Especial Óscars: ‘Mank’, lo último de David Fincher
Mank lidera las nominaciones en los premios Óscars, con nada menos que diez candidaturas. A continuación te contamos todo sobre la excelente película en blanco y negro del visionario director.
La última obra maestra de David Fincher y producción original de Netflix, lidera las nominaciones en los premios Óscars, con nada menos que diez candidaturas. Foto: YT-Netflix
LatinAmerican Post | Gonzalo Schiffer
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¿Sobre qué va Mank?
Mientras escribe el guion de la película más emblemática del gran Orson Welles, el polémico y mediático guionista Herman Mankiewicz recuerda sus travesías y momentos de gloria en Hollywood durante la convulsionada década de 1930. Todos esos recuerdos llenos de aventuras y anécdotas cómicas y dramáticas le irán sirviendo al guionista como inspiración para guionar el libreto de la histórica película Citizen Kane.
Crítica personal de una una obra de culto
A cualquiera que le fascine la historia del cine y aprecie aquella época dorada de Hollywood, disfrutara el homenaje y la ejemplar adaptación de época del buen cine en blanco y negro, que resulta ser Mank de Netflix, bajo la supervisión del consagrado director y siempre visionario David Fincher. Más allá de los mitos y discusiones que giran en torno a la autoría de la historia en la película emblemática y transcendental que significó Citizen Kane, Mank es también un retrato del contexto político, donde conviven fuertes grietas entre comunismo, capitalismo, conservadurismo, liberalismo y socialismo.
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La interpretación de Gary Oldman como Herman Mankiewicz es digna de un Óscar y justifica su nominación a mejor actor. Su personaje transita momentos de lucidez mental y gracia, con un discurso que no esconde nada, muy áspero y ácido, con una sinceridad absoluta y también con muchas contradicciones. La película representa muy bien las sombras bajo las que a veces quedan los guionistas, como se los subestima y explota al límite, para que luego el reconocimiento del público sea puramente para el director, y como mencioné anteriormente, estamos hablando fuera de la pelea que se genera por la leyenda que representa Citizen Kane.
La película interioriza los altercados entre el guionista Mankiewicz y productores y empresarios importantes, y expone el ego y soberbia de la figura representativa de aquella década, Orson Welles. Es muy divertido ver como este “mediático” guionista va construyendo el guion de una película que se llenó de elogios y representó un antes y después en la industria del cine.
Recordemos que además de las nominaciones a mejor película y mejor actor, Mank también tiene las siguientes ocho nominaciones:
- Mejor director para David Fincher
- Mejor actriz de reparto por el papel de Amanda Seyfried
- Mejor dirección de fotografía
- Mejor maquillaje y peinado
- Mejor diseño de vestuario
- Mejor diseño de producción
- Mejor banda sonora
- Mejor diseño sonoro
Todas estas nominaciones son muy comprensibles, partiendo desde la nominación a David Fincher, el director nuevamente narra con estilo y mucha calidad audiovisual todos los acontecimientos que transcurren en la película. Muchas situaciones tienen un tono cómico y hasta de circo mediático, hay mucha crítica del director al lujo y soberbia de Hollywood, y una mirada muy particular sobre Orson Welles que probablemente moleste a algunos fanáticos extremistas.
Amanda Seyfried cumple un rol muy importante en la película, una especie de musa dentro de la industria del cine americano, y un claro reflejo del significado del estrellato femenino en aquellas épocas. Respecto a su desempeño como actriz, es entendible la nominación, la joven maneja muy bien las expresiones y emociones, de una mujer deseada e importante dentro del ámbito de Hollywood.
Respecto a los rubros que ayudan a la adaptación de época, como el diseño de producción, maquillaje y peinado, claramente hubo detrás un trabajo de investigación muy serio y profundo, para retratar y evocar con la mayor fidelidad posible todos los decorados, vestuarios y apariencias físicas de esa época particular del cine. Son admirables los vestuarios y las locaciones utilizadas, con una ambientación que resalta toda esa ambición desmedida de productores y a la vez se resalta muy bien la decadencia de los estudios más importantes.
En cuanto a la nominación por mejor fotografía, seria una injusticia que no se lleve el galardón. Hay un trabajo notable del director de fotografía Erik Messerschmidt para ambientarnos dentro de una iluminación oscura y sombría por momentos, recreando con lucidez y talento el clima tenso de Hollywood, inmerso en un conflicto del gremio de guionistas, entre despidos de actores y cierre de estudios.
Por último, el trabajo sonoro en conjunto le otorga mucha frescura y ritmo a la película, y también aporta esas cuotas de humor que la cinta posee, alternando entre diferentes estilos musicales.