ANÁLISIS

Plan de Panamá y Estados Unidos para frenar la migración a través de la selva del Darién enfrenta dudas

Un nuevo acuerdo entre Panamá y Estados Unidos tiene como objetivo disuadir a los migrantes de cruzar la peligrosa selva del Darién mediante la repatriación de quienes ingresan ilegalmente a Panamá. Los analistas, sin embargo, se muestran escépticos sobre su éxito y advierten de posibles mayores peligros.

Un nuevo acuerdo entre Panamá y Estados Unidos tiene como objetivo disuadir a los migrantes de cruzar la peligrosa selva del Darién mediante la repatriación de quienes ingresan ilegalmente a Panamá. Sin embargo, los analistas consultados por Reuters se muestran escépticos sobre su éxito y advierten de posibles mayores peligros.

El plan, anunciado el lunes, implica que Washington cubra el costo de la repatriación de inmigrantes. Sin embargo, los analistas creen que la iniciativa luchará contra la cantidad de personas que llegan a Panamá. Sólo el año pasado, un récord de 520.000 migrantes cruzaron el Darién, un tramo de selva que divide Panamá y Colombia donde los viajeros a menudo enfrentan robos, violencia, trata de personas y abuso sexual, según Reuters.

Desafíos y Riesgos en la Selva del Darién

La selva del Darién se ha convertido en un famoso paso para migrantes de diversas regiones, particularmente de Venezuela y otros países sudamericanos como Ecuador, que enfrentan conflictos internos. Cada vez más, los inmigrantes de fuera de América Latina, incluidos China y Afganistán, también están intentando emprender el peligroso viaje. La mayoría de estos migrantes pretenden llegar a Estados Unidos, lo que llevó a las autoridades panameñas a buscar asistencia internacional y reforzar la seguridad fronteriza, aunque el número de migrantes sigue aumentando.

A pesar del anuncio, la presidencia de Panamá, el Departamento de Estado de Estados Unidos y el Departamento de Seguridad Nacional no respondieron de inmediato a las solicitudes de comentarios. Los analistas sostienen que cualquier éxito en reducir el número de migrantes que cruzan el Darién probablemente aumentaría el número de migrantes que cruzan otras rutas potencialmente incluso más peligrosas.

Las políticas de inmigración de Estados Unidos y su impacto

La inmigración sigue siendo un tema central en las próximas elecciones presidenciales de Estados Unidos en noviembre. El presidente Joe Biden desea demostrar su capacidad para controlar los cruces ilegales en la frontera sur de Estados Unidos. Ha destacado una reciente disminución en las detenciones en la frontera entre Estados Unidos y México como evidencia de que sus políticas, incluida una amplia prohibición de asilo a los inmigrantes sorprendidos cruzando ilegalmente, son efectivas, señaló Reuters.

Sin embargo, persisten dudas sobre la capacidad de Panamá para organizar suficientes vuelos de repatriación para marcar una diferencia significativa. Adam Isacson, del grupo de expertos de la Oficina de Washington para Asuntos Latinoamericanos, señaló que incluso si Panamá lograra un vuelo por día, con capacidad para 100-150 personas, entre el 85% y el 90% de los migrantes aún evitarían la deportación y continuarían su viaje. “La posibilidad de que se produzca ‘un avión por día’ es muy pequeña. Estos vuelos son caros… No esperaría fondos suficientes para realizar más de dos o tres vuelos por semana como máximo”, dijo Isacson a Reuters.

Eric Jacobstein, subsecretario adjunto de la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental, afirmó que Estados Unidos ha asignado 6 millones de dólares para apoyar el programa. Un alto funcionario de la administración Biden describió la iniciativa como un programa piloto que se evaluará durante los próximos seis meses. Si tiene éxito, podría ampliarse y extenderse a otros países, informa Reuters.

Hablando anónimamente a Reuters, el funcionario dijo: “Consideramos esto como una financiación inicial que les ayudará a iniciar su programa de repatriación. Es un programa piloto para comenzar, pero tenemos todas las expectativas de querer continuar si los resultados son los que esperamos”. Espero que así sea”.

Los intentos anteriores de Panamá de frenar el flujo de migrantes a través del Darién también han fracasado. En septiembre, el país anunció nuevas medidas para reducir el número de inmigrantes, incluido un aumento de las deportaciones y cambios en las reglas de visas para varias nacionalidades. Sin embargo, estas medidas parecen haber tenido poco impacto.

Perspectivas del nuevo acuerdo

El nuevo acuerdo, anunciado por el presidente José Raúl Mulino durante su toma de posesión, sugiere que los vuelos de repatriación son una parte central de la política de su administración. Guillermo Cochez, ex embajador panameño ante la Organización de Estados Americanos, expresó su esperanza de que las nuevas medidas puedan funcionar. “Creo que tendrá un impacto positivo. Estas repatriaciones, que en principio tomarán entre 100 y 150 personas, disuadirán a otros de cruzar”, dijo Cochez a Reuters.

Otros siguen siendo escépticos. El experto en migración Israel Ibarra del Instituto de Investigación de la Frontera Norte de México cree que las nuevas medidas pueden llevar a los migrantes a buscar rutas aún más peligrosas. “El nuevo anuncio… no va a detener el flujo migratorio sino, por el contrario, lo va a llevar hacia rutas más peligrosas”, dijo Ibarra a Reuters. Algunos migrantes ya están evitando el Darién tomando embarcaciones mal equipadas a través del Caribe o volando vuelos chárter a Nicaragua y El Salvador.

La investigación también encontró que los migrantes recurren cada vez más a vuelos chárter para volar a Nicaragua y El Salvador. Ibarra señaló que los principales beneficiarios de estos cambios probablemente sean los grupos criminales, que explotarán la situación aumentando los costos de la trata de personas.

Lea también: El cambio en la política migratoria de Panamá puede tener amplias repercusiones

Si bien el nuevo acuerdo entre Panamá y Estados Unidos apunta a abordar la migración ilegal a través de la selva del Darién, su éxito aún está por determinar. La naturaleza compleja y peligrosa de las rutas migratorias y los desafíos logísticos y financieros de los esfuerzos de repatriación plantean obstáculos importantes. A medida que se desarrolle el programa piloto, su impacto en los flujos migratorios y las implicaciones más amplias para las políticas de inmigración de Estados Unidos y América Latina se harán más evidentes.

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