El balance de Coachella deja un saldo entre el éxito y el fracaso

El Valle de Coachella en California recibió una edición más en la que el público disfrutó de shows deslumbrantes y sufrió grandes decepciones. Además, se renovaron nuevos rumores en la farándula con los romances que surgieron y se consolidaron entre celebridades.

Coachella para esta edición mostró una paleta sonora con una amplia diversidad, sobre todo en los ‘headliners’. Sin embargo, cada acto principal del día llevaba a cuestas el peso de ser un hito. Bad Bunny era el primer hispanohablante en lograrlo, Blackpink el primer acto de Kpop y Frank Ocean regresaba a un escenario después de seis años.

De los tres, el espectáculo con más felicitaciones fue el de Blackpink, que con su repertorio y precisión en cada coreografía elevaron el género que representan. Bad Bunny también logró, aunque con ciertas críticas, cargar con la bandera de la latinidad y el público se lo retribuyó aclamándole que lo preferían cantando en español antes que en inglés.

El caos de Frank Ocean

Lo de Frank Ocean fue un tema aparte. Era el ‘headliner’ local, tras seis años volvía a un escenario que conocía en su estado natal, aunque ahora en la faceta de ser el artista con más expectativa de todo el cartel. Al final no hubo un dictamen fijo sobre si su show fue bueno o malo. Quizá quienes lo vieron en vivo y a través de directos de Instagram, porque no permitió su transmisión, estarán de acuerdo en que fue una presentación caótica.

Duró menos de lo que se suponía, tuvo interrupciones inapropiadas por él mismo y muchos solo lo vieron a través de las pantallas a pesar de asistir. La imagen más memorable se la quedó un guardia de seguridad haciendo un 'twerking' mientras sonaba el set de un DJ de su banda. 

En redes sociales lo atacan sin piedad. Sus característicos falsettos y destrezas como 'performer' se alcanzaron a notar en varias canciones, pero no fue suficiente.

Lo destacable

La apuesta por Blink 182 fue uno de los grandes aciertos de Coachella. La banda reunió una amplia cantidad de público y los mantuvo enérgicos durante el espectáculo. Igualmente, como había sucedido en el FEP, The Chemical Brothers replicó con alguno que otro cambio lo hecho en Colombia para tener un show sin igual. 

Por otra parte, Björk, que no tuvo un despliegue mediático masivo, logró el que probablemente fue el mejor espectáculo. Su show ofreció una rica experiencia visual con casi mil drones y sus éxitos fueron acompañados por una orquesta, que le dio tintes sublimes a la presentación.

Metro Boomin fue otro que supo cómo ganarse al público que lo fue a ver. El DJ y productor invitó a estrellas de alto calibre como The Weeknd, Puff Daddy, John Legend, Future, 21 Savage y Don Toliver.

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La decepción

Además de lo dicho sobre Frank Ocean, a su show en específico le reprochan su ‘playback’. En ocasiones era ‘lypsinc’ y otra falla fue la indisposición con el público. Ante esto, surgió la excusa de su lesión de tobillo, un día después del show en el que estuvo saltando.

Otro momento que no salió bien fue la invitación de Bad Bunny a Post Malone durante su presentación. Aunque el estadounidense lo acompañó en un par de canciones con su guitarra, la química se sintió lejana, quizá porque hubo un lío de sonido en ese tramo.

Los rumores que dejó Coachella

Más allá de lo musical, el festival confirmó y reveló rumores que la prensa venía siguiendo. El más notable fue el supuesto regreso de Camila Cabello y Shawn Mendes, a quienes los vieron besándose durante una de las presentaciones. 

También se vio cómo tomó vuelo el romance de Kendall Jenner y Bad Bunny, debido a que la modelo estuvo en primera fila durante su show. A la empresaria se le vio con su hermana Kylie, a quien los medios siguen relacionando con Thimothée Chalamet, aunque no estuvieron juntos allí.

Quienes sí celebraron abiertamente su relación fueron Rosalía y Rauw Alejandro. La española invitó al escenario a su pareja para bailar y cantar juntos.