Duki de Argentina Reaviva su Hambre en su Gira Mundial

Tras una triunfal presentación en el Festival de Viña del Mar en Chile, la sensación del trap argentino Duki se ha propuesto reavivar el deseo crudo que impulsó sus primeros días en la música. Su próxima gira por Estados Unidos promete una energía renovada y un propósito más enfocado.
Del Freestyle en Buenos Aires al Escenario Mundial
Mauro Ezequiel Lombardo, conocido como Duki, se ha consolidado como una figura clave en la música urbana de América Latina, fusionando el sonido del trap con su carismática presencia escénica. Su camino comenzó en las batallas de freestyle en Argentina, pero pronto trascendió esos eventos locales y colaboró con artistas de renombre mundial. Ahora, con 28 años, se encuentra al borde de uno de los capítulos más ambiciosos de su carrera: conquistar grandes escenarios en Estados Unidos antes de partir hacia Europa.
Después de su éxito en la LXIV edición del Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar—donde se llevó tanto la Gaviota de Plata como la de Oro—Duki no muestra signos de conformismo. Por el contrario, anhela recuperar la adrenalina de sus inicios, un espíritu que, admite, puede desvanecerse bajo la presión de espectáculos en estadios gigantes y la constante atención mediática. Como expresó en una entrevista en Miami: “Quiero reconectar con el disfrute y la hambre que tenía en ese entonces”. Alcanzar ese objetivo requiere tanto resistencia física como visión artística, dos elementos fundamentales para un artista que experimenta un éxito desbordante.
La historia de sus comienzos resuena entre muchos jóvenes seguidores que sueñan con alcanzar el éxito a base de esfuerzo y talento. Duki ganó notoriedad participando en competencias de rap en las calles de Buenos Aires, un entorno que le dio ventaja en las batallas. Quienes presenciaron sus primeros enfrentamientos recuerdan a un joven artista con una expresividad inagotable y una habilidad innata para conectar con la audiencia. Estas “batallas de gallos”, como se conocen en Argentina, no solo afinaron su destreza en el rap, sino que también lo ayudaron a encontrar un estilo único que mezcla melodía, spoken word y ritmos precisos.
Con el tiempo, esto lo llevó más allá de la escena local. Su impacto en redes sociales creció, lo que le permitió abrir conciertos para artistas reconocidos antes de lanzar su propia música. Temas como “She Don’t Give a FO” y “Goteo” rápidamente acumularon millones de reproducciones, conquistando a una generación que buscaba algo más que el pop convencional. Duki logró conectar con distintos públicos al hablar de la cultura callejera y al incluir estribillos pegajosos que triunfaron en las listas de éxitos.
El éxito llegó rápido y a gran escala, lo que lo llevó a colaborar con figuras de la música latina como Bad Bunny, Ozuna y J Balvin. Su ascenso alcanzó un nuevo nivel en 2022, cuando se convirtió en el primer artista urbano en presentarse en solitario en el histórico estadio Santiago Bernabéu de Madrid. Cada logro le trajo mayor reconocimiento y presión, consolidando una ferviente base de seguidores globales que ahora espera su próxima evolución en el trap.
Duki, sin embargo, está replanteando esa evolución. “Cuando idealizas las cosas y construyes proyectos gigantescos, a veces pierdes el foco real”, explica. “Es fácil perderse en la planificación y no disfrutar el momento”. Su próxima “Ameri World Tour” por Estados Unidos busca cambiar eso: le permitirá explorar nuevos territorios, tocar en lugares más íntimos y recuperar el hambre que sentía antes de alcanzar la fama.
Ameri World Tour: Un Regreso a la Energía del Escenario
La “Ameri World Tour” comienza el 26 de abril en San Diego y pasará por Los Ángeles, Filadelfia, Boston, Nueva York, Charlotte, Silver Spring, Chicago y Atlanta, para concluir el 17 de mayo en Miami. Duki habla con entusiasmo sobre estas paradas, viéndolas como un respiro de los espectáculos masivos en estadios. Para él, viajar a mercados relativamente nuevos supone un reto estimulante que puede reavivar su pasión original.
“A veces, los eventos enormes te hacen olvidar por qué te enamoraste de la música en primer lugar”, reflexiona. “Hemos estado ensayando sin parar, preparándonos mentalmente para romperla en el escenario”. Descubrir nuevos lugares, conocer seguidores y absorber distintas vibras genera un entusiasmo especial en él. La intensidad de su show también exige una preparación rigurosa: conocido por saltar sin descanso y encender al público, ha invertido en entrenamiento vocal y un plan de ejercicios para asegurarse de mantener la misma energía explosiva que tenía en sus días de batalla de rap.
Con su nuevo álbum “Ameri” en promoción, surge la pregunta: ¿cómo condensará su extenso repertorio en un solo show? “Tengo un montón de canciones. Obviamente vamos a tocar el álbum, pero vamos a variar el resto para que la energía no se vuelva repetitiva”, explica. Con cuatro discos de estudio desde 2019, su catálogo abarca desde temas enérgicos hasta baladas introspectivas, y los fans pueden esperar un espectáculo dinámico que cambiará cada noche.
Duki también busca replantear su puesta en escena. En lugar de abrumar con efectos visuales excesivos, quiere que el foco esté en la conexión cruda con la audiencia. Refinará sus versos, elegirá momentos precisos para introducir melodías y se asegurará de que el público sienta la esencia detrás de cada canción. Si su concierto en el Santiago Bernabéu demostró que puede llenar un estadio gigantesco, las próximas presentaciones apuntan a recuperar la energía directa y sin filtros que lo impulsó en sus inicios.
Mirando Hacia el Futuro, Abrazando sus Orígenes
Si bien sus conciertos en EE.UU. marcan un momento clave en su carrera, Duki tiene planes aún más grandes. Tras la gira estadounidense, tiene programadas diez fechas en Europa a partir de octubre, con presentaciones en España, Italia y Alemania. Cada ciudad en su recorrido representa una oportunidad de encuentro entre su fama y nuevos seguidores. “Cada vez que cruzamos fronteras, nos da un nuevo impulso de energía”, afirma. Su mayor motivación sigue siendo la conexión con la gente, más allá de los números en redes o las métricas de reproducción.
En cierto modo, su insistencia en “recuperar la hambre” refleja un mensaje más amplio sobre la obsesión de la industria musical por la escala y los récords. Tras alcanzar alturas impresionantes, desde los premios de Viña del Mar hasta la grandeza del Bernabéu, la pregunta para cualquier artista es: ¿qué garantiza la relevancia más allá del espectáculo? Para Duki, la respuesta se encuentra en los recuerdos de cuando era solo un aspirante a freestyler en las esquinas de Buenos Aires, alimentado por la adrenalina, la competencia feroz y una comunidad que celebraba cada verso.
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Su compromiso con el arte y su deseo de conectar directamente con los fans sugieren que está listo para redefinir su versión del trap. Duki es prueba de que, incluso en la cima del éxito, un artista puede reencontrar la chispa que inició su viaje. La “Ameri World Tour” no es solo una gira promocional; es un viaje personal para revivir la emoción pura que lo llevó de las batallas de freestyle a los escenarios más icónicos del mundo. Ya sea en un íntimo venue en EE.UU. o en un estadio colosal en Europa, su misión sigue siendo la misma: mantenerse fiel a la voz que lo llevó hasta aquí y, en el camino, encontrar un nuevo nivel de expresión artística.