Los gigantes de la carne enfrentan una batalla legal por la deforestación del Amazonas
BS SA y otras empresas procesadoras de carne están envueltas en demandas multimillonarias por supuestamente comprar ganado de áreas protegidas del Amazonas, lo que pone de relieve la batalla en curso de Brasil contra la deforestación .
Foto: Pixabay
The Latin American Post Staff
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Enfrentamiento legal revela acusaciones ambientales
En un enfrentamiento legal histórico, JBS SA, la empresa procesadora de carne más grande del mundo, junto con otros tres mataderos, se encuentra en el centro de una serie de demandas. Estas acciones legales, iniciadas por el estado de Rondonia, en el oeste de Brasil, acusan a estas corporaciones de contribuir a la degradación ambiental al comprar ganado criado ilegalmente en un área protegida amazónica.
Las demandas, interpuestas entre el 5 y el 12 de diciembre, se centran en la explotación de la reserva Jaci-Paraná. Esta región, que alguna vez fue una exuberante selva tropical, se ha transformado principalmente en pastizales a lo largo de décadas debido a la deforestación desenfrenada por parte de acaparadores de tierras, madereros y ganaderos. A pesar de las leyes que prohíben la cría comercial de ganado en esta reserva, se estima que actualmente pastan allí alrededor de 216.000 cabezas de ganado, según la división animal del estado de Rondonia.
En el centro de estas demandas se encuentra un tipo novedoso de evidencia que ha captado la atención de expertos en deforestación y veteranos del comercio ilegal de ganado en Brasil. Esta evidencia incluye documentos de transferencia que rastrean al ganado directamente desde las áreas protegidas hasta los mataderos. Sorprendentemente, estos documentos parecen ser proporcionados por los propios ganaderos ilícitos.
Asombro ante el flagrante desprecio
Jair Schmitt, jefe de protección ambiental de la agencia ambiental federal de Brasil, Ibama, expresó su asombro por este flagrante desprecio por las leyes de conservación. "En dos décadas de lucha contra la ganadería ilegal en el Amazonas, nunca había encontrado un permiso de tránsito con el nombre de una unidad de conservación", dijo.
Entre las 17 demandas presentadas, tres nombraron específicamente a JBS y a los agricultores presuntamente involucrados en la venta de 227 cabezas de ganado criadas en la reserva Jaci-Paraná. El estado busca aproximadamente $3,4 millones en daños por violaciones ambientales, incluida la invasión, explotación y la prevención de la regeneración natural de estas tierras protegidas.
Además, tres empresas empacadoras de carne más pequeñas (Frigon, Distriboi y Tangara) están acusadas de daños ambientales similares. Frigon, particularmente conocido por sus conexiones políticas en Rondonia, supuestamente compró la mayor cantidad de ganado, casi 1.400 cabezas, de ocho ranchos ilícitos. Las demandas exigen 17,2 millones de dólares a Frigon y sus agricultores asociados.
Impacto global de las exportaciones de carne
Estas empresas, incluidas Frigon y las plantas de JBS implicadas, han estado exportando carne a nivel mundial. Según Panjiva, empresa que rastrea el comercio internacional a través de registros aduaneros, sus productos llegaron a mercados de Estados Unidos, China (el mayor comprador de carne vacuna brasileña), Hong Kong, Rusia, Egipto, Marruecos, España, Turquía y Emiratos Árabes Unidos. , Arabia Saudita y otros.
La acción legal contra estas empresas y agricultores tiene como objetivo cuantificar el costo de la destrucción de la selva tropical antigua, una tarea desafiante dada la irremplazabilidad del bosque en períodos de tiempo cortos. Un expediente judicial estima los daños en la reserva en aproximadamente mil millones de dólares. Sigue siendo incierto si los cientos de otros invasores en Jaci-Paraná enfrentarán demandas similares.
Las demandas articulan conmovedoramente la cuestión: "Los invasores y sus principales socios comerciales – madereros y empresas empacadoras de carne – se apropian de las ganancias mientras trasladan a la sociedad los costos del daño ambiental". Este sentimiento capta la esencia de la batalla legal: una lucha contra la privatización de las ganancias a expensas de la salud ambiental pública.
Altos riesgos y actividades ilegales
La importancia de estas demandas queda subrayada por un incidente en el que, según informes, un funcionario judicial, que intentaba entregar una notificación de desalojo a uno de los agricultores ilegales de la reserva, fue amenazado de muerte. Este incidente pone de relieve lo mucho que está en juego y el arraigo de las actividades ilegales en estas áreas protegidas.
Las batallas legales que enfrentan JBS SA y otras empresas procesadoras de carne en Brasil representan un momento crítico en la lucha global contra la deforestación y la degradación ambiental. Estas demandas podrían sentar un precedente para responsabilizar a las corporaciones por sus prácticas en la cadena de suministro, particularmente en sectores como la industria cárnica donde el impacto ambiental es significativo.
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Además, estos casos reflejan una creciente conciencia y asertividad dentro de las autoridades y agencias ambientales brasileñas para combatir la deforestación ilegal. El uso de pruebas concretas, como permisos de tránsito, indica un enfoque más sofisticado para rastrear y procesar los delitos ambientales.
La demanda contra JBS SA y otros por su presunto papel en la deforestación del Amazonas es fundamental en los esfuerzos de conservación ambiental de Brasil. Subrayan la urgente necesidad de que las empresas rindan cuentas en materia ecológica y las complejidades de combatir las actividades ilegales en áreas protegidas. A medida que estos procedimientos legales se desarrollen, podrían tener implicaciones de largo alcance para las políticas ambientales y las prácticas corporativas dentro de Brasil e internacionalmente.