El mayor descubrimiento de gas en Bolivia genera esperanza en medio de la crisis energética
Bolivia ha anunciado el descubrimiento de una importante reserva de gas natural, lo que podría aliviar su actual crisis energética. Este descubrimiento marca un momento crucial para el sector energético de Bolivia y podría rejuvenecer su economía en medio de una producción en declive y luchas financieras.
El presidente de Bolivia, Luis Arce, anunció el lunes el descubrimiento de una reserva de gas natural de 1,7 billones de pies cúbicos (TCF) ubicada al norte de la capital administrativa del país, La Paz. Este anuncio es fundamental para la nación sudamericana sin salida al mar, que enfrenta una crisis energética vinculada a años de disminución de la producción de petróleo y gas que ha afectado las reservas monetarias del país. A principios de este mes, la energética estatal YPFB dijo que está buscando formas de superar la reciente escasez de combustible.
“Se confirma una reserva de 1,7 TCF, siendo el descubrimiento más importante para Bolivia desde 2005”, dijo Arce en un discurso en Palacio de Gobierno. “Probablemente se convertirá en el tercer mejor campo productor de todo el país”, añadió. El campo, denominado Mayaya Centro-X1 IE, será parte del Plan de Reactivación del Upstream de YPFB. Según los datos oficiales más recientes, esta nueva reserva reforzará las reservas de gas existentes en Bolivia, que en diciembre de 2018 ascendían a 8,95 TCF.
La producción de gas natural de Bolivia ha disminuido significativamente en los últimos años. Según datos de YPFB, la producción cayó de 56,6 millones de metros cúbicos por día (MMm3d) en 2016 a 31,9 MMm3d en 2023. Esta caída ha impactado severamente la economía del país y su capacidad para satisfacer las demandas energéticas nacionales e internacionales. El descubrimiento del campo Mayaya Centro-X1 es, por tanto, un rayo de esperanza para Bolivia.
El descubrimiento se produce cuando la economía de Bolivia se encuentra bajo una presión significativa. El presidente Arce describió el hallazgo como un “megacampo”, estimando su valor de mercado en 6.800 millones de dólares. Enfatizó que este descubrimiento podría revivir la industria del gas, motor de un crecimiento robusto a principios de la década de 2000, un período al que a menudo se hace referencia como el “milagro económico” de Bolivia. Este período vio un auge de las exportaciones y una disminución de la pobreza, impulsada principalmente por el sector del gas natural.
Desafíos en el sector energético
En los últimos años, la inversión en proyectos de exploración por parte de la empresa energética estatal de Bolivia ha disminuido y la extracción de gas natural se ha desvanecido rápidamente. Esta disminución se ha visto exacerbada por la inestabilidad política y la mala gestión económica. El expresidente Evo Morales, un acérrimo rival político de Arce, fue pionero en un modelo financiero que subsidiaba fuertemente los precios del combustible. Si bien este modelo inicialmente benefició a la economía, rápidamente se volvió insostenible cuando los precios de las materias primas cayeron.
El Instituto Boliviano de Comercio Exterior informó el año pasado que el país, que alguna vez estuvo entre los 10 principales productores de gas natural del mundo, se había convertido en un importador neto de hidrocarburos. Bolivia gastó 2.900 millones de dólares en importaciones de diésel, mientras que ganó sólo 2.000 millones de dólares por las exportaciones de gas natural. Este desequilibrio ha ejercido una presión significativa sobre las reservas de divisas del país y la estabilidad económica general. El presidente Arce describió recientemente la situación como si hubiera “tocado fondo”.
Una nueva frontera para la exploración
La empresa estatal de energía de Bolivia, Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), anunció que el nuevo yacimiento de gas natural fue descubierto gracias a una inversión de 50 millones de dólares. El campo cubre varias regiones al norte de La Paz, la capital administrativa, y se sumará a las reservas de gas existentes en Bolivia, que según se informó por última vez ascendían a 8,7 TCF en 2019.
El presidente de YPFB, Armin Dorgathen, destacó la importancia del descubrimiento y lo describió como una “nueva frontera exploratoria”. Esto marca el comienzo de un nuevo capítulo para la región subandina del norte de Bolivia, ofreciendo esperanzas de mantener al país como un exportador esencial de gas.
Contexto latinoamericano
La crisis energética en Bolivia no es un tema aislado sino parte de una tendencia más amplia que afecta a América Latina. Muchos países de la región enfrentan desafíos similares, incluido el envejecimiento de la infraestructura, la disminución de la producción y la inestabilidad política. La situación de Bolivia es particularmente grave debido a su geografía sin salida al mar, lo que complica la logística de la importación y exportación de energía.
El panorama político y económico a menudo está entrelazado con cuestiones energéticas en el contexto latinoamericano más amplio. Por ejemplo, el controvertido plan del expresidente Alberto Fujimori de postularse para la presidencia de Perú por cuarta vez en 2026 añade otra capa a la dinámica política regional. Fujimori, que fue indultado en diciembre de sus condenas por corrupción y responsabilidad por el asesinato de 25 personas, anunció su candidatura a pesar de las restricciones legales. Esta agitación política en el vecino Perú podría afectar indirectamente a Bolivia y otros países de la región.
Perspectivas y desafíos futuros
El descubrimiento del campo Mayaya Centro-X1 es un avance prometedor para Bolivia, pero no es una panacea. El país debe seguir abordando los problemas subyacentes que han llevado a la actual crisis energética. Esto incluye invertir en infraestructura, diversificar las fuentes de energía y mejorar los marcos regulatorios para atraer inversión extranjera.
Garantizar prácticas sostenibles en la extracción de gas natural será crucial para mitigar el impacto ambiental y preservar la rica biodiversidad de Bolivia. Si bien la extracción de gas natural es menos contaminante que el carbón o el petróleo, todavía plantea riesgos ambientales, incluidas las emisiones de metano y la posible contaminación del agua. La administración de Arce necesitará equilibrar el crecimiento económico con la protección ambiental a medida que desarrolle el nuevo campo de gas.
El descubrimiento por parte de Bolivia de una importante reserva de gas natural ofrece esperanza en medio de una prolongada crisis energética. Sin embargo, el país debe abordar los desafíos económicos y ambientales para beneficiarse plenamente de este hallazgo. El contexto latinoamericano más amplio, marcado por la inestabilidad política y económica, subraya la importancia de estrategias de desarrollo sostenibles e inclusivas. A medida que Bolivia avance, su éxito dependerá de la gestión cuidadosa de sus recursos naturales y de la resiliencia de sus instituciones políticas y económicas.
El futuro de la región dependerá de la capacidad de sus líderes para afrontar estos complejos desafíos y trabajar por el desarrollo sostenible. El descubrimiento en Mayaya Centro-X1 es un paso importante, pero inicia un largo viaje hacia la estabilidad y el crecimiento económicos. Como muchos de sus vecinos, Bolivia debe esforzarse por lograr un enfoque equilibrado que garantice la prosperidad y la gestión ambiental.