El aumento de la delincuencia amenaza el negocio turístico de Chile y su atractivo internacional
Chile, un país que no suele asociarse con la violencia, ha experimentado recientemente un aumento de la actividad delictiva, lo que ha llevado al gobierno de Estados Unidos a emitir una alerta de viaje de nivel 2. Esto podría afectar a su próspera industria turística, especialmente en destinos populares como Santiago y Valparaíso.
La reputación de Chile como un lugar seguro en peligro
Durante mucho tiempo, Chile ha sido considerado un destino relativamente seguro para los viajeros, en particular en comparación con algunos de sus vecinos latinoamericanos. Conocido por sus impresionantes paisajes, desde el árido desierto de Atacama hasta los impresionantes picos de la Patagonia, Chile se ha ganado un nicho como refugio tranquilo para los buscadores de aventuras y los exploradores urbanos por igual. Ciudades como Santiago y Valparaíso ofrecen escenas culturales vibrantes, y la extensa costa del país ofrece amplias oportunidades para vacaciones en la playa.
En el contexto latinoamericano más amplio, Chile ha sido considerado un país seguro para los visitantes internacionales, especialmente los turistas estadounidenses, que constituyen una parte importante de su industria turística. Esta percepción de seguridad ha sido fundamental para atraer a millones de turistas cada año, y muchos de ellos ven a Chile como un destino donde pueden disfrutar de sus vacaciones sin los altos riesgos de delincuencia que a veces acompañan a los viajes a otras partes del continente.
Sin embargo, la reciente advertencia de viaje de nivel 2 emitida por el Departamento de Viajes de Estados Unidos ha puesto en tela de juicio esta reputación. La advertencia se emitió el 10 de septiembre de 2024 e insta a los turistas estadounidenses a tener mayor precaución debido al aumento de robos y asaltos en las principales áreas metropolitanas como Santiago, Valparaíso y Viña del Mar. La advertencia destaca especialmente el área alrededor del Aeropuerto Internacional de Santiago, un punto de entrada crucial para los turistas, lo que hace que la advertencia sea alarmante para los turistas y las empresas locales.
La advertencia y lo que significa para los turistas
La advertencia de nivel 2, que alienta a los viajeros a “permanecer alerta y vigilantes en áreas públicas”, es un mensaje importante del gobierno de Estados Unidos. Si bien no recomienda cancelar viajes, advierte a los turistas estadounidenses sobre los mayores riesgos de robos y asaltos, particularmente en áreas muy visitadas. Entre ellos se incluyen lugares populares como Persa Bio Bío, el mercado más grande de Santiago, el Cerro Santa Lucía en el centro histórico de la ciudad y la Estación Mapoco, una antigua estación de trenes que ahora funciona como centro cultural.
Se recomienda a los turistas mantener un perfil bajo, viajar en grupos y evitar salir solos después del anochecer. El aviso también subraya la necesidad de estar atentos a la hora de mostrar objetos de valor, como joyas, dispositivos electrónicos y dinero en efectivo, ya que estos artículos convierten a los turistas en blancos fáciles para los ladrones oportunistas. Las advertencias de evitar la resistencia física durante un robo y de ser cautelosos al alquilar vehículos añaden otra capa de precaución que puede disuadir a algunos visitantes.
Para los turistas estadounidenses, esta advertencia les recuerda que el crimen puede afectar incluso a las ciudades más conocidas y visitadas. Los viajeros que alguna vez pudieron haberse sentido atraídos por Chile por su belleza natural y sofisticación urbana ahora deben considerar su seguridad con más cuidado, en particular cuando se desplazan por zonas urbanas concurridas o visitan lugares turísticos populares.
Lo que es más preocupante son los datos sobre delincuencia proporcionados por el gobierno chileno, que muestran un aumento de los robos y hurtos denunciados. En los primeros seis meses de 2024, Chile registró 137.644 robos y 55.563 atracos, lo que indica un aumento en la tasa de criminalidad del país en comparación con años anteriores. Aunque la advertencia no desalienta explícitamente los viajes, esas cifras pueden ser suficientes para influir en los potenciales turistas para que reconsideren sus planes u opten por destinos alternativos que se perciban como más seguros.
Paralelismos entre turismo y delincuencia en América Latina
La situación actual de Chile recuerda casos similares en otros países latinoamericanos donde el turismo se ha visto afectado por picos de delincuencia. Por ejemplo, México, a pesar de ser uno de los países más visitados del mundo, ha luchado durante mucho tiempo con su reputación de violencia y delincuencia, particularmente en áreas dominadas por cárteles de la droga. Ciudades como Acapulco, que antes estaban repletas de turistas, han disminuido significativamente el número de visitantes debido al aumento de las tasas de delincuencia y las advertencias de viaje de varios países.
