NEGOCIOS Y FINANZAS

La hispanocubana Habanos, eufórica tras fallo en EE. UU. que consolida históricos derechos sobre Cohiba

Habanos, la empresa conjunta en parte propiedad de la compañía estatal de tabaco de Cuba, celebra un decisivo fallo de un tribunal federal de Estados Unidos que reafirma los derechos de su accionista cubano sobre la afamada marca Cohiba. La decisión marca un hito en una prolongada saga legal que se ha extendido por décadas.

En un acontecimiento significativo tanto para los aficionados a los puros premium como para el derecho internacional de marcas, Habanos elogió la reciente sentencia de la jueza del Tribunal de Distrito de EE. UU., Leonie M. Brinkema, que reconoce a la empresa estatal cubana Empresa Cubana del Tabaco (Cubatabaco) como legítima titular de la marca Cohiba en el mercado estadounidense.

Según el expediente número 23-cv-227, Cubatabaco logró imponerse frente a General Cigar, una empresa estadounidense que durante décadas vendió puros bajo el nombre Cohiba. Esta victoria legal representa la culminación de una prolongada batalla que comenzó en 1997, cuando Cubatabaco inició acciones para recuperar su marca insignia—famosa por representar algunos de los puros hechos a mano más reconocidos del mundo.

“Desde el principio, siempre hemos sostenido que Cohiba pertenece legítimamente a la empresa cubana”, declaró a EFE la directora legal de Habanos, Lisset Fernández García, en alusión al reclamo original de la compañía estatal. Según señaló Fernández, la decisión judicial significa que Cubatabaco podrá finalmente registrar la marca Cohiba en el mercado estadounidense.

Sin embargo, el camino hacia una resolución definitiva ha estado lejos de ser simple. El embargo de Washington sobre La Habana sigue firmemente vigente y prohíbe la venta de puros cubanos a consumidores estadounidenses. Aunque el mercado estadounidense de puros premium es amplio, las sanciones económicas impiden por ahora que Habanos y Cubatabaco capitalicen esta reciente validación legal.

Obstáculos del embargo y orígenes de la disputa

Fernández señaló la paradoja de esta victoria judicial. “Actualmente, el embargo de EE. UU. sigue prohibiendo la venta de puros cubanos en Estados Unidos”, dijo a EFE, subrayando así los límites reales de la decisión del tribunal. Para quienes desconocen la historia de esta marca emblemática, Cohiba surgió en Cuba durante la década de 1960, convirtiéndose en un símbolo de calidad que captó la atención internacional—excepto en el mercado estadounidense, donde los vínculos oficiales entre La Habana y Washington han sido tensos durante décadas.

La apropiación del nombre por parte de General Cigar a fines de los años 70 alimentó una controversia que se prolongó durante años. El conflicto se intensificó cuando Cubatabaco solicitó registrar la marca Cohiba conforme a la ley estadounidense, solo para descubrir que General Cigar se le había adelantado y había obtenido oficialmente el registro en 1981, pese a conocer plenamente que la marca ya estaba en uso por parte de Cubatabaco, según determinó el tribunal.

Cubatabaco invocó la Convención Panamericana de 1929, de la cual Cuba y Estados Unidos son signatarios. Dicho tratado exige a los países miembros cancelar un registro de marca si el solicitante tenía conocimiento de que otra parte ya la utilizaba previamente en su propio país. En 1972, La Habana había registrado Cohiba en Cuba, y las pruebas presentadas ante el tribunal demostraron que General Cigar estaba al tanto del origen cubano de Cohiba antes de presentar su solicitud en Estados Unidos.

En 2022, la Junta de Juicio y Apelación de Marcas de EE. UU. (TTAB, por sus siglas en inglés) anuló los registros de General Cigar sobre la marca Cohiba, dictaminando que eran ilegítimos. Sin embargo, General Cigar inició un nuevo litigio para revertir la decisión del TTAB, lo que dio paso al fallo reciente del tribunal federal presidido por la jueza Brinkema. “Esta decisión pone fin, esperemos que de una vez por todas, a la idea de que Cohiba puede ser comercializada por alguien que no sea su legítimo propietario”, dijo Fernández a EFE.

