Final de “Ted Lasso”, de Apple TV: una serie más allá del fútbol
La ganadora de varios premios Emmy y Globos de Oro conmovió a su audiencia luego de tres temporadas. Te presentamos nuestra reseña sobre el final de "Ted Lasso" y el AFC Richmond, disponible en Apple TV.
Foto: Apple TV
LatinAmerican Post | Theoscar Mogollón González
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Read in english: End of “Ted Lasso”, From Apple TV: A Series Beyond Soccer
El fútbol está lleno de historias increíbles, de superación y de crecimiento personal. Con "Ted Lasso" sucede algo similar, pues si bien se trata de una serie completamente ficticia, las situaciones por las que pasan sus personajes no pueden estar más cerca de la realidad. Gracias a ese toque humano fue que la producción original de Apple TV se ganó el corazón de la audiencia.
El camino de Ted comienza luego de quedar campeón con un equipo de fútbol americano universitario. La particular celebración con sus jugadores se había convertido en noticia en Estados Unidos y al parecer ese carisma terminó traspasando fronteras hasta Inglaterra. Allí, el AFC Richmond, club de la Premier League, decide apostar por él para que sea su entrenador, a pesar de no tener ninguna experiencia en clubes de primer nivel y menos de fútbol (soccer).
Es entonces cuando el protagonista, junto a su siempre fiel amigo y asistente Coach Beard, inicia una etapa nueva en su carrera. Pero más allá de tener que aprender las reglas de este deporte, además de lidiar con la prensa y los fanáticos, el objetivo de Ted es dejar alguna enseñanza en el día a día a cualquier individuo que esté en su camino.
A la par de la trama principal, también se van desarrollando pequeñas historias particulares que demuestran, al concluir la tercera temporada, de qué manera crecieron los personajes. Esto, sin duda, es una forma de entender que "Ted Lasso" siempre buscó las vías de hacer algo más que comedia y que solo fijarse en el fútbol.
Entre el reparto conocemos a Rebecca Welton, dueña del Richmond que en principio solo quería arruinar el club para vengarse de su exesposo; Jamie Tartt, la joven promesa del equipo que solo piensa en sí mismo; Roy Kent, el malhumorado capitán que está en sus últimos días como jugador activo; Nathan Shelley, el utilero que a pesar de su falta de confianza sabe mucho acerca del fútbol; y Keeley Jones, modelo y novia de Jamie, que busca hacer algo más grande en su carrera profesional.
Quizás para muchas personas, los 34 episodios quedaron cortos para esta magnífica historia. Pero darle un cierre en su mejor momento y con apenas tres temporadas es una gran manera de hacerse memorable. Además, hablar de un spin-off tampoco es mala idea, sobre todo por cómo quedaron las cosas en su capítulo final.
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Las lecciones de Ted Lasso
La producción de Apple TV no trata de un simple norteamericano que va a Londres hacer chistes y sacar algunas sonrisas. Para nada. Se trata, más bien, del relato épico de un grupo de personas, distintos entre sí, con deseos y particularidades, defectos y virtudes, y lo que aprenden a través de ese desarrollo.
Se habla de fútbol, obviamente, pero no tanto como algunos creen. Acá vemos reglamentos, historia e incluso cameos de figuras del deporte, pero que al final son el marco de un fondo más amplio. El que no sabe de fútbol terminará aprendiendo, y el que lo conoce la amará desde el principio.
Lo que inició como un personaje chistoso de la cadena televisa NBC Sports hace una década se transformó en todo un superhéroe sin capa. Es que Ted nos va dejando lecciones de liderazgo que hay que tomar en cuenta. Disfrutar del proceso, de cada partido, cada triunfo y cada derrota.
Desde su llegada a Richmond, el entrenador se apoya en el utilero del club al oír sus propuestas y estrategias. Pero no solo lo escucha, sino que también valora su opinión y ejecuta sus ideas, algo determinante para el porvenir de la trama. A su vez, otro detalle a resaltar de él es su optimismo y la manera en que motiva a su equipo. Ted cultiva ese tipo de relación con su entorno y los impulsa a querer tener una vida significativa.
Un reparto a la altura
Tal como lo dijo en una escena del último episodio, la historia nunca se trató de Ted Lasso. "La manera Lasso" en realidad es "la manera Richmond", pues todos y cada uno de los personajes cumplen un rol importante.
Rebecca, en primera instancia, tiene la intención de arruinar Richmond por el simple deseo de ver sufrir a su exesposo. La actitud positiva de Ted la hace cambiar drásticamente. Al final, esa relación jefe-empleado termina convirtiéndose en la de dos grandes amigos.
Por su parte, mucho se puede detallar del trío amoroso que se vivió entre Keeley, Roy y Jamie. Ciertamente, no hubo final romántico para ellos, pero el crecimiento personal de los tres habla por sí solo. Ella logró su cometido y gracias a sus habilidades fundó su propia empresa de relaciones públicas, con lo que se convirtió en una mujer empoderada similar a Rebecca.
A su vez, los egos de Roy y Jamie quedaron atrás. El primero atravesó una crisis luego de haberse retirado del fútbol, pero al unirse a Ted y Beard como entrenadores, y tras su fracaso amoroso con Keeley, saca su lado más generoso y sensible para salir adelante. Un caso similar sucede con Jamie que quiso dejar de ser el jugador individualista y egocéntrico que todos odiaban para apoyar al colectivo y para eso entabló una gran amistad con Roy.
En el caso de Nathan, el villano perfecto de la historia, su trama fue una montaña rusa. Pasó de ser una persona introvertida a alguien con hambre de poder y sediento de éxito. Esa ambición lo hizo traicionar su amistad con Ted. Al final, la relación con su novia le puso los pies en la tierra nuevamente y lo llevó a buscarse a sí mismo, a pedir perdón, y volver al lugar donde realmente era feliz.
Dicen que lo importante no es el destino, sino el camino por el cual se transita. Así, tal cual, sucede con "Ted Lasso". Aunque solo se trate de una serie, su energía es capaz de motivar a la audiencia a ser una mejor versión de sí misma. Desde el primer día, la palabra creer se convirtió en una especie de amuleto para todos, tanto dentro como fuera de la pantalla.