Empresas latinoamericanas en España resisten los cambios globales en aranceles

Las empresas latinoamericanas en España no se ven significativamente afectadas por los nuevos aranceles de EE. UU. Sin embargo, los conflictos comerciales globales en evolución podrían cambiar su forma de invertir. Por ello, estas compañías enfrentan tanto riesgos notables como oportunidades inesperadas.
Un refugio estratégico en Europa
España sigue siendo una puerta de entrada clave para las empresas latinoamericanas que buscan establecerse en la Unión Europea (UE). Según datos citados por el Consejo de Empresarios Iberoamericanos (Ceapi), más de 600 compañías latinoamericanas se han establecido en España, con una inversión acumulada de más de 66.800 millones de euros desde 1993. La ubicación estratégica de España, el idioma compartido y el amplio mercado único de la UE resultan atractivos para muchas de estas firmas.
Dado que estas empresas se enfocan en producir bienes y servicios para el mercado español y europeo en general, la mayoría no exporta directamente a Estados Unidos. Este contacto limitado con el mercado estadounidense probablemente las protegió de los peores efectos de las recientes políticas arancelarias de Washington. Los líderes empresariales advierten que el comercio internacional vincula a todas las naciones: los cambios en una región pueden generar consecuencias importantes en otras.
“Todo está conectado en una economía global”, dijo la presidenta del Ceapi, Núria Vilanova Giralt, en una entrevista recogida por EFE. “Los aranceles anunciados por la administración Trump inevitablemente tendrán consecuencias para las empresas latinoamericanas establecidas en España y la UE, pero el resultado podría ser positivo”. Ella considera que, en la práctica, los aranceles más altos en EE. UU. podrían llevar a algunas empresas latinoamericanas a enfocarse más en integrar cadenas de suministro regionales o fortalecer sus relaciones con socios europeos.
Vilanova Giralt añadió que “el impacto será ‘más Iberoamérica’ en dos sentidos: veremos una mayor actividad económica entre empresas latinoamericanas que invierten dentro de su región, y también una presencia creciente de negocios latinoamericanos en toda la UE—impulsada por el creciente número de empresas que usan a España como trampolín hacia otros países europeos”.
Desde la perspectiva de la Asociación de Multilatinas en España, la lógica estratégica es similar. El presidente Ramón Casilda Béjar señaló que la mayoría de las firmas latinoamericanas que operan en España lo hacen precisamente porque quieren aprovechar oportunidades en Europa. “Ven a España como una puerta de acceso a la UE y como una forma de beneficiarse de todas las ventajas que ello conlleva”, dijo a EFE. Casilda destacó que muchas de estas empresas son grandes conglomerados familiares originarios de países como México y Brasil, que buscan diversificarse hacia mercados de mayores ingresos y reducir riesgos derivados de la volatilidad económica en sus países de origen.
Invertir en medio de turbulencias
Aunque los mercados español y europeo protegen a estas empresas latinoamericanas de conflictos comerciales inmediatos con EE. UU. y otras potencias, los efectos indirectos de la incertidumbre global persisten. Los aranceles elevados y posibles represalias podrían disminuir la confianza general de los inversores. Por esta razón, algunas empresas podrían retrasar o reducir sus planes de expansión.
Casilda Béjar sugirió que si las sedes corporativas en México o Brasil ven reducidos sus beneficios —ya sea por los aranceles estadounidenses, menor gasto del consumidor o problemas económicos más amplios— podrían mostrarse más cautelosas al invertir fuera. “Ya estamos viendo cómo parte del capital destinado a Europa está llegando con más lentitud. Algunos proyectos están siendo pospuestos debido a la incertidumbre en el entorno económico global”, comentó a EFE.
Aunque México lidera la inversión latinoamericana en España, los futuros proyectos dependerán en gran medida de cómo afecten las medidas comerciales de EE. UU. a la economía mexicana. Si se percibe una desaceleración, algunos de estos conglomerados podrían optar por reforzar sus operaciones domésticas en lugar de acelerar la expansión en Europa.