De manera similar, Brasil, otro importante destino turístico, enfrentó desafíos para atraer visitantes internacionales antes de los Juegos Olímpicos de 2016 en Río de Janeiro. A pesar de los esfuerzos del gobierno por reforzar la seguridad, persistieron las preocupaciones sobre la delincuencia callejera, los robos y los asaltos. La atención internacional sobre los Juegos Olímpicos ayudó a abordar temporalmente estos problemas, pero el problema de la delincuencia en Río ha seguido afectando las cifras de turismo.
En Colombia, Medellín se ha convertido en un modelo de reducción de la delincuencia y regeneración urbana. Medellín, considerada en el pasado una de las ciudades más peligrosas del mundo debido a su asociación con los cárteles de la droga en los años 1980 y 1990, se ha transformado. Al centrarse en el desarrollo urbano, los programas sociales y la mejora de la seguridad pública, la ciudad ha experimentado un resurgimiento del turismo. Sin embargo, la persistente asociación con la violencia todavía disuade a algunos visitantes potenciales.
Estos paralelismos históricos sugieren que el desafío actual de Chile no es único, sino parte de un problema más amplio que muchas naciones latinoamericanas han enfrentado en varios momentos. Si bien el crimen puede afectar negativamente al turismo en el corto plazo, la forma en que un país responde (mejorando la seguridad, generando confianza y promoviendo nuevas iniciativas) puede determinar su éxito a largo plazo como destino turístico.
Cómo puede responder la industria turística de Chile
La pregunta es cómo puede responder el sector turístico de Chile a las crecientes preocupaciones planteadas por la advertencia de viaje de EE. UU. La industria turística, que se ha convertido en una parte esencial de la economía de Chile, debe abordar de manera proactiva el aumento percibido de la delincuencia y restaurar la confianza en los viajeros.
En primer lugar, es crucial mejorar las medidas de seguridad en las áreas turísticas clave. Los gobiernos locales y las juntas de turismo de ciudades como Santiago, Valparaíso y Viña del Mar deberían colaborar para aumentar la presencia policial en los lugares turísticos más populares, especialmente cerca de los aeropuertos y las principales atracciones. Una mayor vigilancia y una aplicación visible de la ley podrían servir para disuadir los delitos menores, como los hurtos y los robos, que suelen tener como objetivo a turistas desprevenidos.
Además de aumentar la seguridad, el gobierno chileno puede lanzar campañas de concienciación pública para educar a los turistas y a los lugareños sobre prácticas seguras de viaje. Se puede alentar a los turistas a seguir las mismas pautas recomendadas por la advertencia de viaje de Estados Unidos (mantener un perfil bajo, viajar en grupos y evitar las salidas nocturnas) a través de las redes sociales, folletos en los centros de información turística y plataformas digitales.
Además, las empresas que atienden a los turistas, como hoteles, operadores turísticos y restaurantes, también pueden mejorar la seguridad. Ofrecer opciones de transporte seguras, brindar consejos de seguridad durante el check-in y organizar visitas guiadas que enfaticen la seguridad pueden contribuir en gran medida a mejorar la experiencia turística en general. Muchos turistas podrían sentirse más seguros viajando con lugareños conocedores que puedan guiarlos por áreas de alto riesgo y minimizar la posible exposición al crimen.
Por último, la industria turística de Chile debe considerar la diversificación de su estrategia de marketing mediante la promoción de regiones menos conocidas y menos afectadas por el crimen. Aunque Santiago y Valparaíso son los puntos focales de muchos turistas, Chile alberga otros numerosos destinos impresionantes, como el desierto de Atacama, el Parque Nacional Torres del Paine y la Isla de Pascua, donde las preocupaciones por la seguridad son mucho menores. Cambiar el enfoque hacia estas áreas podría ayudar a mantener los niveles de turismo mientras las áreas metropolitanas trabajan para reducir las tasas de criminalidad.
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Chile no suele estar asociado con altos niveles de violencia, pero los recientes picos de delincuencia han provocado una advertencia de viaje en Estados Unidos, lo que aumenta las preocupaciones por su industria turística. Mientras los turistas estadounidenses reevalúan sus planes, Chile se encuentra en una encrucijada. Al mejorar las medidas de seguridad, generar conciencia y diversificar su oferta turística, el país puede abordar estas preocupaciones y prosperar como uno de los destinos más atractivos de América Latina. Si bien el desafío es significativo, la historia muestra que los países pueden recuperarse de las caídas relacionadas con la delincuencia en el turismo con el enfoque adecuado y un enfoque en la seguridad.