¿Por qué ha bajado el nivel del fútbol alemán en los últimos dos años?
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Ni en selecciones, donde siempre se destacó más, ni con el Bayern Munich, club laureado en Europa, han podido recuperarse de una dinámica negativa
El fútbol alemán siempre ha sido respetado por su persistencia, que le ha permitido obtener grandes resultados en la disciplina, principalmente en copas mundiales, en las que ha triunfado en cuatro ocasiones (1954, 1974, 1990 y 2014). También ha tenido en sus lineas a grandes referentes al fútbol mundial como Franz Beckenbauer, Fritz Walter, Helmut Rahn, Gerd Muller, Uli Hoeness, Karl Heinz Rummenigge, Jurgen Klinsmann, Lothar Matthaus, Phillip Lahm y Miroslav Klose, por solo mencionar algunos.
Read in english: Why has the level of German soccer dropped in the last two years?
A nivel de clubes, el Bayern Munich siempre ha estado a la vanguardia en el viejo continente, lo que lo ha convertido en una de las entidades más importantes de la disciplina igualmente, con títulos de Copas de Europa (hoy Champions League), en las campañas de 1973–74, 1974–75, 1975–76, 2000–01, y 2012–13. Sin duda, un nombre ganado a pulso y ayudado con esporádicas y positivas participaciones de clubes como Borussia Dortmund (campeón en 1997) y Bayer Leverkusen (subcampeón en 2002).
Sin embargo, desde el 2017, justo después de obtener con su selección B o selección alternativa la Copa Confederaciones de ese año en Rusia, al ganarle a dos combinados nacionales de calidad que asistieron al certamen con todas sus figuras como Chile y Portugal, parecía que Alemania seguiría dominando el fútbol de selecciones. No fue así. Por el contrario, comenzó inexplicablemente la debacle, que aún se puede recuperar y que este redactor intentará explicar a través de Latin American Post.
Hubo una frase del legendario goleador inglés Gary Lineker, en relación a Alemania en el fútbol, que decía “El fútbol es un deporte en el que juegan once contra once y en el que siempre gana Alemania”. La frase recorrió el mundo y fue adoptada por el entorno de este deporte en general porque estaba muy cerca de la realidad. Alemania ha jugado 19 mundiales de fútbol de los 21 que se han disputado (solo faltó en 1930 y 1950) y en 15 de ellos llegó a cuartos de final, de los que en 12 estuvo en el podio. Unos números para aplaudir. Mentalidad, constancia, resultados y premios.
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Selección y Bayern: un vínculo irrompible
Lo primero que se debe decir es que tanto en la selección, dirigida por Joachim Low, como en el Bayern, el principal problema parece ser el mismo, pues se trata de la misma base de jugadores: la edad de muchos de sus integrantes, quienes han perdido calidad y velocidad con los años, como Matt Hummels, Jerome Boateng y Thomas Muller.
Löw ya dejó de convocarlos, pero su decisión para muchos fue tardía, pues la imagen dejada en Rusia 2018 (eliminados en primera fase) y en la UEFA Nations League, fueron enviados a la categoría B, tuvo mucho que ver con la lentitud de estos dos defensas y el bajo estado de forma del último, que nunca más se reencontró con el gol.
Todo eso se traslada al Bayern, que hoy luce envejecido y sin chispa con un técnico como Nico Kovac, quien no parece aún preparado para semejante responsabilidad. Sus extranjeros no están en buen nivel y eso se refleja no tanto en la liga doméstica, en donde no parecen tener rivales, sino en Europa, donde hoy son un equipo más, lejos de potencias como Juventus, Real Madrid, Barcelona o Manchester City, por solo mencionar a cuatro.
La otra razón no viene con la edad, sino con una lesión. Manuel Neuer, otrora mejor arquero del mundo, sufrió una lesión de muchos meses y desde que regresó, hace casi un año, no ha vuelto a ser el mismo, ya que ha mostrado inseguridad en situaciones de juego que antes manejaba bien. Tampoco juega la pelota con los pies como en el pasado y su velocidad con las manos ya no es la misma. Pese a ello y al gran estado de físico de su homólogo Marc Andre Ter Stegen, el titular sigue siendo Neuer.
Otra razón para el bajo nivel de esta selección, que hace poco inició su camino hacia la Euro 2020 con las eliminatorias correspondientes, a nuestro juicio, es alargar el proceso con Löw, que ya va para los 13 años como técnico principal. Es cierto que con el mencionado estratega hubo un gran avance en desarrollo de jugadores, además del título mundial en Brasil 2014, dos terceros lugares en 2010 y 2006, un subcampeonato de Europa en 2008 y una semifinal europea en 2012, además del título de la Confederaciones en 2017, pero el proceso, como todo, se ha desgastado.
Esta es una nueva camada de jugadores que no interpreta de la misma forma el estilo de toque y posesión de Low, que tenía como referentes principales a nombres como Phillip Lahm, Miroslav Klose, Bastian Schweinsteiger, Petr Mertesacker y Lukas Podolski. Todos estos ya se han retirado del equipo nacional casi inmediatamente después de que alzaron la Copa del Mundo en la final de Rio de Janeiro ante Argentina.
Otro error fue no apostar por darle más protagonismo a esa camada de jóvenes jugadores campeones de la Confederaciones 2017 como Timo Werner, León Goretzka, Lars Stindl, y Julian Draxler, para el Mundial de Rusia. Esto sucedió solo por guardar respeto a varios de los que fueron campeones cuatro años atrás (Hummles, Boateng y Muller, y otros como Sami Khedira, Niklas Sule, Mesut Ozil, o el propio Neuer), pero que no estaban en tan buena forma como los más jóvenes.
Alemania debe apostar por la reestructuración en estos momentos y parece que ya lo está haciendo. Hay tiempo. Las eliminatorias hacia la Euro 2020 recién comienzan y las del Mundial Qatar 2022 comenzarán a finales del próximo año. Hombres como Leroy Sané, Serge Gnabry y el propio Werner parecen ser las figuras alrededor de las cuales girará el nuevo proyecto. ¿Funcionará? Yo pienso que sí, más allá de Joachim Löw.
LatinAmerican Post | Onofre Zambrano