Independientemente de lo que ocurra en el US Open, el serbio ya anunció con fuerza que está de vuelta, tras titularse en Wimbledon y ser ya el número 6 del ranking de la ATP

Hace poco más de un año, tras retirarse en cuartos de final de Wimbledon, se agudizó un calvario para el serbio Novak Djokovic, el cual venía dando señales desde su prematura eliminación en primera ronda de los Juegos Olímpicos de Río 2016 ante el argentino Juan Martín Del Potro. Tras dominar el tenis en 2015 y el primer semestre de 2016, Nole tomó una drástica pero importante decisión en su carrera: poner fin a sus molestias físicas en el codo derecho pasando por el quirófano, lo que requería de un retiro temporal del tenis.

Read in english: Novak Djokovic has what it takes to being once again the number 1 in world tennis

A inicios de 2018, Djokovic regresó en el Australian Open, pero se estrelló rápidamente ante el surcoreano Hyeon Chung, apenas en octavos de final. Días después, el serbio hizo un anuncio que asustó a todos los amantes del deporte blanco, en el que confesó que el sufrimiento por su lesión ya alcanzaba los dos años y que había sido muy difícil para él tomar una decisión tras escuchar sugerencias de diferentes médicos.

Así, Nole informó que los seis meses de baja no habían sido suficientes para recuperarse porque aún sentía dolor y que necesitaba más tiempo. Volvió a desaparecer un par de meses para reaparecer en los torneos de tierra batida, siendo su mejor desempeño la cuarta ronda del Roland Garros. Esto ya era alentador.

Es un gran atleta, aún recordamos cómo acabó con sus rivales en 2011, ganando todo lo que se encontraba en el camino. Hoy, con 31 años, hay que decir que Djokovic no posee la elegancia de Federer ni la agresividad de Nadal, pero es la mejor combinación posible de esas dos cualidades juntas en un solo tenista. Ha tenido tres grandes años en su carrera, el mencionado 2011, más 2015 y 2016.

Volvimos a ver la calidad de Nole apenas en junio de este año cuando inició la campaña sobre hierba, llegando a la final de Queens. Luego sorprendió a todos adjudicándose el Wimbledon, número 4 de su carrera y el 13 entre los Grand Slams, superando en semifinales al gran favorito: Rafael Nadal. Esa era sin duda una importante señal de que había regresado.

A mediados de agosto, Djokovic confirmó su buen momento superando a Roger Federer en la final del Masters de Cincinnati, y ya en el comienzo de la temporada sobre cancha dura. ¿Pero tiene Novak Djokovic la capacidad de recuperar el sitial de honor de la ATP? Creo que sí.

No en vano ya ocupa la sexta casilla del top ten con 4445 puntos, igualado con Marin Cilic y solo superado por Nadal, Federer, Del Potro, Alexander Zverev y su rival en la final de Wimbledon, el sudafricano Kevin Anderson. Además, tiene una ventaja y es que, como no participó en el US Open 2017, no defenderá puntos en esta edición de 2018 y mientras más lejos llegue obtendrá puntos en su casillero.

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¿Por qué puede volver a ser el número 1?

Como todo atleta, sobre todo de deporte individual, que viene saliendo de una larga lesión, lo principal para que Nole arrancara definitivamente era recuperar su confianza para relajarse mentalmente y eso parece que ya sucedió. De hecho, su entrenador y amigo Marian Vajda dijo que “ya está listo”.

Primer punto a favor: el tiempo. Ya pasaron varios meses desde su regreso a las canchas y no solo recuperó su confianza sino también su ritmo deportivo.

Segundo punto a favor: el regreso de Vajda, quien le ayudó a ajustar su servicio y afinar el golpe de revés. Djokovic ya había dado un paso importante al separarse del ex tenista alemán Boris Becker, con quien vivió un exitoso año 2015, pero con quien ya no se estaban dando las cosas.

Tercer punto a favor: tomando como base sus desplazamientos en pista rápida, por facilidad y velocidad amparado en su delgadez, y la forma en cómo estabiliza su cuerpo para regresar pelotas muy complicadas pese a su altura, el US Open parece ser el paraíso para que concrete un regreso exitoso en 2018. Ya lo hizo con su saque en canchas de hierba, donde como dije jugó la final de Queens y fue campeón en Wimbledon. Es decir, recuperó su nivel justo en la parte del año en la que se juega sobre las superficies a las que mejor se adapta.

Cuarto punto a favor: tras solo jugar 6 meses de los últimos 14, Djokovic tuvo más tiempo de compartir con su familia, su esposa, su hijo mayor Stefan y ahora su pequeña hija Tara que apenas va a cumplir un año en este septiembre. Vivió el calvario junto a su pequeña y esos momentos de intimidad y de calor, que poco pudo compartir mientras se dedicó a ser el número 1 del mundo, ya los disfrutó suficiente.

QuIGNORE INTO punto a favor: su estilo guerrero de nunca rendirse angustia a sus rivales. Cuando parece estar perdido saca lo mejor de sí y sigue luchando. Psicológicamente es muy fuerte y a eso le suma su rapidez mental, esa capacidad de intuir lo que hará el rival y tener grandes reflejos, algo a lo que sus adversarios se habían desacostumbrado estos meses. Ahora, tendrán que reajustar para enfrentarse no solo contra el Djokovic tenista, sino contra su fortaleza mental.

Así como los otros dos grandes del Big Four, Rafael Nadal y Roger Federer, regresaron de lesiones para volver a ocupar la cima del tenis mundial, Nole parece ir en el mismo camino y aún en una edad promedio en la que los tenistas normalmente alcanzan su cénit. El tiempo dirá si el cuarto integrante de esta cofradía, el escocés Andy Murray, quien actualmente recuperándose de una larga lesión de cadera, podrá hacer lo mismo.

Lo cierto es que cualquiera de estos cuatro hombres, ganadores en conjunto de 53 Grand Slams en el último lustro, parecen estar capacitados para hacerlo. Hoy, es el momento de Novak "Nole" Djokovic.

LatinAmerican Post | Onofre Zambrano