¿Sirve el Pacto Mundial de Migración?
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Ante lo planteado por la ONU, ¿No suena muy alejado de la realidad esperar que un país solucione sus conflictos para que así las personas regresen a este?
La Asamblea General de la ONU propuso el pasado 10 de diciembre un pacto que vela por la seguridad de los derechos humanos de los migrantes. El objetivo que plantea este pacto, es ayudar a los migrantes, mediante políticas que reconozcan los derechos humanos, así como implementar ayudas para volverse sujetos activos tanto de la economía como de la sociedad. Todo esto en pro de una mejor estadía, pero con la única meta de que el país originario resuelva todos los factores que incitaron la crisis migratoria.
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Hasta ahí, todo bien, pues muchos países ya implementan ayudas para los migrantes. En Perú, por ejemplo existe el Permiso Temporal de Permanencia (PTP), o el trabajo de la Superintendencia Nacional de Migraciones. Tanto Ecuador, Colombia y Brasil, tienen en marcha el Plan regional de ayuda de los refugiados y los migrantes venezolanos, el cual pretende “asistir de emergencia, proteger, integración socioeconómica y fortalecimiento institucional”. Si lo vemos de esta manera, no es tan diferente de lo que planea la ONU.
Si bien este pacto no es obligatorio para los países, más de 160 firmaron a su favor. Ahora, el verdadero, problema está en la segunda parte del objetivo principal. ¿Es realmente factible que un país pueda resolver las crisis económicas y sociales de un día para otro? Para lograr lo anterior, la ONU plantea ayudar a estos países con la conformación de organismos que vigilen la evolución de los riesgos y amenazas que generen movimientos migratorios.
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Tomemos el caso de los migrantes venezolanos, tan solo en Colombia ya son más de 1.102.000 de acuerdo con Migración Colombia. ¿Está Venezuela dispuesta y es capaz de controlar la gran crisis en la que está sumida? La respuesta es no. Para esto es necesario que Nicolás Maduro baje la cabeza y admita que necesita ayuda para poder salir de la crisis. Creo que es más que obvio que Maduro no lo va a permitir.
Las soluciones que plantea el Pacto, como proponer puestos de vigilancia que velen por que las condiciones mejoren, suenan un poco idílicas, utópicas. No es la cura completa para la enfermedad. En el documento oficial también se habla de invertir en programas que aceleren el cumplimiento, con el propósito de eliminar estos factores; se habla de invertir en el desarrollo sostenible a nivel local para que las personas puedan tener una vida mejor y cumplir sus aspiraciones.
Pienso que esta parte del pacto funciona más como pañitos de agua tibia. Suenan bonito, pero no los veo fácil de realizar ni de implementar por aquellos países que quisieron participar al firmarlo. Por lo demás, el Pacto pretende visibilizar, humanizar, empoderar a los migrantes para que así, se vuelvan sujetos de una sociedad activa.
LatinAmerican Post | Laura Viviana Guevara Muñoz