¿Por qué estudiar en Venezuela es tan difícil?
Más del 50% de la población estudiantil abandona los salones de clases para comenzar a trabajar y contribuir al sustento del hogar
Desde el año 1870, todos los ciudadanos en Venezuela cuentan con educación gratuita, producto del decreto de Instrucción Pública y Obligatoria, dictado por el entonces presidente de la nación, Antonio Guzmán Blanco. A causa de esta decisión, en la actualidad todos los venezolanos tienen el derecho de recibir enseñanzas en las instituciones públicas del país, desde la etapa preescolar, hasta la universitaria. Para el 2005, esta medida favoreció de forma importante el crecimiento del índice de desarrollo humano, cuyo nivel alcanzado, logró posicionar al país en el puesto número 8 con respecto a calidad de educación en Latinoamérica. Un mérito que fue secundado el mismo año por parte de la UNESCO, al declarar al territorio venezolano libre de analfabetismo.
Lamentablemente, todo el éxito alcanzado en aquella ocasión, hoy en día se ha desvanecido entre la terrible crisis económica que atraviesa el país petrolero. Esta ha afectado a miles de estudiantes en todo el territorio nacional, indistintamente del grado de estudios que se encuentren cursando. Los estudiantes se ven obligados a abandonar los recIGNORE INTOs educativos, por motivos que varían en cada caso.
La deserción de alumnos, tanto en colegios como en universidades, es una realidad tan evidente que es imposible mitigar. Sin embargo, en reiteradas ocasiones, el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, a través de ruedas de prensa y en sus tan populares cadenas nacionales, ha intentado ocultar esta agonizante situación. Por medio de afirmaciones irracionales dentro de sus discursos y haciendo referencia al sistema educativo de Venezuela como el mejor del mundo, Maduro lo ha proclamado como un ejemplo para todas las naciones. Según los registros que maneja el ministro de educación, Elías Jaua, el 80% de la educación es gratuita y cuenta con el mejor apoyo tecnológico.
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Contradicción entre la realidad y el alegato del gobierno
Para muchos ir a la escuela o a la universidad es un lujo, pues a pesar de la educación gratuita de la que alardea el presidente Maduro, la mala gestión como gobernante ha sumergido a la nación en hambre y miseria. Esta situación conviertie el hecho de estudiar en una actividad llena de sacrificios, que requiere de mucha fuerza de voluntad por parte de alumnos, maestros y representantes, para poder superar a diario una serie de obstáculos. A continuación, mencionamos algunos de ellos:
- La falta de dinero en efectivo: debido a la escasez monetaria, pagar el pasaje del transporte público obliga a muchos a ir a la escuela o a la universidad caminando y hasta imposibilita la asistencia de aquellos que viven en lugares muy retirados de la ciudad.
- Las unidades de transporte público se encuentran en condiciones precarias y la cantidad que actualmente circula no abastece a la población, lo cual retrasa a maestros y alumnos.
- Muchos no cuentan con dinero ni alimentos en su hogar para poder comer antes de ir a estudiar o llevar una merienda. Esto ha provocado desmayos en alumnos dentro del aula.
- A lo anterior se suma el cierre de los comedores de alimentación que el gobierno brindaba a los estudiantes en las instituciones públicas.
- Hay falta de uniformes, zapatos, útiles, entre otros recursos. Estos son imposibles de comprar con un salario en Venezuela, el cual incluso después de su reciente aumento, no supera los 2 dólares.
- Para los estudiantes universitarios, los gastos en fotocopias y horas en cibercafés son otras de las limitantes.
- Las aulas de clases no están en buenas condiciones, la mayoría han sufrido robos que las han dejado sin aire acondicionado, lámparas etc. Por otro lado, aquellas que aun cuentan con parte de su equipamiento, se ven afectadas por los cortes eléctricos que desde hace años forman parte de la vida cotidiana de cualquier venezolano.
¿Qué diría de esta situación el libertador Simón Bolívar? Quien entre sus tantas frases célebres dijo “Un ser sin estudio es un ser incompleto”. Seguramente, Bolívar lo decía en un contexto muy diferente al que los niños y jóvenes venezolanos viven ahora, en donde a pesar de tener toda la voluntad de instruirse, las circunstancias económicas se oponen de todas las formas posibles. Crean una barrera que interrumpe y en algunos casos hasta logra impedir, tan necesario desarrollo humano, poniendo en riesgo el futuro de la sociedad.
Latin American Post | Dairelys Aldana