Maduro: el invitado indeseable a la posesión de AMLO
AMLO caería en la incoherencia y le daría un mal mensaje a los mexicanos y al mundo al permitir que Nicolás Maduro esté en su posesión presidencial
La indignación que ha provocado la presencia de Nicolás Maduro en el acto de posesión presidencial de Andrés Manuel López Obrador, estalló en redes sociales. El ex presidente de México, Vicente Fox, y el reconocido periodista de Univisión, Jorge Ramos, fueron algunos de los que se pronunciaron. “¿Qué hace un dictador como Nicolás Maduro invitado a la toma de posesión de Andrés Manuel López Obrador?”, se pregunta Ramos. Mientras que Fox dice: “Maduro no puede pisar suelo mexicano”.
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Que quemadota te has dado, @m_ebrard, invitando a criminales con manos llenas de sangre como @NicolasMaduro. A él NO se le invita a ningun lado, menos a México. Incluso @realDonaldTrump lo rechazó. @lopezobrador_ y equipo la están regando, Maduro NO puede pisar suelo mexicano. https://t.co/7aFAid6fMh
— Vicente Fox Quesada (@VicenteFoxQue) 27 de octubre de 2018
¿Qué hace un dictador como Nicolás Maduro invitado a la toma de posesión de Andrés Manuel @lopezobrador_ ?
Hay que decirlo: @NicolasMaduro NO representa al pueblo venezolano.
¿Por qué el nuevo gobierno de México no quiere decir que se opondrá a dictaduras y violadores de DH?— JORGE RAMOS (@jorgeramosnews) 28 de octubre de 2018
Sin embargo, para mí, la polémica de fondo más allá de la invitación, en primer lugar, radica en que Obrador está siendo incoherente. ¿Por qué? Durante su campaña presidencial el hoy electo presidente de México, pregonó luchar contra la corrupción, respetar los derechos humanos, rechazar la represión y declaró varias veces, tras ser elegido, “México ya cambió”.
Pero, con el simple hecho de ver a Maduro en su acto de posesión, Obrador ya pierde coherencia entre lo que dice y hace, pues Maduro representa violación a los derechos humanos, corrupción y represión.
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Para citar algunos ejemplos de lo que ha ocurrido en el gobierno de Nicolás Maduro y que refuerza el argumento de la falta de coherencia en la que cae Obrador, nombro lo siguiente: en materia de represión, el Observatorio de Conflicto Social de Venezuela, revela en un informe que para el 2017 hubo 163 muertos en las protestas por el uso de la fuerza de parte del Ejército.
La ONU, por su parte, en lo que tiene que ver con violación de derechos humanos, denunció en agosto del mismo año que hubo 505 ejecuciones extrajudiciales a manos de la Policía de Venezuela.
En lo que tiene que ver con corrupción, el diario ABC de España, señala que a Maduro lo investigan por desfalcar y blanquear 1.200 millones de dólares de la empresa petrolera de Venezuela PDVSA. De acuerdo con BBC Mundo, Maduro recibió de Odebrecht 35 millones de dólares para financiar su reciente campaña a la presidencia.
En segundo lugar, se suma uno de gran importancia: la desconfianza que generará entre sus lectores con la presencia de Maduro. El hartazgo de la sociedad mexicana, entre otras cosas, con la corrupción, se hizo sentir al elegir a Obrador, quien les prometió un cambio al condenar a quienes hayan cometido actos de corrupción y a todo aquél que intente cometerlos en su gobierno.
Por tal razón, el primer paso de Obrador para arrancar como se dice coloquialmente “con pie derecho” en su lucha contra la corrupción es rechazando a los corruptos. En este caso Nicolás Maduro. De lo contrario, será un duro golpe para quienes buscaron en Obrador un fuerte enemigo del flagelo de la corrupción que tanto desangra no sólo a México sino a Latinoamérica en general.
¿Qué debería hacer Obrador?
En vez de invitar a Maduro, un acto simbólico con el que Obrador arrancaría en medio de aplausos su presidencia, es invitar a los venezolanos que emigraron a México por la crisis de su país -culpa del modelo chavista que sigue imponiendo Maduro-.El mensaje, si se hiciera, demostraría que Obrador estará del lado del oprimido y no del opresor.
Quienes le votaron verían con orgullo que Obrador mostró respeto por los muertos a manos del régimen de Maduro, algo que sería muy coherente con su discurso de respeto por los derechos humanos. Para otros Obrador, sería un sinónimo de cambio de la izquierda latinoamericana en materia de política exterior frente al gobierno de Maduro.
Latin American Post | Edwin Guerrero Nova
Copy edited by Laura Viviana Guevara Muñoz
* La opinión del redactor no representa la del medio
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