan profundas desigualdades y finanzas frágiles.
Equilibrando Poderes Globales: EE.UU. y China
En 2024, el panorama político de América Latina contó con dos actores principales: Estados Unidos y China, que compiten por influir en la región.
En un claro compromiso con la democracia, EE.UU. facilitó una transición pacífica en Guatemala: el defensor anticorrupción Bernardo Arévalo asumió el cargo a pesar de la oposición de sectores influyentes. Esto recordó las acciones de Washington en Brasil durante las elecciones de 2022, demostrando su apoyo a la democracia en la región.
Por otro lado, China centró sus esfuerzos en la infraestructura para extender su influencia. El presidente Xi Jinping visitó Perú para inaugurar la primera etapa de un importante proyecto portuario de $3.5 mil millones en Chancay. Este puerto, desarrollado con apoyo de una prominente empresa naviera china, busca mejorar los vínculos comerciales entre Sudamérica y Asia, reflejando la estrategia de China de usar proyectos de infraestructura para fortalecer las conexiones regionales.
A medida que estos países ofrecen diferentes modelos de interacción, las naciones latinoamericanas están tomando el control de cómo manejan estas relaciones. El acuerdo entre la UE y Mercosur, por ejemplo, demuestra que la región puede crear proyectos conjuntos que equilibran influencias externas y se centran en intereses locales.
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Perspectivas para 2025
De cara al próximo año, varios temas clave guiarán el rumbo de América Latina:
- La relación de México con Estados Unidos bajo el mandato del presidente Trump seguramente acaparará la atención, ya que su enfoque proteccionista contrasta con la economía mexicana dependiente del comercio.
- La aprobación del acuerdo comercial entre la UE y Mercosur fortalecerá el compromiso de la región con la cooperación internacional y pondrá a prueba su capacidad para navegar en una política global compleja.
- Las estrategias económicas seguirán siendo cruciales: Brasil y Argentina buscan mantener sus recuperaciones mientras enfrentan problemas estructurales.
- La fortaleza de los sistemas democráticos en lugares como Venezuela será vital para determinar la estabilidad política de la región. El apoyo de la comunidad internacional a elecciones justas será clave en el camino democrático de América Latina.