Especial Óscars: ‘El padre’, una mirada de la demencia desde quien la padece

Con 6 nominaciones, El padre se perfila como una de las favoritas en la ceremonia de los Premios Óscar. Con Anthony Hopkins y Olivia Colman como protagonistas, el filme coloca en la conversación un asunto muchas veces infravalorado: la demencia en los adultos mayores.

¿De qué va?

El largometraje sigue la historia de Anthony (Anthony Hopkins) en el momento cúspide de su demencia. Su hija Anne (Olivia Colman) vive con la constante preocupación de lo que va a ser la vida de su padre, pues Angela –su tercera enfermera- renunció después de que él la agrediera verbalmente. Mientras decide si envía a su padre a una clínica psiquiátrica o no, Anne quiere continuar con su vida en París, donde consiguió la oportunidad de amar.

¿Cuáles son sus nominaciones?

El Padre fue nominada a 6 categorías en los Premios Óscar: Mejor Película, Mejor Guion Adaptado, Mejor Actor, Mejor Actriz de Reparto, Mejor Diseño de Producción y Mejor Montaje. Sin embargo, sus cartas casi seguras irán a las categorías de Mejor Montaje, Mejor Actor y Mejor Actriz de Reparto. En Mejor Película tendría una fuerte pugna con Nomadland.

Reseña

Hay dos formas de narrar la demencia en el cine. Una es como lo hizo Descansa en paz, Dick Johnson de Kristen Johnson a modo de documental con tramos de ficción. Y la otra forma es como lo hizo El Padre. Este último ofrece una perspectiva que rompe con cualquier canon que se haya visto hasta ahora en películas que traten temas relacionados a la salud mental, y si hilamos más fino, la salud mental en la vejez.

La clave de este filme está en que Florian Zeller logró con maestría meternos en la piel del protagonista con su padecimiento mental. Lo hizo con mezclas inconclusas de espacio, tiempo y situaciones con bucles que confunden al espectador y quizá logra una confusión más grande que la que sufre el personaje, quien en realidad es el que tiene esta demencia. Con ese simple hecho ya el filme es todo un éxito, pues es una situación que solamente la sufre quien la vive, ya sea desde la perspectiva del enfermo, la familia del enfermo y quienes cuidan de él.

El mundo avanza a una alta velocidad y a medida que las personas envejecen carecen de valor en la sociedad. En muchos casos se les trata casi de desechos humanos. El hecho de que un adulto mayor sufra demencia agrava el caso. La lucha comienza con una hija que está agotada porque también necesita vivir su vida a la rapidez que el mundo lo demanda, pero a su vez se niega a relegar el cuidado de su padre en una clínica psiquiátrica.

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En parte, la obsesión del protagonista con su reloj y el delirio de que se lo han robado podría responder a que siente que los antagonistas de él, son quienes están robándole su tiempo de vida. La reflexión final sugiere eso, y ya sin el reloj, Anthony dice que siente que le han quitado sus hojas y sus ramas, mientras regresa a su estado de niño en un llanto inconsolable que sí o sí conmueve hasta a la persona más indiferente.

Anthony Hopkins tiene un lucimiento tan contundente. Fácilmente puedes llegar a cogerle cariño y aborrecerlo al mismo tiempo en su personaje. Tras el Óscar conseguido 30 años atrás por The Silence of the Lambs, regresa por la puerta grande como un favorito para brillar en la ceremonia.

Por su parte, Olivia Colman ha conseguido consolidarse como una de las actrices más virtuosas de su generación. Su sorpresivo triunfo hace tres años por La Favorita, o el reto de interpretar a Isabel II en The Crown, no son coincidencia. El desasosiego que transmite en El Padre es de una brillantez magistral.