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Brief Económico: Brexit

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Entienda el referendo en su dimensión económica

Brief Económico: Brexit

IHM Markit y Visa anunciaron que el gasto del consumidor en Reino Unido cayó por primera vez en 4 años a una razón de 0.8% anual en mayo de 2017; se atribuyen las causas a la devaluación de la Libra Esterlina. Los mercados mundiales temen sobre el futuro económico de Reino Unido y la sociedad empieza a hacer realidad los miedos. ¿Qué llevó a esta situación? Acá el análisis:

El Brexit fue el referendo celebrado el 23 de junio de 2016 por parte del gobierno nacional con el objetivo de escrutar al público, en general, sobre la permanencia del Reino Unido en la Unión Europea. Contra todo pronóstico, 51.9% de la población votó a favor de retirarse de la unión de países europeos.

A nivel económico, el Brexit se planteó desde una posición proteccionista, que resulta en un estado que limita las exportaciones para producir y consumir local; una alternativa válida para un país industrializado.

Quienes promovieron el Brexit, en instancias no políticas, argumentaron que la alta inmigración hacia Europa aumenta la fuerza laboral en la zona a una tasa de 0.5% anual. Este dato es especialmente preocupante pues el 1.75% del PIB Británico se gasta en subvenciones correlacionadas a la población en la Unión Europea. Según estos datos, se pronosticó que a 2030 esta tasa de gasto podría aumentar hasta a 3.7% del PIB.

El segundo argumento es relacionado al comercio. De acuerdo a los proponentes, cortar gastos en costos no asociados al bienestar del pueblo y restringir la salida de productos nacionales induce un ciclo de bienestar que empujaría la nación a una era de auge, pues el mercado local se integraría en un ciclo donde el dinero fluiría rápidamente aumentando la renta media a corto plazo.

Sin embargo, los factores que no se tuvieron en cuenta generaron efectos colaterales adversos:

La Unión Europea es una organización que coordina la política monetaria y genera mecanismos de libre comercio en la unión. Desde su establecimiento, el Reino Unido no participó en la unificación monetaria, pero sí en la comercial. Las condiciones pre-Brexit indican que el 63% de las exportaciones de la isla se envían a Europa, mientras que las exportaciones totales de la unión a Reino Unido son solo 18%.

A pesar de lograr cortar costos burocráticos y establecer un discurso nacionalista en el país, el Brexit fue un voto general para pagar impuestos sobre el 63% de las exportaciones nacionales. Al informarse al público la decisión del pueblo británico, la Libra Esterlina se desplomó a su nivel de 1985 y acciones sólidas como RBS y Barclays cayeron 30%.

Los efectos extendidos de la decisión han conducido a una caída en la productividad británica del 10% y una previsión de caída del PIB británico entre 2.2% y 9.5%. Los efectos calculados del Brexit estiman que llegada la estabilización, el PIB aumentaría la economía en un 5%, representando un total de 78 billones de Libras Esterlinas.

Reino Unido tomó la decisión de crecer aceleradamente al interior, o de causarse enormes costos que no podrá cubrir sin sacrificar crecimiento en el largo plazo. El motivo de preocupación a la luz de los datos estadísticos es que la mayoría de los votantes a la salida del Brexit son residentes de mediana edad (entre 40 y 50 años), de ingresos medios bajos y con bajos índices educativos.

El futuro del Reino Unido está en manos de las juventudes con poder de decisión, quienes, notablemente, votaron en contra de la medida. En general, su baja en el consumo implica que muchas micro-decisiones se están tomando. Sin saber su resultado, los mercados se mantienen alerta.

 

Latin American Post | David Eduardo Rodríguez

 Copy edited by Susana Cicchetto

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