Brasil establece cuotas de importación de acero en medio de crecientes preocupaciones
Brasil introduce cuotas de importación para once productos de acero y un arancel del 25% sobre las cantidades que exceden estos límites, con el objetivo de estabilizar la industria siderúrgica nacional sin afectar los precios al consumidor.
El gobierno brasileño anunció la implementación de cuotas de importación para once productos siderúrgicos, incluidos productos laminados, tubos y alambrones, junto con un arancel del 25% sobre cualquier volumen que supere estas cuotas durante los próximos doce meses. Esta medida, aprobada por el Comité de Gestión Ejecutiva de la Cámara de Comercio Exterior, entrará en vigor en unos 30 días, según un comunicado del Ministerio de Industria y Comercio de Brasil.
Abordar inquietudes y establecer cuotas
La decisión, aún pendiente de análisis por parte de los socios del Mercosur –Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Bolivia (actualmente en la etapa final de membresía total)– tiene como objetivo abordar las preocupaciones planteadas por la industria siderúrgica nacional sobre el aumento de las importaciones de acero chino más barato. que han sido percibidos como una amenaza para los productores locales.
Las cuotas se determinaron sobre la base de un análisis exhaustivo, destacando que el volumen de compras extranjeras en 2023 superó en un 30% el promedio de adquisiciones de 2020 a 2022. Esta medida busca reducir el exceso de capacidad en la industria siderúrgica brasileña, que ha luchado con capacidades de producción inactivas. Con base en hallazgos de estudios técnicos, el gobierno asegura que estas nuevas cuotas no afectarán los precios al consumidor ni la cadena de producción en general.
Además, el ministerio se ha comprometido a monitorear de cerca el comportamiento del mercado durante los doce meses que la medida esté vigente para garantizar que logre su objetivo de mitigar la competencia desleal y apoyar a la industria nacional sin impacto económico adverso.
Sin embargo, la introducción de estas barreras a las importaciones ha provocado un debate entre varios sectores dentro de Brasil. Los críticos argumentan que estas medidas podrían potencialmente obstaculizar la competitividad y alimentar la inflación a una tasa anual del 3,93%. La industria siderúrgica brasileña es fundamental para los sectores de manufactura y construcción civil de mayor valor agregado. Un aumento de los costes del acero podría perjudicar la competitividad de toda la cadena productiva que depende de esta materia prima, poniendo en peligro potencialmente la creación de empleo.
Preocupaciones de la industria
José Velloso, presidente ejecutivo de la Asociación Brasileña de la Industria de Máquinas y Equipos (Abimaq), expresó su preocupación de que los mayores costos del acero, un insumo esencial tanto para la manufactura avanzada como para la construcción, puedan dañar la competitividad de estas industrias y, en última instancia, afectar la creación de empleo.
La medida de Brasil no es aislada. En toda América Latina, los países están enfrentando desafíos similares mientras se esfuerzan por proteger sus sectores manufactureros del impacto de la dinámica del comercio global, incluida la entrada de materiales extranjeros más baratos. Si bien estas medidas de protección pueden ayudar a proteger a las industrias locales de daños inmediatos, también plantean interrogantes sobre las implicaciones económicas a largo plazo, como aumentos de precios y reducción de la competencia.
La cuestión es particularmente conmovedora en el contexto del Mercosur, un bloque comercial que históricamente ha tenido como objetivo facilitar una zona de libre comercio entre sus países miembros. La decisión de Brasil de introducir cuotas y aranceles debe armonizarse con los objetivos y regulaciones más amplios del Mercosur, asegurando que no perturbe la dinámica del mercado interno del bloque.
Observando el impacto de la política
A medida que Brasil posicione estos aranceles y cuotas como un paso necesario para proteger su industria siderúrgica, se seguirá de cerca la eficacia de estas medidas. El equilibrio entre proteger las industrias locales y mantener una competencia sana y la estabilidad de precios es delicado. El resultado de esta política podría servir como punto de referencia para estrategias similares en otros países latinoamericanos que enfrentan el desafío de integrar la protección interna con políticas comerciales internacionales abiertas.
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Mientras Brasil navega por estas complejas aguas comerciales y económicas, la industria siderúrgica mundial, los expertos en comercio internacional y los responsables de las políticas económicas observarán atentamente el impacto de estas medidas. El éxito o el fracaso de la estrategia de Brasil podría ofrecer lecciones valiosas sobre cómo gestionar el delicado equilibrio entre proteger las industrias nacionales y fomentar un entorno de mercado abierto y competitivo.