Si eres de los que siempre llegan tarde porque te cuesta despegarte de las sábanas, encuentra aquí unos tips que te ayudarán a convertirte en una persona mañanera

Seguramente habrás escuchado la expresión "A quien madruga, Dios lo ayuda." Más allá de levantarte temprano, ganarle ciertas horas al día y ser más eficiente, el levantarte al alba puede tener ventajas hasta para tu salud, como nos comenta healthambition.com

• Te ayuda a tener una mejor dieta: muchas de las personas que no se levantan temprano tienen la tendencia a evitar el desayuno, según la publicación. Sin embargo, quienes comienzan el día con una buena comida, tienen más energía durante la mañana y tienen menos tendencia a comer bocadillos no tan saludables (altos en azúcar y grasa) durante el resto del día.
• Colabora con tu salud mental: levantarse temprano puede hacer que reduzcas el estrés del día. Eliminas la necesidad de estar corriendo apurados en la mañana y plantea un tono más positivo para el resto del día.
• Mejora la calidad del sueño: quienes madrugan tienen mejores rutinas para ir a la cama. Para levantarte temprano, debes acostarte a la misma hora todos los días y establecerlo como hábito, lo que puede mejorar la calidad del descanso.

Si bien todo esto suena maravilloso, más allá de los beneficios que nos puede traer, el problema está en cómo lograrlo. Las largas jornadas de trabajo nos hacen llegar cansados pero muchas veces el cerebro sigue activo y no podemos conciliar el sueño; esto se traduce en que se nos haga casi imposible empezar el día antes de que salga el sol. Pero no todo está perdido, el Huffpost nos da estos tips que te pueden ayudar a volverte una persona mañanera:

• Irse a dormir temprano: esto es obvio, y así se puede llegar a lograr ese beneficio de "calidad de suelo" que nombramos anteriormente. Aunque es más fácil leerlo que hacerlo, debes tratar de realizar un esfuerzo consiente para conseguirlo. Algunas cosas que pueden ayudar es alejar los centros de distracción como las pantallas del cuarto. No sólo la TV te desvela, también usar el tablet y el teléfono antes de dormir interfiere en la calidad de tu sueño. Según la publicación, por la cantidad de horas que pasamos pegados a pantallas durante el día, el verlas también en la noche causa confusión en nuestro cerebro. Por eso es mejor apagarlas y alejarlas de la mesa de noche.
• Crea una rutina para ir a la cama: lavarse la cara y los dientes, leer (un libro físico) y tomar alguna infusión de manzanilla pueden ayudarte a establecer una rutina que te ayude a ir a la cama a la misma hora y no quedarte hasta altas horas despierto.
• Trata de no posponer la alarma: si bien los primeros días vas a sentir que necesitas esos cinco minutos extra que te da el botón de snooze (el que usamos para retrasar la alarma), tienes que darle tiempo a tu cuerpo de ir acostumbrándose. Pero es muy fácil caer en la tentación de "unos minutos más" hasta el infinito. Pon tu alarma un poco más alejada de la cama, lo que te va a obligar a levantarte.
• Empieza a moverte (y si puedes ejercitarte mejor): ya levantado, tienes que alejar la tentación de volver a la cama. Ve a la cocina por un vaso de agua, lávate la cara y los dientes. Si puedes aprovechar tu tiempo extra para introducir una rutina de ejercicios, mucho mejor. La mayoría de nosotros no hacemos ejercicio por falta de tiempo, pero haciéndolo a primera hora de la mañana, eliminas esa excusa. No solo te vas a sentir con más energía, sino que sentirás que te rinde más el tiempo, pues ya cumpliste con tu ejercicio, así que tienes el resto del día para cualquier actividad que se te ponga en el camino.
• Trata de levantarte todos los días a la misma hora: mientras haces el hábito, no caigas en la trampa de aprovechar el fin de semana para dormir "lo que te falta". Establecer una rutina es un trabajo completo y te va a ayudar a crear de verdad eso que llama "el reloj interno".

La última recomendación de la publicación tiene que ver más con tu ánimo que con una técnica: ten algo que te motive a levantarte todos los días. Por más sencillo que sea, saber que vas a hacer una sesión de ejercicio que te gusta, tomar el café de la mañana, el sabor del desayuno… Estos pequeños detalles pueden ayudarte a que el proceso para convertirte en una “persona mañanera” sea más llevadero.

LatinAmerican Post | Clementina Ramos

Copy edited by Laura Rocha Rueda