El Presidente de Colombia Enfrenta Tormenta Legal mientras Empresario Español Contraataca

En un choque explosivo que sacude el mundo de la salud en Colombia, el empresario español Joseba Grajales ha demandado al presidente Gustavo Petro después de ser llamado criminal—una batalla incendiaria que revela tensiones profundas en el sistema médico y el panorama político del país.
Cuando las Palabras se Vuelven Armas
Todo comenzó con una transmisión imposible de ignorar. En televisión nacional, el presidente Gustavo Petro no solo criticó a una empresa: lanzó una bomba contra su líder. Sin mencionar nombres, Petro se refirió al dueño de Keralty, el gigante español de salud detrás de Sanitas, una de las EPS más grandes de Colombia, tachándolo de criminal que debería abandonar el país.
La declaración no fue solo un ataque político; fue una acusación pública que hizo eco hasta España. Para Joseba Grajales, presidente de Keralty, se cruzó una línea.
Al día siguiente, Grajales respondió con una carta pública que no fue simplemente defensiva, sino una declaración de guerra. Anunció planes para demandar al presidente Petro y a todos los involucrados en la difusión de lo que él llamó “mentiras” destinadas a dañar la reputación de Keralty. La demanda será presentada tanto en Colombia como en instancias internacionales, con el objetivo de proteger no solo a la empresa, sino también a sus líderes.
Un Fallo Judicial Aviva la Contienda
¿Qué detonó este enfrentamiento? Un fallo de la Corte Constitucional de Colombia que anuló la intervención del gobierno en Sanitas, una decisión que Grajales califica como un “hito” para la integridad legal y el respeto institucional. El gobierno había intervenido la EPS en abril de 2024, alegando problemas financieros.
Pero la reversión del fallo por parte de la Corte pintó la intervención como ilegal, y las acusaciones de Petro ahora parecían un acto de represalia. Grajales acusó al presidente y a su equipo de lanzar una “campaña sistemática de desinformación”, plagada de insultos y afirmaciones infundadas para socavar años de trabajo.
Esto no es solo una batalla de palabras; es una lucha por la legitimidad, con miles de millones de dólares y millones de beneficiarios de salud atrapados en el medio.
Acusaciones de Corrupción y Repercusiones Políticas
El trasfondo es la crisis crónica de salud en Colombia. Petro ha condenado reiteradamente a las empresas privadas del sector salud, acusándolas de robar fondos públicos destinados a los más vulnerables—incluidos los niños.
Su lenguaje ha sido tajante: ha calificado la corrupción como un crimen de lesa humanidad, acusando a estas empresas de lucrarse mientras la gente sufre y muere. Según él, Keralty incluso habría financiado campañas políticas—algo prohibido para empresas extranjeras.
En un país donde la salud es un tema altamente sensible, estas denuncias generan desconfianza profunda. La intervención del gobierno en Sanitas fue vista como un intento de arrebatar el control al sector privado que Petro considera cómplice del fracaso sistémico. El fallo judicial en contra de esta medida no hizo más que avivar el conflicto.

EFE
Defendiendo el Honor en Medio de la Tormenta
Frente a las acusaciones presidenciales, Grajales no cede. Pinta un panorama muy diferente: el de una empresa comprometida con el servicio público, la integridad y la transparencia.
“La honestidad y la integridad”, escribió, “no son dádivas otorgadas por quienes están consumidos por el resentimiento o rodeados de personajes cuestionables”. Para Grajales, los ataques no solo son injustos: son peligrosos intentos de desprestigiar a quienes han dedicado su vida a la salud en Colombia.
Sanitas, con casi 5,7 millones de afiliados, es un pilar para millones de colombianos. Grajales insiste en que no se quedarán de brazos cruzados mientras se mancilla su nombre.
Esto no es solo una demanda: es una lucha por la reputación, la justicia y la verdad en un país donde la confianza en las instituciones es frágil y los intereses en juego son inmensos.
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El sistema de salud colombiano es mucho más que un tema de política pública: es un campo de batalla donde negocios, política y salud pública chocan con fuerza explosiva. El enfrentamiento entre Gustavo Petro y Joseba Grajales deja al descubierto las tensiones latentes y demuestra que esta pelea está lejos de terminar.
Créditos: Reporte basado en cobertura y entrevistas de EFE.