Así revolucionan las mujeres musulmanas la economía global
La fuerza laboral de las mujeres musulmanas se concentra en los sectores de ciencia, ingeniería y tecnología
En los países musulmanes la educación es un derecho que se ha mantenido ajeno a la mujer, pero en la última década esta condición ha cambiado y ahora el índice de mujeres musulmanas graduadas de la universidad supera las estadísticas de países como Brasil, México y China.
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Al menos así lo afirman investigaciones de Saadia Zahidi, economista y directora del comité encargado en temas de educación de género en el Foro Económico Mundial, quien ha concentrado sus esfuerzos en observar el crecimiento de esta población en el ámbito laboral desde 2008.
De acuerdo con Zahadi, en los últimos 10 años más de 50 millones de mujeres musulmanas se han vinculado a la fuerza laboral de su región. Aunque la cifra es sorprendente, lo más destacable es que aquellas mujeres están desempeñándose en su mayoría en trabajos de ingeniería, tecnología y sistemas; oficios que en otros lugares del mundo parecen de exclusividad masculina.
Datos oficiales demuestran que cinco países con más mujeres estudiando carreras en ciencia, tecnología e ingeniería son de mayoría musulmana y cada vez son más las emprendedoras que desde su conocimiento abren oportunidades en el mercado, de acuerdo con el medio Times Higher Education.
Según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en ocho de los 16 países que componen el Medio Oriente hay más mujeres que hombres en la universidad. El 50% de las mujeres que entran a la educación superior se gradúan, lo que corresponde a una estadística que en países como Brasil, México, China e India no puede alcanzarse.
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Una lucha silenciosa por la igualdad
Aunque esta región se convierte en un ejemplo mundial hacia la igualdad laboral y salarial de las mujeres frente a los hombres, la lucha para llegar hasta la posición en la que se encuentran no ha sido fácil y aún tiene mucho camino por recorrer.
Cabe recordar que en octubre de 2012, Malala Yousafzai de 14 años recibió un disparo en la cabeza por exigirle a los talibanes en Pakistán permitirle a las niñas ir a la escuela. Dos años después y tras una recuperación milagrosa, Malala recibió el Premio Nobel de Paz y se convirtió en líder mundial del derecho a la educación de niñas y mujeres en todo el mundo.
50 millones de mujeres musulmanas se han sumado a la fuerza laboral en la última década, moldeando economías no solo en sus países, sino más allá de sus fronteras. No obstante, el desempleo femenino en esta zona del planeta es aún uno de los más altos y con las mayores brechas salariales. Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la tasa de desempleo femenino en Medio Oriente es del 16%, mientras que el promedio mundial se calcula en el 6%.
Sin embargo, según Arab News las 155 millones de mujeres musulmanas que están hoy empleadas representan un billón de dólares para la economía global, impulsando así no solo la fuerza económica en sus países, sino aquella que va más allá de sus fronteras.
Latin American Post | Krishna Jaramillo
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