Colombia desafía las cumbres italianas mientras el Giro tienta el trono del ciclismo

Con el regreso de Egan Bernal tras una lesión y decidido a desestabilizar a los favoritos, el Giro de Italia 2025 promete un drama apasionante. Los fanáticos del ciclismo en América Latina animan a sus corredores, esperando un gran espectáculo en la vuelta más impredecible de Europa.
Renacimiento del ciclismo colombiano
Colombia ha cultivado a algunos de los escaladores más formidables del ciclismo profesional durante décadas, y el Giro de Italia 2025 es otro terreno de prueba. Su geografía montañosa, la altitud y una cultura obsesionada con el ciclismo han creado una cuna perfecta para nuevos talentos. Leyendas como Lucho Herrera y Fabio Parra allanaron el camino, pero los ciclistas colombianos han brillado en los escenarios más grandes en tiempos recientes.
El punto culminante llegó en 2019, cuando Egan Bernal se convirtió en el primer colombiano en ganar el Tour de Francia. Dos años después, en 2021, se coronó campeón del Giro, consolidando aún más la reputación de Colombia como potencia. Hoy, a punto de cumplir 28 años, Bernal llega al Giro 2025 con la esperanza de reafirmarse como contendiente.
No viene solo. Cuatro colombianos más lo acompañan: Nairo Quintana y Einer Rubio del Movistar Team, Daniel Felipe Martínez (bajo la bandera de Red Bull-BORA-hansgrohe) y Brandon Rivera del Team Ineos. Quintana y Bernal ya saben lo que es ganar en el Giro. Rubio y Rivera quieren representar a la nueva generación. Un aficionado local dice que América Latina tiene mucho amor por el ciclismo, y estos corredores son figuras destacadas para la región.
En toda América Latina, la participación colombiana tiene impacto. Hay entusiasmo. La causa es un trasfondo compartido. Aunque no estén entre los favoritos, los fanáticos celebran el éxito de los corredores andinos. El apoyo local no siempre afecta los resultados, pero sí enciende la pasión en fiestas callejeras y frente a las pantallas.
El regreso de Bernal
Egan Bernal comienza este Giro con confianza y cautela. Tras un gran inicio de temporada donde ganó el campeonato nacional de ruta y contrarreloj, un accidente en la Clásica Jaén Paraíso Interior lo dejó fuera con una clavícula fracturada. Se perdió carreras clave y solo pudo competir en la Volta a Catalunya, donde terminó séptimo.
Él mismo admite que la tarea es dura. Considera a Primoz Roglic y Juan Ayuso como los claros favoritos. Aun así, este hombre ya venció la adversidad en 2021. Una clavícula se cura, y si encuentra su forma, podría sorprender.
Sumando intriga, estrenará uniforme nuevo como campeón colombiano de ruta y contrarreloj, con un diseño inspirado en un equipo mítico del pasado, entrelazando historia nacional y ambición actual. Con el respaldo de los fanáticos latinoamericanos, Bernal espera transformar esa energía en un ataque exitoso.
También es clave Nairo Quintana, el primer colombiano en ganar el Giro (2014). Aunque ya no es el escalador imparable de antes, conserva experiencia vital. En pendientes muy empinadas, puede fugarse o apoyar tácticamente a Movistar. Einer Rubio será su apoyo en la montaña, formando un potente dúo colombiano.
Daniel Felipe Martínez compite por Red Bull-BORA-hansgrohe. Brandon Rivera, en Ineos, completa la presencia colombiana. Ambos han mostrado nivel. Martínez es fuerte en contrarreloj y buen escalador, por lo que podría ser una sorpresa. Rivera, con experiencia ganada junto a Bernal, también podría brillar. En el Giro, donde reina la incertidumbre, cualquiera puede triunfar si otro cae.
Un Giro implacable
Fiel a su reputación, el Giro 2025 ofrece un recorrido duro que favorece a los escaladores latinoamericanos. Albania acoge las tres primeras etapas, incluida una contrarreloj individual de 13,7 km en Tirana y subidas exigentes. Luego, tras cruzar el Adriático, la carrera pasa por el sur de Italia con etapas mixtas y termina la primera semana en un ascenso en Tagliacozzo (11,9 km al 5,8%).
También hay tramos de grava: una especie de mini-Strade Bianche llega a Siena con cinco sectores y 30 km sin pavimentar. Estos tramos pueden alterar la clasificación. Para Bernal y Quintana, hábiles en terreno complicado, es una oportunidad—si evitan percances.
En la segunda semana, una contrarreloj de 28,7 km entre Lucca y Pisa será crucial. Los escaladores que sobrevivan podrán aprovechar en la montaña. Etapas de media montaña siguen, con ascensos como San Pellegrino (13,8 km al 8,8%). Aunque no tan duros como los finales, los líderes deben estar alerta ante escapadas.
La última semana trae la dosis clásica de drama del Giro. Se suben puertos legendarios como el Tonale (15,2 km al 6,1%) y el temido Mortirolo (12,7 km al 7,6%). Una etapa incluye cinco puertos y termina en San Valentino (18 km al 6,7%). Cada día implica pendientes, altitud y clima impredecible—condiciones que los andinos suelen dominar.
El clímax llega con la “etapa reina” entre Verrès y Sestriere. Se sube el Colle delle Finestre, un coloso de 18,4 km al 9,2% con ocho km de grava. Es la Cima Coppi de este año: el punto más alto. Ideal para atacar… o hundirse. Luego, aún queda Sestriere, reto alpino que decide campeones.
Si Bernal quiere el podio, necesita una actuación como la de 2021. El último día es el desfile en Roma: un homenaje más que una batalla. Pero llegar allí subraya la grandeza del Giro.
En América Latina, especialmente Colombia, se espera drama nocturno y debate en redes sociales. ¿Se recuperará Bernal lo suficiente para desafiar a Roglic y Ayuso? ¿Quintana revivirá su forma? ¿Martínez o Rivera sorprenderán?
Sin importar los resultados, el amor regional por el ciclismo sigue vivo. En Colombia habrá reuniones, desde Bogotá hasta pueblos andinos. Familias enteras celebrarán cada pedalazo de sus héroes.
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Cuando llegue el podio final en Roma, la pregunta será si algún colombiano estará entre los ganadores. Lo único seguro: los ciclistas latinoamericanos dejarán el alma en cada etapa, llevando la esperanza de un continente que sueña con maglia rosas, regresos memorables y cumbres conquistadas con el corazón.