Opinión: Lo que tú haces sí cuenta para frenar el cambio climático
Los datos nos demuestran que prestarle atención al calentamiento global sí ha dado resultados, pero todavía queda mucho por hacer para frenar el cambio climático
Tenemos la capacidad para tomar decisiones por nuestra cuenta en pro del medio ambiente. Foto: LatinAmerican Post
LatinAmerican Post |Vanesa López Romero
En la pasada Cumbre del Clima en Glasglow hubo muchas opiniones encontradas por las acciones que han tomado mandatarios y gobiernos para luchar contra el calentamiento global. Mientras que dentro de la cumbre se discutían los pasos que se han tomado en la última década y los que se deberían tomar a continuación, afuera de ella eran cientos los manifestantes liderados por activistas ambientales que exigían tomar decisiones más drásticas para frenar las emisiones globales.
Y es que no es un secreto que en muchas ocasiones los líderes mundiales se han contradecido, que en las campañas electorales las propuestas muestran un gran presupuesto para luchar contra este problema, pero que después, una vez elegidos, los presupuestos bajan e incluso desaparecen. Tampoco es un secreto que los mandatarios derechistas de algunos países, como Brasil, básicamente niegan un fenómeno que nos está acercando cada vez más a la extinción.
Pero aún con ese contrapeso, desde que se pensó y se comenzó a implementar el Acuerdo de París, las emisiones para el 2100 han bajado. Según las estimaciones de Climate Action Tracker hemos avanzado. Hace una década para 2100 esperábamos calentamiento de 4 o 5 grados centígrados, pero hoy las emisiones han bajado y esperamos un calentamiento de 3 grados centígrados para ese año.
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Estos datos demuestran que prestar atención al cambio climático sí tiene resultados. Si vemos de cerca nos daremos cuenta que esto no solo tiene que ver con las acciones tomadas desde arriba. Si bien gran parte de la lucha contra la carrera climática sí depende de las regulaciones y políticas que se tomen en los estados y gobiernos, las acciones individuales han sido esenciales.
Tenemos los ojos abiertos
La crisis ambiental y climática no es algo nuevo. Desde el siglo XX fueron muchos los científicos y activistas que llamaron la atención sobre esto. Pero en un mundo azotado por dos guerras mundiales y, en consecuencia, crisis económicas había que salir adelante sin importar a costa de qué fuera. En ese momento todavía no se veían las consecuencias de 200 años de industrialización y de explotación de los recursos naturales.
Pero con los movimientos sociales de la segunda mitad del siglo pasado, la justicia ambiental tomó relevancia. Sin embargo, este no fue un camino rápido y tampoco dio frutos inmediatos. La negligencia por parte de los líderes mundiales sigue siendo el común denominador. Pero con la llegada de la internet y el fácil acceso a la información, divulgar estas problemáticas fue mucho más sencillo. Hoy en día cualquier persona que decida cambiar la manera en la que se relaciona con el planeta tiene la posibilidad de hacerlo con toda la información necesaria.
No se trata solo de lo que han hecho las organizaciones mundiales, sabemos que eso ha sido insuficiente. Se trata de lo que hemos hecho como individuos. Se trata de la capacidad que tenemos para tomar decisiones por nuestra cuenta en pro del medio ambiente. Se trata de que esas acciones individuales también pueden ser políticas; cada vez somos más las personas que exigimos que se haga algo al respecto. Y como vemos, esas acciones individuales han dado frutos.