CIENCIA Y TECNOLOGÍA

El amor y los kilos extra

Si bien el paso de los años puede traer consigo el aumento de los números en la balanza, muchas parejas hacen de los kilos de amor parte de su historia

El amor y los kilos extra

Al principio de las relaciones es normal que se compartan experiencias, salidas, paseos y, claro, también se disfruta de la comida. Salidas a cenar, reuniones con amigos, viajes, etc.  

Mientras la relación está “nueva”, el afán por mantener el interés en el otro, en conocerse y el cortejo, como tal, parece no hacer tanta mella en la pareja. Pero cuando las cosas se ponen serias, cuando llega el momento de la estabilidad y de unir lazos, al parecer los kilos empiezan a sumar. El amor, como dicen algunas abuelas, entra por la cocina.

La publicación Livestrong cita un estudio realizado en el 2012 por la revista Obesity donde las parejas que han permanecido juntas más de dos años son más proclives a ganar peso. Señalan que mujeres en sus 20 años pueden ganar hasta 20 libras durante sus primeros años juntos mientras que los hombres podrían ganar hasta 30 libras durante el mismo tiempo.

Si bien la cantidad de peso puede variar, hay datos más interesantes sobre estos kilos de amor. Prepararse para la boda, en si también, afecta la cantidad de kilos ganados.

En un estudio de  Flinders University de Adelaide en  Australia, de un grupo de 350 mujeres encuestadas que intentaron hacer dieta antes de la boda, el promedio ganó 4,7 libras antes de la ceremonia y las que perdieron peso para su “gran día” ganaron aproximadamente 7.1 lbs. durante los primeros seis meses de matrimonio.

Mientras más peso se proponían perder y más presión sentían por adelgazar antes, mayor era el aumento (hasta de 9,9 libras, tres veces mayor al peso que ganaron aquellas que no se sintieron presionadas por ganar peso).

Estos kilos extra no afectan sólo a aquellas personas que dicen formalmente “Si, acepto”. Según explica Psychology-spot, los resultados de un estudio realizado por la Universidad de Queensland en Australia que siguió el peso 6458 mujeres por 10 años, aquellas en relaciones estables -casadas o no- ganaron más peso que aquellas que permanecieron solteras.

El aumento sumaba hasta cuatro libras por año; no sólo fueron las féminas las que engordaron. La misma publicación cita un estudio de la Southern Methodist University en Dallas que siguió a 169 parejas recién casadas por cuatro años donde se  arrojó que tanto hombres como mujeres engordaron durante ese periodo.

Quizás no podemos poner de manera tan precisa el vínculo entre el amor y el sobrepeso en Latinoamérica, pero si encontramos que la revista Sputnik habla de los resultados arrojados en una encuesta, elaborada por la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO), donde podemos ver que desde el  noviazgo hasta el matrimonio, el peso puede aumentar hasta 4,5 kg.

Pero sí podemos señalar que las cifras de obesidad en Latinoamérica no son nada alentadoras. Según lo que expone la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la Organización para la Alimentación y la Agricultura de Naciones Unidas (FAO, por sus siglas en inglés) en la BBC, alrededor de 360 millones de personas en Latinoamérica tienen sobre peso.

El diario ConBienEstar hace notar que es Argentina el país con mayor cantidad de hombres adultos obesos (26.7%)  seguido por Chile (24,8 por ciento), Bahamas (24,6 por ciento) y México (23,7 por ciento). El informe demuestra también que la obesidad afecta mucho más a las mujeres, siendo Chile el país con mayor cantidad de mujeres con sobrepeso de la región.

¿Y por qué la estabilidad amorosa se traduce en aumento en la balanza? Según Fitness Magazine las razones son varias: el dejar de ejercitar al estar juntos, ya que las parejas estables tienden a hacer menos ejercicio que las que están solteras y si hay una sola persona activa en la pareja, normalmente los hábitos de la que le gusta menos el ejercicio, son los que prevalecen. También hay un cambio a nivel de la química del cerebro. Al pasar la novedad del noviazgo, baja la dopamina -hormona que te da energía y mantiene más activo- mientras que la relajación que viene con la estabilidad aumenta la oxitocina, hormona que relacionan con el amor y estabilidad.

La publicación señala que el mayor aumento viene por los cambios de hábitos que pasan al estabilizarse la pareja. Estos pueden ser desde organizar las tareas del hogar más básicas hasta la organización de los días y compilar actividades diarias con la vida en pareja.

La prioridad sobre “el cuerpo” o permanecer delgados, baja. Gana más el quedarse dormidos antes de ir a correr por la mañana y a nivel de porciones, las de las mujeres se equiparan a la de los hombres haciendo que coman extra. También el disfrutar de más snacks juntos viendo TV, postres nocturnos o actividades relacionadas a la comida que toman como “tiempo para compartir”.

Pero, ¿es el matrimonio una sentencia de kilos extra? No necesariamente. A pesar de las cifras no alentadoras que nos muestran estos estudios, el tomar hábitos saludables está en cada uno de nosotros.  Las parejas pueden hacer del ejercicio una actividad en conjunto, disfrutar de una alimentación más balanceada juntos, distribuir las tareas del hogar para que cada quien encuentre su espacio para sí mismos y darse cuenta que cuidarse es también una manera de asegurarse un futuro mejor juntos.

 

Latin American Post | Clementina Ramos
Copy edited by Susana Cicchetto

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