¿Fumas? Hay una edad optima para dejar el cigarrillo y revertir los efectos nocivos del tabaquismo
Según un reciente estudio, acabar con el hábito de fumar antes de los 35 años hace que el riesgo de muerte sea similar al de un no fumador, acá te contamos más al respecto.
Foto: Freepik
LatinAmerican Post | Erika Benitez
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Read in english: Do you Smoke? There is an Optimal Age to Quit Smoking and Reverse the Harmful Effects of Smoking
El tabaquismo es uno de los hábitos más nocivos para la salud humana. Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), el tabaco causa 8 millones de muertes cada año. El consumo de tabaco está relacionado con numerosas enfermedades y con el desarrollo de varios tipos de cáncer, su consumo daña los dientes, las encías y puede generar problemas de fertilidad y envejecimiento prematuro. Dejar de fumar siempre será positivo para tu organismo y cuanto antes mejor.
No obstante, un estudio prospectivo de cohortes realizado en Estados Unidos y publicado por el medio académico JAMA Networ Open, señala que la edad ideal para dejar de fumar es antes de los 35 años. Esto conlleva a que, en el largo plazo, los riesgos de muerte se asemejarán a los de una persona que nunca ha fumado. De igual forma, se reducen las muertes por cáncer, las cardiovasculares o las respiratorias.
La investigación realizada por el Centro Médico de la Universidad Norteamericana de Duke, recurrió a los datos de la “Encuesta Nacional de Entrevistas de Salud de EE. UU”, recopilados entre el periodo de 1997 y diciembre de 2018. En esta, participaron más de 550.000 adultos entre los 25 y 84 años. Además, se emplearon datos procedentes del “Índice Nacional de Defunciones” para hacer seguimiento a las sus causas específicas de mortalidad de los participantes, hasta el 31 de diciembre de 2019.
Frente a los hallazgos encontrados, se indica que “Dejar de fumar se asoció con una reducción en el exceso de mortalidad asociado con continuar fumando, con mayores reducciones entre aquellos que dejaron de fumar a edades más tempranas”. Sin embargo, es importante recalcar que esto no significa que una persona joven pueda fumar sin ninguna consecuencia, el daño se produce en todas las edades.
También, se evidenció que los beneficios de no fumar fueron equilibrados entre hombres y mujeres de diferentes grupos étnicos o poblacionales, particularmente entre aquellos que dejaron de hacerlo antes de los 45 años. Es decir, de acuerdo con los resultados obtenidos, “dejar de fumar antes de los 45 años se asoció con reducciones de aproximadamente el 90 % del exceso de mortalidad asociado con continuar fumando, y dejar de fumar entre los 45 y los 64 años se asoció con reducciones de aproximadamente el 66 % de este exceso de riesgo”.
Como lo señalan los autores, el estudio tiene algunas limitaciones, en cuanto a la actualización de los datos. La información sobre el hábito de fumar de los participantes se recopiló en un determinado momento y es posible que posterior a las encuestas algunos hayan dejado de fumar o hayan empezado a hacerlo. Sin embargo, los investigadores insisten en que además de los múltiples beneficios, dejar de fumar si reduce el riesgo de una muerte prematura.
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Beneficios de dejar de fumar
Los beneficios que trae consigo abandonar este hábito, se ven reflejados de manera inmediata. Según la OPS, a los 20 minutos disminuye la frecuencia cardíaca. A las 12 horas, los niveles de monóxido de carbono en la sangre vuelven a la normalidad. Entre la segunda semana y los tres meses, la circulación y la función pulmonar mejoran. Así mismo, luego de 1 año sin fumar, el riesgo de sufrir de infarto se reduce a la mitad.
Para las mujeres, en particular, disminuye la dificultad para quedar embarazadas, los nacimientos prematuros, el bajo peso de los bebés al nacer y los abortos; en general, mejora la fertilidad. A nivel físico, el aspecto de la piel se ve más saludable, unos dientes más blancos, un aliento más fresco y un cabello más suave y brillante.
Ahora bien, pese a que los beneficios son bastante significativos para la salud de las personas, el consumo de tabaco sigue siendo una de las mayores amenazas a la salud pública. Millones de personas en todo el mundo son consumidores activos y pasivos.
Cifras y medidas de control sobre el tabaquismo en América
En América, la media regional de consumo de tabaco es del 11,3% en mujeres y del 21,3% en hombres, en comparación con la proporción mundial que asciende a 36,7% en hombres y un 7,8% mujeres. De acuerdo con las cifras del “Informe sobre el control del tabaco en la Región de las Américas 2022” de la OPS, se hace necesario fortalecer el enfoque de género en las políticas y estrategias de control de tabaco.
El más reciente reporte de la OPS, sobre la lucha contra el tabaquismo en las Américas, indica que, el tabaco causa casi un millón de muertes al año en la región y es el único producto legal que mata hasta a la mitad de los que lo consumen. “Ante esta enorme amenaza, la respuesta debe ser igualmente agresiva. Las medidas de control funcionan y debemos avanzar más rápidamente en la aplicación de todas ellas”, afirmó el doctor Anselm Hennis, director del Departamento de Enfermedades no Transmisibles y Salud Mental de la OPS Washington.
Estas medidas de control, denominadas “MPOWER”, y establecidas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 2008, han contribuido a reducir en gran medida los consumidores de tabaco. Igualmente, según el informe de la OPS, las medidas en el 2021 se han aplicado en solo 26 de los 35 países del continente americano. Para el caso de Suramérica, se destaca que, en el año 2020, se convirtió en la primera subregión en la cual está absolutamente prohibido fumar en lugares públicos cerrados, en el transporte público y en el trabajo.
Finalmente, los expertos advierten sobre la nueva demanda de productos que pueden contener nicotina y su facilidad de acceso. Por ejemplo, los cigarrillos electrónicos sobre los que también se han presentado alertas y casos que comprometen la salud de sus consumidores. La OPS/OMS recomienda a los gobiernos poner en marcha disposiciones para evitar su uso e impedir que el consumo de tabaco vuelva a normalizarse en la sociedad y sobre todo proteger a las futuras generaciones.