Así es la evolución acelerada de la Major League Soccer
El crecimiento desmedido del fútbol en Norteamérica está convirtiendo a la MLS en el torneo más prometedor del continente.
Un gran número de estrellas de talla mundial han pasado por la MLS, liga que para muchos seguía siendo considerada para retirarse. Foto: Wikimedia – DenverLawGuy
LatinAmerican Post | Theoscar Mogollón González
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Read in english: Soccer: The skyrocketing evolution of MLS
En la vida y en el fútbol, la evolución siempre es cuestión de tiempo. Lo que hoy parece una pequeña empresa, el día de mañana se puede convertir en toda una corporación gigante capaz de generar ganancias de miles de millones de dólares. El fútbol no se queda atrás si se pone en la misma ecuación, pues quienes se encuentran puertas adentro, y son ajenos a lo que se desarrolla dentro de una cancha, trabajan día y noche para que el producto poco a poco cobre mayor valor. Para esto no hay mejor ejemplo que la Major League Soccer (MLS), un torneo que ya acapara la atención de propios y extraños en los Estados Unidos.
Hablar de deportes en una nación como la norteamericana siempre traía como resultado tres disciplinas por excelencia: béisbol, baloncesto y fútbol americano. A esto podemos seguir sumando otros como el hockey, el golf, y cualquiera relacionado a los Juegos Olímpicos, resaltando siempre que el fútbol no era de los más vistos. ¿Qué debía hacer un país tan apasionado al entretenimiento para que el deporte más practicado del mundo fuese parte de su cultura?
Era el año de 1975 en los Estados Unidos cuando astutos empresarios pusieron en marcha una estrategia atractiva que atrajo los reflectores del mundo del fútbol, pues ficharon al ícono más grande de ese momento: Pelé. Ese primer golpe sobre la mesa en el mercado lo dio el New York Cosmos, que se convirtió en la nueva casa del astro brasileño junto a unos cuatro millones y medio de dólares libres de impuestos, además que sirvió de gran forma para impulsar la naciente NASL (National American Soccer League).
Pelé no solo conquistó dos títulos de liga en sus tres temporadas, sino que también dejó un legado en generaciones posteriores. Con el tiempo otras figuras del balompié pusieron rumbo al norte: Franz Beckenbauer, Carlos Alberto, Johan Cruyff y Giorgio Chinaglia. La misión, más allá de títulos en sus respectivos clubes, era la de enseñar a los jugadores estadounidenses y que dicho deporte comenzara a crecer y ganar popularidad en los aficionados. Esas bases sólidas que pretendían construir tuvieron que esperar un poco más, ya que el objetivo no se estaba cumpliendo con la rapidez deseada.
El camino correcto
Luego de haber organizado la Copa del Mundo en 1994, Estados Unidos sabía que estaba en el camino correcto para que el fútbol ganara su espacio. Desde entonces, un gran número de estrellas de talla mundial han pasado por la MLS, liga que para muchos seguía siendo considerada para retirarse. Nombres como Andrea Pirlo, Steven Gerrard, Frank Lampard, Kaká, Didier Drogba, Wayne Ronney, Bastian Schweinsteiger, entre otros, arribaron al norte de América para dar sus últimos toques de talento y realzar aún más la calidad del torneo.
De hecho, otras figuras como David Beckham y David Villa fueron más allá del simple juego y decidieron convertirse en inversores. Mientras el británico fundó en 2018 al Inter de Miami, el español es copropietario del Queensboro FC que competirá a partir de 2022 en la USL Championship (Segunda División).
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Los resultados, más que positivos, comenzaron a llegar y eso llamó la atención de fanáticos y empresarios, quiénes vieron en la MLS una competencia de ascenso imparable. Solo basta mencionar que para el 2006 participaban 12 equipos, en este 2021 ya son 27 (debuta Austin FC), y se estima que dentro de tres años se expanda a 30 conjuntos.
¿Cuál es el secreto?
Si se preguntan la razón de ese crecimiento que ha ido de la mano con el éxito, una de las respuestas apunta a los propietarios de equipos de la NFL. Al ser una disciplina con miles de seguidores, eso motivó a que varios empresarios vieran el fútbol como una gran estrategia de mercadeo. Por nombrar un ejemplo está Robert Kraft, quien está al frente de New England Patriots y de New England Revolution. Incluso, personas ajenas al deporte como Joe Mansueto, fundador de la firma experta en inversiones Morningstar, Inc., le atrajo la idea y compró la franqucia del Chicago Fire.
Asimismo, otro de los músculos que posee la MLS son los acuerdos comerciales con marcas como Adidas, que desde 2004 viste a todas las franquicias gracias a una inversión aproximada de 15 millones de dólares al año. Este tipo de proyectos se han mantenido en el tiempo y año tras año cobran mayor relevancia, demostrando que cada uno de los aspectos fundamentales lo convierten en algo muy rentable. La solidez económica que respalda al campeonato no ha mermado su fuerza, a pesar de la difícil realidad que se vive actualmente. La meta a mediano plazo es sostener ese nivel para competir a un ritmo llamativo.
El fútbol en Estados Unidos ya no se trata de la última aventura para jugadores retirados. Para nada. La dedicación y el trabajo que le imprimen los clubes de la MLS comienza a dar sus frutos y eso se está viendo en Europa. Talento y juventud se han mezclado para que nombres como Christian Pulisic (Chelsea FC), Giovanni Reyna (Borussia Dortmund), Tyler Adams (RB Leipzig), Sergiño Dest (FC Barcelona), o Weston McKennie (Juventus), sean el claro ejemplo de que en Norteamérica se está trabajando para ser la liga más prometedora del continente.