Impacto en el panorama global del tabaco

Durante décadas, Cohiba ha sido la marca insignia de los puros cubanos, formando uno de los pilares centrales del portafolio internacional de Habanos. La empresa fue fundada en 1994 como una sociedad dividida equitativamente entre Cubatabaco y un consorcio de accionistas vinculado al grupo hispano-francés Altadis (propiedad de la británica Imperial Brands). Hoy, Habanos tiene presencia en 130 países repartidos en cinco continentes, comercializando una gama de etiquetas artesanales que incluye las célebres líneas Montecristo, Partagás y Romeo y Julieta.

En gran medida, la singularidad de Cohiba proviene de la calidad y la tradición del tabaco cultivado en la región cubana de Vuelta Abajo. Con el tiempo, el puro se ha transformado en un símbolo de la maestría cubana, enrollado exclusivamente por torcedores altamente capacitados. Su perfil de sabor distintivo y su presentación elegante captaron la atención de aficionados en todo el mundo, consolidando a Cohiba como uno de los productos de lujo más reconocidos de la isla.

Aun así, el mercado estadounidense sigue siendo una frontera tan inmensa como esquiva. Históricamente, los consumidores estadounidenses figuran entre los más entusiastas del mundo en cuanto a puros premium. Sin embargo, durante más de medio siglo, el embargo sobre Cuba ha impuesto estrictas limitaciones a las importaciones directas de bienes cubanos, incluido el tabaco. Como resultado, aunque la marca prospera en Europa, Asia y algunas partes de América Latina, todavía no se encuentra legalmente disponible en las estanterías estadounidenses. “Esperamos que este fallo allane el camino para un futuro en el que Cohiba pueda venderse legalmente en EE. UU.”, dijo un portavoz de Habanos a EFE, agregando que cualquier introducción comercial más amplia dependerá de cambios en la política estadounidense sobre sanciones comerciales.

Para los críticos de las actuales relaciones entre EE. UU. y Cuba, este caso pone de manifiesto las contradicciones del marco legal estadounidense. El fallo reconoce las protecciones legales a la propiedad intelectual de Cubatabaco, pero también señala una barrera comercial que impide aplicar directamente esos derechos en el comercio. El resultado judicial es positivo, pero no genera beneficios económicos inmediatos para Habanos ni Cubatabaco.

Por supuesto, la importancia del fallo trasciende la marca Cohiba. Reafirma el principio de que una empresa no puede registrar legalmente una marca en un país signatario de la Convención Panamericana si sabía que ya estaba en uso en otro país miembro. En efecto, la sentencia indica que los propietarios de marcas—especialmente los asociados a empresas cubanas—mantienen protecciones legales, incluso en contextos diplomáticos complejos.

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Continúa la especulación sobre las posibles consecuencias. ¿Reconsiderará el Congreso o el gobierno de EE. UU. el embargo de larga data sobre Cuba? Esta decisión representa una victoria simbólica para Cubatabaco. La reforma real aún es incierta. La resolución de estas cuestiones geopolíticas más amplias podría determinar si Cohiba y otras marcas de puros cubanos terminan apareciendo legalmente en los humidores estadounidenses, compitiendo en igualdad de condiciones con sus pares no cubanos. “Han sido más de dos décadas de idas y venidas judiciales, pero ahora el tribunal federal ha reconocido al propietario legítimo”, declaró Fernández, resaltando el optimismo de Habanos. No obstante, los siguientes pasos siguen sujetos al complejo entramado de las relaciones entre EE. UU. y Cuba, lo que garantiza que la saga de Cohiba continuará capturando el interés tanto de los amantes del puro como de los expertos en propiedad intelectual.

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