Bienestar

Hígado graso: ¿Qué es y por qué ocurre?

Aquí te contamos porqué es importante cuidar este órgano y cuáles son los factores que influyen en el desarrollo del hígado graso

Hombre tocando el costado de su abdomen

Foto: Freepik

LatinAmerican Post | Brandon Martínez

El hígado es uno de los órganos más importantes del cuerpo. Su función es esencial para la supervivencia de las personas pues allí se purifica la sangre, se metabolizan los medicamentos y las toxinas, se hace resistencia a las infecciones, se eliminan las bacterias y se fabrica la glucosa; entre otras funciones vitales.

Por lo tanto, mantenerlo sano ayuda al ser humano a estar con energía durante sus actividades diarias. De lo contrario, si este está fallando, el organismo se encarga de enviar ciertas señales como alteraciones en la piel, fatiga, dolores abdominales y defensas bajas. Es fundamental prestar atención a estos síntomas.

El hígado graso es una de las enfermedades más comunes de este órgano y ocurre cuando hay una excesiva acumulación de grasa en las células hepáticas. Esta patología afecta al 25% de la población mundial y se divide en dos tipos:

  • Hígado graso no alcohólico: No se produce por el alcohol y puede ser graso simple o esteatosis hepática no alcohólica. En las dos hay inflamación y daños celulares.
  • Hígado graso por alcohol: En este órgano se descompone la mayor parte de las bebidas alcohólicas, por ende, en su descomposición se pueden producir células dañinas.

¿Cómo prevenirlo?

Actualmente no se conoce la causa principal de su origen, pero si se sabe qué factores pueden influir en su padecimiento. Algunos estudios recientes arrojan que también estaría influyendo la mutación de dos genes importantes en aquellas personas que llevan una vida sana y equilibrada. Sin embargo, los expertos afirman que se deben evitar el consumo de los siguientes alimentos y sustancias:

  • El azúcar: Su consumo constante genera grasas que se adicionan al hígado ocasionando inflamación.
  • Bebidas alcohólicas: Son altamente dañinas para el hígado. Al metabolizarse, el alcohol hace que se aumenten los triglicéridos, que a su vez generan daños en las células hepáticas.
  • Las carnes rojas: El consumo excesivo de grasas saturadas son peligrosas para el hígado. Por lo tanto, es recomendable hacerlo con moderación y priorizar el pollo o el pescado.
  • Sal: Podría ocasionar retención de líquidos. Esto influye a que las personas suban de peso y, por ende, este órgano tenga que trabajar más de lo normal.
  • Lácteos: Algunos lácteos como los quesos madurados tienen una cantidad grande de sodio. Si se va a consumir este producto, lo mejor es que no sean derivados de la leche entera.
  • Productos embutidos: Se trata de las carnes rojas con grasas que en mayor medida se mezclan con desperdicios de la industria cárnica. Estos afectan el sistema digestivo y el hígado.
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Por otro lado, llevar una vida deportiva o rutinas de ejercicio al menos tres veces a la semana permiten que el hígado permanezca en buen estado y haya menos posibilidades de sufrir una enfermedad hepática.

Tratamiento

Todo dependerá de qué tipo de hígado graso padezca la persona diagnosticada:

  • Para el hígado graso no alcohólico, los médicos consideran que lo principal es bajar de peso, ya que esto ayudará a reducir la grasa y la inflamación. Si el padecimiento es debido al consumo de un medicamento, el médico determinará si lo elimina o lo sustituye por otro.
  • Para el hígado graso alcohólico, el tratamiento es dejar de consumir bebidas alcohólicas. En muchos casos es posible que el paciente necesite terapia o rehabilitación para dejar de consumirlo.

Finalmente, si una persona presenta algunas de las señales mencionadas en este artículo, lo recomendable es prestar atención y acudir al médico para prevenir afecciones derivadas de sus factores de incidencia.

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