La FILBo, donde los libros son una disculpa para socializar
Entre copas, choripanes y risas, se pasa de la lectura a la amistad y a las ideas
Son las 6:30 de la tarde y es uno de los primeros eventos formales de la FILBo, después de la inauguración. Cuatro embajadores de los diferentes países que tienen stand en el Pabellón 17 se paran frente a una cinta de la bandera de Colombia que bloquea la entrada principal y, luego de los discursos de cómo este pabellón es un espacio donde convergen las diferentes culturas del mundo, unas tijeras cortan la cinta. El Pabellón Internacional queda oficialmente inaugurado.
Para el intruso, parecería un acto solemne, con hombres en corbata y mujeres con collares de perlas, un acto simbólico para promover la cultura. Y aunque sí es todo eso, también es una disculpa para tomar trago. Luego de los discursos, la comitiva da un paseo por el pabellón y después se dirige al ascensor, para subir al 4 piso del edificio. Allí, hay un salón decorado con flores y música de ambiente, para conversar y celebrar la apertura como se debe: con vino blanco o tIGNORE INTO, whisky, o vodka con jugo de naranja.
La tarde siguiente, en la presentación de la 12a Fiesta del Libro y de la Cultura de Medellín, la Carpa VIP está llena de asistentes expectantes, que quieren saber qué traerá este año el evento de la ciudad antioqueña que se celebra cada septiembre. Entre varios anuncios, el más importante es que por primera vez la Fiesta tendrá un país invitado, que en esta ocasión será México. Diego Aristizábal, director de la Fiesta para este año, hace el anuncio y el público aplaude con efusividad. La embajadora de México en Colombia sube al escenario y da un discurso sobre la importancia para México y para Medellín de la promoción de la lectura. Luego de risas, conversación y canciones, mientras la gente se para de sus sillas y se dispone a irse, Aristizábal sube de nuevo al escenario e invita a un cóctel celebratorio, “a cortesía de México”. En ese instante, entran meseros con bandejas en sus manos, llenas de copas para que todos elijan su trago de preferencia. Esta vez hay una adición mexicana: copitas de tequila.
¿Cuál es realmente la razón de ser de la FILBo?
Roberto Vergara, Director de Negocios Internacionales de Corferias y que ha trabajado en Corferias por poco más de 33 años, habló con Latin American Post para contarnos un poco sobre el detrás de escenas de la Feria del Libro. Vergara afirma que los diferentes espacios que crea la Feria del Libro para formas de interacción tienen mucho que ver con el éxito del evento año tras año: “La Feria trae muchos autores, de todo tipo, desde Premios Nobel hasta YouTubers, hoy en día, y eso hace que sea muy interesante para todos los públicos. Que uno pueda venir, oír a un autor que hable sobre su último lanzamiento o que te firme su libro, en fin. Nosotros decimos que esto es como la gran fiesta de los libros”.
También es un escenario para los negocios, explica Vergara: “Nosotros hacemos una actividad con la Cámara Colombiana del Libro y con la Cámara de Comercio de Bogotá, y con Procolombia, y con ellos la organización trae compradores profesionales, que son generalmente librerías y bibliotecarios, editores de otros países que no están en Colombia. Hacemos unas ruedas de negocios que básicamente son reuniones personalizadas entre oferentes y demandantes, durante los primeros 2 días de la Feria. Ellos se reúnen y ahí se generan una buena cantidad de negocios. Igualmente traemos bibliotecarios básicamente de los países de la Región Andina, de Centro América, y de Canadá, México y Estados Unidos. Entonces todo esto hace que este evento sea sin lugar a dudas el gran encuentro cultural que podemos hacer en Bogotá”.
Según Vergara, traer un país invitado va más allá de importar libros: “Otra de las características importantes de la Feria del Libro es que todos los años tenemos un país invitado de honor y esto ha sido muy importante para la feria y para la ciudad y para el país invitado porque es una participación primero, que es siempre de un alto nivel, que siempre se organiza con la embajada del respectivo país. Esa participación de país la organizan realmente para vender país. Entonces tú entras al pabellón de Argentina y no solamente vas a ver libros sino que también te van a mostrar cosas turísticas, también tratan de ofrecer sus temas gastronómicos, y es una participación realmente general, en donde ellos pueden mostrar todas las ventajas y las bellezas que tienen cada uno de sus países. Esto ha sido muy importante, no solo para nosotros, sino para el público en general, que a veces no tiene la oportunidad de conocer estos países, entonces es una buena oportunidad de venir durante la Feria del Libro”.
Así, la Feria Internacional del Libro de Bogotá deja los libros un poco de lado y promueve lo que los humanos buscamos desde antes de evolucionar en el homo sapiens: vivir en sociedad.
Latin American Post | Laura Rocha Rueda