“La chica más afortunada del mundo”: un relato sobre heridas, traumas y víctimas en Netflix

Hay historias cuyo aspecto más destacable radica en la potencia del mensaje que logran construir. “La chica más afortunada del mundo” (“Luckiest Girl Alive”) es una de esas historias. En esta se delinea el viaje emocional que debe realizar una víctima para afrontar los traumas que hechos violentos han dejado en su vida. Desde su estreno, la propuesta de este thriller dramático de Netflix rápidamente ha captado la atención de los usuarios de la plataforma y ha figurado en los primeros puestos del top del servicio de streaming.

“La chica más afortunada del mundo” se basa en el exitoso libro del 2015 del mismo nombre de la escritora estadounidense Jessica Knoll. La producción la protagoniza la cinta Mila Kunis (“Black Swan”). En la dirección se desempeña Mike Barkertal (“The Handmaid's Tale”). El guion fue obra de la misma autora de la novela.

 La historia de “La chica más afortunada del mundo”

El film nos ubica en la ciudad de Nueva York en 2015 y presenta a Ani Fanelli, una mujer cuya vida parece estar en un excelente momento. Es editora en una popular revista femenina y tiene la posibilidad de trabajar en The New York Times. Además, en unas semanas se casará con un hombre guapo, cariñoso y de alto estatus. Esta mujer se ha encargado de llevar sus pasos por un rumbo que deje en claro ante todos que es exitosa. Sin embargo, la estabilidad de su vida comienza a tambalearse cuando un cineasta le insiste para que participe en un documental que prepara sobre un tiroteo masivo que ocurrió en la escuela secundaria de élite en la que ella estudió. Ella es la única de los sobrevivientes del ataque que nunca ha realizado declaraciones públicas. Su silencio, más el hecho de que en un primer momento fuera señalada como cómplice del atentado y luego absuelta, han ocasionado que su nombre tambalee ante la opinión pública. Ani deberá afrontar su pasado, las emociones que le genera y decidir si compartir su versión de la historia.

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Al inicio de la película, Ani parece solo una mujer llena de ambiciones y artimañas, pero a medida que avanza la historia descubrimos que tras esa fachada de perfección se esconde una persona con profundas heridas. En ella pesa un trauma que se ha enraizado con los años. El film se vale de la narración en primera persona para introducirnos en la mente de este personaje y mostrarnos un mundo interno cargado de dilemas y dolores.

La película construye gran parte de su historia a través del uso de flashbacks. Así pasamos de una Ani adulta que debe encarar ciertas emociones a conocer una Ani adolecente (Chiara Aurelia) que lucha por encajar con sus compañeros de clase, quienes la marginan por ser una becada en el elitista centro educativo.

En “La chica más afortunada del mundo” hay un doble misterio, y la historia lleva a descubrir si estos están o no relacionados. Una interrogante de peso es si Ani tenía motivos para haber sido, de algún modo, cómplice en el tiroteo.

La cinta es un drama oscuro y perturbador. Posee escenas sensibles y desgarradoras que han impactado a muchos espectadores. Esta es una historia que expone la intimidad de la víctima. Al adentrarnos en la mente de Ani, conocemos una voz acallada por los años, el dolor y los prejuicios. El film precisamente dibuja ese viaje desde la mudez a alzar la voz.

En definitiva, “La chica más afortunada del mundo” logra construir una historia con un tono y mensaje que ha gustado a la audiencia. Esta es una cinta que tiene el potencial de impresionar a quien la vea y que invita a reflexionar sobre diversos temas de importancia.