ECONOMÍA

¿Cuál es la polémica con el nuevo aeropuerto de la Ciudad de México?

Los candidatos presidenciales se enfrentan por sus posturas sobre la obra

¿Cuál es la polémica con el nuevo aeropuerto de la Ciudad de México?

El actual Aeropuerto Internacional Benito Juárez estaba originalmente alejado del area urbana; sin embargo, con el crecimiento de la ciudad quedó absorbido dentro de la Ciudad de México. Dado que es el aeropuerto más transitado de América Latina, desde los años 90 se propuso construir otro, pero los intentos fracasaron, sobre todo por el problema de la ubicación, los terrenos y el financiamiento. Se construyó una segunda terminal para mitigar el problema, pero fue insuficiente. El crecimiento turístico de México agudiza la necesidad de un nuevo aeropuerto, por ello en 2014 el gobierno de Enrique Peña Nieto anunció la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, al oriente de la capital mexicana.

La inversión proyectada para su construcción fue de 169,000 millones de pesos (13 000 millones de dólares al tipo de cambio de 2014); sin embargo, con avances mínimos tras años de trabajo, los costos se han elevado en 50.000 millones de pesos (aprox. 2,500 millones de dólares al tipo de cambio de 2018) por lo que ha creado polémica en el país. Se proyecta que esté terminado para el 2020, en una etapa preliminar a la de completo funcionamiento. Si bien esta obra ha tenido mayor transparencia que otras realizadas en el país, ya existen denuncias de sobre costos y de contratos otorgados a personas cercanas a funcionarios, además de supuestos hundimientos en el terreno.

Los candidatos presidenciales que representan a las tres coaliciones han manifestado su postura en cuanto al destino de la obra:

José Antonio Meade, el candidato oficialista, ha declarado que continuará la obra, así como los contratos ya otorgados, sin ningún inconveniente. Meade representa el respaldo al proyecto de la administración de Enrique Peña Nieto, por lo que el sector financiero y las empresas encargadas de las obras se encuentran tranquilas y convencidas de apoyar a Meade.

Ricardo Anaya, candidato opositor, declaró que de ganar hará una revisión de los contratos y las diversas irregularidades que se han denunciado, aunque acepta que la obra es importante para el país y no le dará marcha atrás, solamente revisará la transparencia de la misma.

Andrés Manuel López Obrador, candidato opositor, es quien tiene la postura radical. Declaró que de ganar la presidencia detendrá la obra actual, aunque ha ido moderando su postura, sobre todo en lo referente a las empresas que participan en la construcción. Su alternativa es construir dos pistas nuevas en el aeropuerto de la base militar de Santa Lucía, ubicado a 50 km. de la ciudad. López Obrador considera la obra actual un error de la administración de Peña Nieto, y cree que existen demasiadas irregularidades. A las empresas que participan en la obra del nuevo aeropuerto les ha dicho que respetará los contratos pero que los transferirá a las obras de Santa Lucía, alternativa que las constructoras no ven con buenos ojos. 

Especialistas han dicho que usar Santa Lucía como nueva terminal es inviable, tendrían que renegociar los contratos y la demanda terminaría superándola como sucedió con la Terminal 2 del actual aeropuerto, que rápidamente mostró saturación, además de que la logística para pasajeros y aerolíneas sería complicada. Mitre, empresa aeronáutica de inverstigación, dio un informe donde resalta que la propuesta de López Obrador no tiene fundamento, por lo que el nuevo aeropuerto sigue enfrentando a los candidatos a pocas semanas de las votaciones.

 

Latin American Post | Luis Liborio

Copy edited by Susana Cicchetto

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