¿El calentamiento global pone en peligro a los deportistas?
La problemática ambiental afecta el rendimiento y la salud de quienes practican distintas disciplinas
El pasado 19 de enero, la tenista francesa Alize Cornet se desvaneció en el primer set de su encuentro con la belga Elise Mertens. La razón fue la temperatura de 42ºC a la que estaba expuesta la deportista en Melbourne, durante el Abierto de Australia.
Muchos factores son los que ponen en riesgo a los deportistas; no obstante, las altas temperaturas son uno de los aspectos más peligrosos. Estas son cada vez más comunes debido al calentamiento global y, lamentablemente, las previsiones al respecto no son optimistas.
El año anterior, según cifras de Met Office (Oficina de Meteorología, Servicio Nacional de Meteorología de Reino Unido), se registró un aumento de 0,84º C en la temperatura global. Se debe resaltar que el aumento trae consecuencias catastróficas para el planeta, pues derrite el hielo de los polos y con ello se presenta un aumento del nivel del mar, que a su vez afecta el clima global.
¿Cómo afecta las altas temperaturas el desempeño deportivo?
En muchos deportes, el clima se consideraba parte de la experiencia, un reto a vencer, sobre todo en temperaturas extremas ya fueran cálidas o heladas. Por ejemplo, los equipos de fútbol han sacado provecho del clima extremo cuando juegan como locales. Este es el caso de los Jaguares de Chiapas, México que jugaban en pleno sol en la húmeda selva o, por el contrario, los equipos ubicados en el norte del planeta como los escandinavos que juegan en canchas casi congeladas.
Además de las implicaciones ambientales, a nivel deportivo, el problema es que el calentamiento global hace más extremos los climas, afectando a deportes que no están pensados expresamente para temperaturas extremas. De hecho, la NFL ha tenido que cancelar partidos debido a tormentas de nieve, por mencionar un ejemplo.
En el mundial de Brasil en 2014, la FIFA permitió que se detuvieran los partidos para hidratar a los jugadores y así para evitar incidentes o complicaciones de salud en los deportistas. Consecuentemente, la medida ha sido puesta en práctica por ligas a nivel mundial. Sin embargo, la solución podría ser solamente temporal, por lo que las disciplinas deportivas deben plantear cómo proteger a los atletas y su rendimiento.
Aunque hay deportes que por sus características pueden llevarse a cabo en espacios cerrados como la gimnasia, el box, el fútbol (existen estadios con domo), la natación, etc., existen otros que inevitablemente exponen a los atletas al clima. Por ejemplo, el ciclismo, la caminata, carreras, etc. Este tipo de actividad física deberá plantear soluciones y alternativas adecuadas.
Por lo pronto, algunas competiciones deben modificar calendarios por el problema que representa el calentamiento global. El mundial de Catar 2022 se llevará a cabo en otoño y no en verano como tradicionalmente se hace, por el riesgo que supone las temperaturas desérticas, sumadas al cambio climático.
Beijing tendrá Juegos Olímpicos de Invierno también en 2022, una ciudad donde la nieve es casi inexistente y que hará unos juegos artificiales para cumplir con el compromiso. La situación también se presentó en Vancouver en 2010 y Sochi en 2014. En ambas ocasiones, los organizadores tuvieron que guardar y transportar nieve para sus juegos.
Según Daniel Scott de la Universidad de Waterloo en Canadá, para 2050 casi no habrá ciudades con condiciones para la justa invernal. Los atletas ahora deben buscar lugares nevados para entrenar, que cada vez son más escasos y peligrosos, pues las grietas en glaciares ponen en peligro su integridad física.
LatinAmerican Post | Luis Liborio
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