Mi prueba

La primera vuelta dejó dos grandes ganadores en las elecciones colombianas: Gustavo Petro y Rodolfo Hernández. Y a pesar de que ningún político logró sacar más del 50% de los votos, ambos competirán en la segunda vuelta por la presidencia. Con mayoría simple (el que tenga más votos) uno de los 2 será el nuevo presidente de Colombia.

Sin embargo, el hecho de que Gustavo Petro se haya quedado con el 41% de los votos y Rodolfo Hernández con el 28%, significa que aún queda camino por recorrer para ambos candidatos. A pesar de que muchos ya le dan la victoria al ingeniero, la carrera electoral es muy compleja y ambos deben cuidar cada voto y cada palabra que formulan en el último tramo de la campaña. La encuesta más reciente da un empate técnico entre los dos.

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Estas son las cuentas que tienen que hacer para que ambos candidatos ganen las elecciones del 19 de junio:

El camino de Rodolfo Hernández para ser presidente

Actualmente, Rodolfo Hernández llega con el 28,15% de los votos en primera vuelta. Para asegurar una victoria segura, necesitaría una mayoría simple.

Si la política fuera simple matemática, a los 5.953.209 votos de Rodolfo en la primera vuelta habría que sumar todos los votos contra Petro. Esto significa los 5.058.010 votos de Federico Gutiérrez, los 274.250 votos de John Milton Rodríguez y los 50.539 de Enrique Gómez. Esto le daría a Rodolfo, en teoría, el 53,58% si las mismas personas acuden a votar.

Además, el ingeniero también tiene la posibilidad de captar un número determinado de votos de los 888.585 de Sergio Fajardo y también de los indecisos o de los que no votaron primero porque los favoritos eran Petro y Gutiérrez. Esto sucede porque Rodolfo Hernández sigue siendo un candidato que muchos desconocen y que, igualmente, pocos rechazan. Caso completamente opuesto al de Gustavo Petro.

¿Cuál es el problema con esta vista? Esa política electoral es cualquier cosa menos matemáticas exactas. Aquí el 1+1 no da 2, puede dar 3 o 0. Quiere decir que ahora que solo entran a la carrera Gustavo Petro y Rodolfo Hernández, el exalcalde de Bucaramanga debe quedarse con todos estos votos. Su electorado es reciente y es posible que del mismo 28% de las personas que lo apoyaron en la primera vuelta, varios terminen reconsiderando su voto después de que el ingeniero haya salido ahora como candidato a la segunda vuelta.

Es por eso que la campaña de Hernández espera exponer lo menos posible al candidato . Esto significa no participar en los debates (la misma estrategia que usaron Petro en la primera vuelta, Iván Duque en 2018 y muchos otros políticos de la escena colombiana. Entre Rodolfo, cuanto menos hable y menos se meta en temas de división, será capaz de mantener a gran parte de su electorado, tendrá que hacer malabarismos para no perder los votos de la derecha que llegan ni los votos del centro que lo apoyaron, y que temen coquetear con el uribismo.

También ha sabido jugar la carta anti-Uribe . Sabiendo que por naturaleza, la mayoría de los votantes de Federico Gutiérrez prefieren votar por Rodolfo que por Petro, el ingeniero ha sido claro en rechazar abiertamente al uribismo. La mayoría de los seguidores del expresidente colombiano seguirán apoyándolo. Si el santanderino recibe abiertamente al uribismo, muchos de sus votos en primera vuelta se espantarían y podrían llegar a Petro, el voto en blanco o la abstención.

El Camino de Gustavo Petro

El senador colombiano y exalcalde de Bogotá se enfrenta a un escenario que no había enfrentado en esta campaña: quedar en el segundo lugar en intención de voto. En la primera vuelta ganó una votación histórica: 8.527.768 votos, la mayor votación para un candidato de izquierda en Colombia. Sin embargo, toda su campaña estuvo planeada para competir (en el peor de los casos) contra Federico Gutiérrez y el Uribismo en la segunda vuelta. Ahora que su oponente es Rodolfo Hernández, el panorama es otro.

Petro tiene el 40,32% de los votos en la primera vuelta y si hacemos cuentas, solo necesitaría (aproximadamente) 10.709.316 para conseguir el 50% + 1 voto en la primera vuelta. Esto significa: 2.181.548 votos adicionales. Las matemáticas simples, en teoría, no dan. Si se logra sumar el total de votos de Sergio Fajardo (888.585 votos), solo llegaría al 44,52%. No le bastaría con lograr la victoria el 19 de junio.

Afortunadamente para Petro, la política no es matemática exacta, y pese a que seguramente no absorberá todos los votos de Fajardo, el político de Ciénaga de Oro tiene otras cuentas.
Una posibilidad es conseguir votos de Rodolfo. Lo conseguirá en debates o entrevistas ya que el izquierdista ha demostrado mucha más elocuencia que el santandereano. Acentuar los errores recientes de Hernández y su narrativa sexista y xenófoba podría ser su estrategia . Asimismo, Hernández enfrenta ahora una investigación por corrupción y esto podría influir en la votación que Rodolfo no tiene asegurada.

Aunque parezca extraño, ya en Santander (baluarte de Rodolfo donde fue alcalde de la capital, Bucaramanga), varios políticos que los apoyaron en la primera, se han retractado y anunciado que apoyarán al candidato del Pacto Histórico en la segunda. Y cada voto que gana Petro de Rodolfo vale el doble.

Ahora bien, en lo que queda de Federico Gutiérrez de Gustavo Petro, Fico fue apoyado por varios grupos y partidos: desde los uribistas y la extrema derecha hasta partidos tradicionales cercanos al centroderecha. Asimismo, hubo varios clanes políticos que seguramente movieron influencia y dinero para apoyar al ex alcalde de Medellín. La pregunta ahora es: sin Federico en competencia, ¿todos los votos de los clanes y partidos políticos serán para Rodolfo? Tengo mis dudas, sobre todo cuando Petro ha estado más cerca de César Gaviria (presidente del Partido Liberal) que de Rodolfo.

Además, está el elefante blanco… y muy blanco. Los que no votaron en la primera vuelta. El santo grial de la política colombiana. En un país donde el voto no es obligatorio y la abstención es casi la mitad (45,09% en las últimas elecciones), estos casi 20 millones de votos son el anhelo de todo político. Hay votantes potenciales para ambos candidatos y pueden cambiar cualquier elección. El problema es que todos los políticos han querido captar a este grupo de votantes, pero los números demuestran que todos han fracasado.

Esta segunda ronda está abierta. Rodolfo es parte de los favoritos, pero el camino es largo y todo puede pasar. Cualquier alianza, comentario, contradicción o escándalo puede acabar con las aspiraciones de cualquier candidato.