El colombiano Andrés Cepeda crea un álbum que abraza su ciudad natal

Con una profunda admiración por la floreciente diversidad musical de Colombia, el cantautor Andrés Cepeda celebra los sonidos vibrantes de su tierra. En una entrevista con EFE, destaca a jóvenes artistas emergentes, rinde homenaje a sus raíces en su nuevo álbum Bogotá y predice una creciente influencia global.
Una escena musical floreciente en Colombia
Andrés Cepeda, con 30 años de trayectoria en la escena musical colombiana, ve a su país como un inagotable semillero de sonidos en español. En conversación con EFE, el cantante subrayó que, aunque el reguetón y otros ritmos urbanos ganan fama internacional, en Colombia ocurre mucho más que solo éxitos radiales. “Seguiremos siendo un polo importante de creación musical”, afirmó con entusiasmo. “El público global sigue mirando hacia nosotros por la frescura e innovación de nuestros artistas”.
Desde baladistas hasta rockeros vanguardistas, Colombia ha traspasado fronteras en múltiples géneros. Cepeda, quien en su juventud soñaba con ser pianista, aplaude a la nueva generación de creadores que exploran influencias y técnicas novedosas. Lo considera un movimiento natural del arte: las tendencias cambian, surgen nuevas formas y los músicos jóvenes reinventan las tradiciones locales. “En Bogotá, por ejemplo”, señaló, “hay un grupo de bandas de pop y rock que están construyendo una identidad propia, uniendo el legado antiguo con el impulso juvenil”. Esta transformación, añade Cepeda, no ocurre solo en las grandes ciudades. En la costa Pacífica o en el norte del país, ritmos singulares están floreciendo, formando un tapiz musical ecléctico.
Para Cepeda, esta variedad refleja una dinámica mucho más amplia. Mencionó cómo los nuevos cruces musicales—como la fusión de tradiciones afrocolombianas con pop caribeño—resuenan tanto a nivel local como internacional. “Por eso creo que seguiremos marcando el rumbo de la música en español”, explicó. A pesar de la fama mundial del reguetón, abundan los talentos que apuestan por el pop melódico, las baladas contemporáneas o incluso la electrónica fusionada con cumbia. Cepeda no ve límites para esta chispa creativa: “Tendrán influencia y relevancia”, afirmó.
Bogotá: un tributo del corazón
El más reciente álbum de Cepeda, Bogotá, refleja el espíritu introspectivo que él defiende. “Lleva el nombre de mi ciudad, pero es un viaje por mis recuerdos”, dijo a EFE. Con gestos, explicó cómo cada canción se convirtió en un fragmento de su historia. El cantante recorrió barrios antiguos, revivió aventuras juveniles y recordó los lugares que marcaron sus años formativos. En el estudio, abordó la grabación como un archivo emocional: caminatas por las frías calles andinas, el silencio de la ciudad al amanecer.
Destacó una canción en particular dedicada a su madre, fallecida cuando él era apenas un adolescente. “El proceso removió diarios viejos, letras garabateadas, fotos… cosas que nunca había usado en canciones”, compartió. Bogotá se convirtió en una manera de reconocer la actividad vibrante de la capital y, a la vez, explorar tiempos olvidados. Según Cepeda, la obra explora tanto la ciudad como su yo interior, recuperando piezas extraviadas de su vida.
El artista resaltó las “diferencias conectadas” del álbum. Aunque cada tema tiene su propio estilo, el conjunto mantiene una unidad sutil, capturando la dualidad de una ciudad “bulliciosa y cosmopolita” rodeada por humedales y montañas. “No se pueden mezclar peras con manzanas así porque sí”, bromeó. “Las canciones necesitan diversidad, pero deben pertenecer al mismo huerto”. Espera que los oyentes perciban esa armonía en títulos como Prométeme o El café, unidos por un hilo emocional que expresa la esencia de la ciudad y de sí mismo.
Abrazando el futuro sonoro de Colombia
Al reflexionar sobre el momento cultural de Colombia, Cepeda elogió a los músicos jóvenes que fusionan influencias del pasado con un estilo propio. Enfatizó que no se trata solo de reguetón o música urbana, sino también de una corriente subterránea de pop, rock y proyectos experimentales en distintos rincones del país. “Al verlos, sabes que algunos de estos artistas de la nueva generación serán influyentes”, dijo, agregando que su mezcla de tradición e innovación explica por qué la música colombiana resulta tan magnética para el mundo.
Cepeda ve su papel como un puente entre generaciones: “He visto muchos cambios—algunos buenos, otros no tanto—y sigo convencido de que la creatividad nos mantiene vigentes”. El cantante dice que está emocionado por ver cómo la próxima ola canalizará los ritmos locales y abrirá nuevos caminos en la música en español. Mientras celebra el reconocimiento global de artistas como J Balvin o Karol G, también se siente satisfecho por las bandas emergentes en Bogotá o los colectivos de música folclórica en la costa que encuentran un lugar en las escenas locales. “Todo forma parte del mismo mosaico”, aseguró.
Entre los seguidores y observadores de la industria, las palabras de Cepeda tienen un peso especial. Conocido por sus baladas aterciopeladas y su presencia escénica, ha sabido navegar los cambios del mercado con éxito sostenido. Muchos recuerdan sus inicios con el grupo Poligamia, seguidos por una sólida carrera solista que abarca pop, rock y fusiones tropicales. Hoy, con el lanzamiento de Bogotá, representa a un artista que sigue sintonizado con las demandas modernas de autenticidad y arte. “Contar historias es lo que nos mantiene activos”, reflexionó.
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Bogotá sigue recibiendo reconocimiento, al igual que crece la confianza de Cepeda en el panorama musical colombiano. La efervescencia de la capital, junto con los sonidos diversos de regiones apartadas, impulsa la colaboración creativa. Cepeda cree que esto asegura el lugar del país como una potencia musical. En última instancia, es esa inventiva imparable—nutrida por las nuevas generaciones—la que mantiene a Colombia como una fuerza artística que fascina a oyentes en todo el mundo.