Sigue el negocio: los precios excesivos para ver a la Selección Colombia

La Selección Colombia comienza una nueva etapa en las Eliminatorias Sudamericanas, competencia que es el máximo objetivo para el nuevo entrenador Néstor Lorenzo. Este torneo está pactado para iniciar en el mes de septiembre del presente año, por lo que la Federación Colombiana de Fútbol ya dio a conocer los precios de la boletería para los encuentros de local del conjunto cafetero. 

Precios impagables 

El primer encuentro que tendrá como local Colombia será contra Venezuela. Para este partido, la Federación Colombiana de Fútbol anunció que la boletería tendrá un costo desde los 93.400 pesos colombianos en la tribuna sur, hasta 1'457.000 en la tribuna occidental, con acceso a la zona VIP de la FCF. 

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Además de anunciar el precio de las boletas para este primer partido, se conoció el valor para los abonos de toda la competencia, los cuales permitirán el acceso a los nueve encuentros de local que tendrá la ‘tricolor’ en este torneo. Este servicio tiene un costo que oscila entre los 840 mil pesos colombianos hasta los 13'243.600. 

Negocio redondo 

Desde hace muchos años, los encuentros de la Selección Colombia se han visto conquistados por las personas más adineradas del país, las cuales son los grandes beneficiados con toda esta clase de decisiones. Para estas nuevas Eliminatorias Sudamericanas, este favoritismo se puede ver reflejado en las tres etapas de venta que hay para poder ir a estos encuentros. 

Pese a tener tres etapas de ventas, la compra de la boletería para los encuentros de la Selección Colombia es segregada para los clientes especiales de los bancos aliados de la Federación Colombiana de Fútbol, la cual les dio el privilegio de tener una preventa para la adquisición de estas entradas. Asimismo, la venta al público general es la última en abrirse, por lo que los aficionados colombianos que no cuenten con los servicios de estas empresas bancarias tendrán que pasar por una odisea para adquirir estas boletas. 

Por otra parte, el alto valor de las entradas limita a la gran población del país para que pueda asistir a estos eventos deportivos. Es por esto que, mediante redes sociales, muchos aficionados del fútbol colombiano comenzaron a criticar a las directivas de la Federación Colombiana de Fútbol por estos costos, recordando el cartel que salió a la luz con la reventa de las entradas para los encuentros rumbo al campeonato del mundo de 2018. 

Los mismos con las mismas 

La Federación Colombiana de Fútbol, encabezada por Ramón Jesurún, junto con el presidente de la Difútbol, Álvaro González Alzate, fue hallada culpable por el llamado cartel de la boletería hace algunos meses. Sin embargo, esta acusación no pasó a mayores, ya que ambos directivos se dieron a la tarea de pagar la sanción impuesta por la Fiscalía para seguir encasillados en sus puestos. En este caso, también se vio implicada la fiscal asignada Yajaira Cáceres, la cual tuvo que ser retirada del mismo debido a que aprovechó la cercanía con el mismo para pasar a su esposo y amigos como agentes del CTI y de esta forma obtener boletas a los partidos del combinado nacional. 

Con esta clase de antecedentes, es imposible que no se levanten sospechas con los altos precios impuestos por la Federación Colombiana de Fútbol para estas nuevas Eliminatorias, puesto que, a mayor valor en la boletería oficial, mucho mayor será la ganancia que tengan los revendedores de estas. Lo cierto es que a este caso le hace falta mucha tela por cortar, a la espera de que la Fiscalía y los entes de investigación lleguen a terminar con este caso de corrupción en el país. 

Un caso sin resolver 

Por ahora, los directivos del fútbol colombiano siguen tranquilos, viajando constantemente y potenciando sus fortunas a costa del deporte nacional. Esto deja como claros beneficiados a todos los hinchas de la Selección Colombia, los cuales vieron cómo la gente adinerada del país, se adueñó y encerró en una jaula de oro a uno de los estandartes del país.

Frase destacada: La gente adinerada del país, se adueñó y encerró en una jaula de oro a uno de los estandartes del país.