No obstante, Casilda subrayó que España sigue siendo un centro atractivo. Durante décadas, el país se ha promocionado como un “puente” entre América Latina y los mercados europeos. Además, la afinidad cultural —en especial el idioma compartido— convierte a España en una primera parada natural para muchos empresarios de la región. Una vez establecidos en la península ibérica, les resulta más fácil expandirse a otros países de la UE, aprovechando el entorno regulatorio unificado de Europa y la libre circulación de bienes.
Vilanova Giralt coincidió con esta visión y explicó que, aunque la incertidumbre a corto plazo pueda generar una desaceleración temporal, existen razones suficientes para que las firmas latinoamericanas sigan invirtiendo. “Las empresas con las que hablo ven a España y a la UE como un destino estratégico que va más allá de las tensiones comerciales pasajeras”, dijo a EFE. Las compañías buscan reducir riesgos, acceder a mercados rentables y aprovechar la ubicación estratégica del país cerca de África y partes de Asia.
A pesar del aumento del proteccionismo, España sigue ofreciendo una mezcla beneficiosa de cultura, condiciones empresariales estables y pertenencia a la UE. Muchos expertos prevén un crecimiento sostenido de la inversión latinoamericana, ya que las empresas buscan estrategias para mitigar los efectos de los cambios regulatorios en EE. UU.
Cambios sectoriales y perspectiva futura
Factores económicos determinan el panorama general, pero las condiciones sectoriales afectan el día a día de las compañías latinoamericanas en España. Estas operan en sectores como construcción, alimentación, comercio, bienes raíces o banca. Compiten con rivales locales y europeos en un mercado abierto. Si las guerras arancelarias afectan la economía europea, estas empresas deberán ajustarse a los cambios en la demanda y el consumo, como cualquier otra firma del continente.
“Todos son parte de la misma cadena, por lo que nadie está completamente aislado”, explicó Casilda Béjar. “Las disputas comerciales presionan cada eslabón. Las multilatinas en España deben adaptarse a las normativas y condiciones de mercado del país donde operan, incluyendo los cambios en políticas comerciales”.
Aun así, muchas de estas empresas ven a España —y, por extensión, a la UE— como un refugio frente a un entorno global impredecible. Gracias a los lazos históricos, lingüísticos y culturales, las firmas latinoamericanas siempre han considerado a España como una puerta de entrada al lucrativo mercado europeo, con más de 400 millones de consumidores. Aunque persistan riesgos externos, la capacidad de diversificar costos y operaciones en distintos continentes representa una ventaja estratégica.
Vilanova Giralt destacó que las empresas latinoamericanas en España muestran una notable diversificación, lo que disminuye su riesgo ante problemas en un solo país. Afirmó que “el futuro de estas compañías dependerá de cómo se desempeñe su sector específico”. Pero no será el origen de la inversión lo que determine el éxito o fracaso, sino la capacidad de cada empresa para adaptarse, innovar y mantenerse competitiva en un mercado global en constante cambio.
Estas opiniones reflejan una situación compleja. Aunque los conflictos comerciales impulsados por aranceles estadounidenses podrían generar cautela en los inversores, el atractivo fundamental de España para las empresas latinoamericanas sigue siendo sólido. Las compañías que apuestan por los mercados español y europeo lo hacen atraídas por los mayores ingresos, los consumidores sofisticados y las reglas estables en comparación con otras regiones del mundo.
Por ello, los desacuerdos comerciales a través del Atlántico podrían llevar a algunas corporaciones latinoamericanas a reducir o aplazar ciertos planes. Sin embargo, muchos analistas prevén que, a largo plazo, estas empresas fortalecerán su presencia en España y en toda Europa. La combinación de cercanía cultural y amplias oportunidades de mercado probablemente pesará más que las incertidumbres temporales—especialmente en un contexto global cada vez más multipolar.
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Con presencia en España, las empresas latinoamericanas acceden al mercado de la UE y participan en el comercio internacional, aunque los aranceles cambiantes y las tensiones geopolíticas afecten a los mercados globales. Su éxito depende de la flexibilidad: deben adaptarse a nuevas reglas, responder a las demandas de los consumidores y encontrar oportunidades de crecimiento tanto en tiempos favorables como en períodos difíciles.